INNOVACIÓN, CIENCIA Y TECNOLOGIA Fenómenos de Transformación Social y Cultural

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La relación sociedad-conocimiento, debe pensar en cambios en la calidad y excelencia del sistema educativo general, basado en el proceso de aprender a aprender, en la enseñanza de las ciencias y en formación de competencias, individuales y colectivas, que preparen profesionales del conocimiento con pensamiento estratégico y prospectivo.

La propuesta para una alianza social que promueva el desarrollo educativo, científico y tecnológico, debe incluir al Estado, a la Universidad y en general, al sector social y productivo. Este proceso depende de factores sociales, culturales e históricos en los cuales es imprescindible que la innovación sea entendida, también, como un fenómeno de transformación social.

Como ya se ha mencionado anteriormente, es necesario constituir y conformar redes de comunicación que posibiliten la generación de conocimiento científico, valorarlo en los imaginarios y contextos sociales y que, de esta forma, permitan la participación de la sociedad civil, para construir una ciencia con conciencia, con posibilidad de generar diálogos participativos hacia la elaboración de planes y programas tendientes a la construcción de tejido social, autonomía e institucionalidad.

Sin embargo, este tedioso proceso de cambio no será posible sin una buena labor de gestión. La gestión significa verificación de la calidad de la investigación y su impacto social, asignación oportuna y correcta de los recursos, así como el retorno y generación de nuevos recursos, procesos y productos (incluidos los sociales), para que el sistema de gestión como tal sea sostenible y con determinación de tiempo y espacio necesarios para el desarrollo e implantación de los resultados obtenidos y esperados. La gestión también debe suponer que el conocimiento útil necesita competencias innovadoras, capacidades de investigación, producción, integración de redes de cooperación solidaria, facilitar el acceso a información y conocimiento especializado pertinente para el planteamiento y solución de problemas locales y regionales, que permitan desarrollo local en la economía global.

En la nueva sociedad de la información, el conocimiento debe fluir con más libertad que nunca, pero no solo se trata de la movilidad de los conocimientos codificados, también se debe evaluar desde posturas y perspectivas críticas. El nuevo contexto de conocimiento y competitividad cambia las relaciones entre educación, sector productivo y cultural. Se necesita aprovechar el potencial de cada región e institución educativa desde adentro, desde el cambio en la cultura organizacional, que las convierta en generadoras de conocimiento con “valor agregado” por su empleo novedoso en cuanto a resultados inesperados, alteraciones de lo existente, conocido y habitual.

Hoy, se requieren soluciones complejas y transdisciplinarias, que develen y comuniquen lo disyuntivo, hacia la construcción de nueva ciudadanía, nueva educación y una nueva sociedad, con perspectivas globales; pero respetando y construyendo desde las particularidades locales y del sujeto en toda su complejidad. También es necesario el establecimiento de alianzas entre sectores que incluyan educación, industria, gobierno y sociedad civil, así como el aumento de los incentivos y apoyos a institutos y centros de estudio para que se puedan ver progresos reales y obtener los resultados (traducidos sobretodo en bienestar social) que este país tanto necesita.

Queda entonces el interrogante sobre la misión de la educación colombiana, en el actual contexto socioeconómico y político que atraviesa, no solo del pensamiento sino también del conocimiento.