Jabones con algas

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Lamentablemente las algas (Macro y micro) han alcanzado un nivel muy alto de sobreexplotación para su uso de pigmentos naturales, vitaminas y ácidos grasos es por eso que para la realización de nuestro trabajo, preferimos usar algas cultivadas para no intervenir en el ecosistema en el que estas se desarrollan.

Pregunta Inicial.

¿Es posible que la realización de jabones a base de algas pueda tener un efecto positivo en el medio ambiente?

Objetivo

Lograr realizar jabones a partir de materiales orgánicos lo cuál pueda ser amigable con el medio ambiente y además llegue a tener beneficios en la sociedad.

Introducción de experimento

Para la creación de nuestros jabones utilizaremos una de las algas más conocidas llamada Porphyra (Nori), esta alga pertenece al género de las algas rojas y se encuentra generalmente en las orillas del mar pero también llega a crecer en superficies duras como rocas o madera; esta alga presenta un tamaño pequeño y muchos pliegues, además de una coloración marrón grisácea.

El Hacer jabones de algas marinas puede ser muy bueno para la piel ya que te ayuda a limpiar tu cuerpo por sus diversos tipos de minerales y vitaminas y a revitalizar tu piel por medio de una exfoliación. A diferencia de los jabones tradicionales, estos jabones no contienen todos los químicos que usan para la realización de los otros jabones, en cambio contienen pequeños pedazos de algas que ayudan a remover las células muertas de la piel y revelar la nueva, además ayuda a que los poros se destapen y reduce los ataques de acné sin dejar una piel seca. Cabe mencionar que para hacer estos jabones no se necesita usar grasa de animal como lo hacen algunas marcas (al usar glicerina) o químicos extraños, más bien se utilizan distintos tipos de extractos de aceites vegetales los cuales contienen una elevada concentración de nutrientes.

Materiales

- 230 gr de aceite de coco

- 282 gr de aceite de oliva

- Nori

- 200 ml agua destilada

- 7ml aceite esencial de lavanda

- 81 gr NaOH

- Batidora

- Molde de silicón

- Pigmentos de espirulina.

Metodología

1. Para hacer la infusión se llevaron a cabo los siguientes pasos:

1.1 Pesamos 15 gr de Nori y la cortamos en tiras

1.2 Colocamos las tiras en un recipiente con agua destilada y la dejamos calentar por 20 minutos.

*La temperatura del líquido sube mucho y puede llegar a hervir. Tener mucho cuidado con los vapores, son irritantes para las vías respiratorias y para los ojos*

1.3 Una vez caliente la retiramos de la parrilla y la batimos con la máquina un par de minutos para posteriormente meterla al congelador en donde estará por dos días

2. Sacar la infusión del congelador y pesar.

3. Pesamos aceite de oliva u otro aceite liquido que requiere nuestra receta.

4. Poner a calentar el aceite de coco hasta que se derrita por completo. Cuando este liquido, añadiremos el aceite de oliva y mezclamos todo bien. (Al hacer pequeña cantidad de jabón, podemos pesar en el mismo recipiente todas las grasas y aceites. Primero ponemos grasas solidas y detrás de ellas las liquidas. Y todo se calienta junto)

5. Todo debe estar líquido y uniforme. No debemos ver trocitos de la grasa solida flotando en los aceites. Si pasa esto, debemos calentar un poco más todas las grasas hasta que todo conjunto este totalmente transparente y líquido. Es muy importante tomar la temperatura, Si está muy caliente, dejar enfriar hasta 40-45º

6. Cuando la infusión y los aceites derretidos están a más o menos la misma temperatura, empezamos a mover los aceites y poco a poco con un chorro fino añadimos el aceite esencial, sin dejar de remover.

Hay que remover constantemente y en este momento no podemos dejar la mezcla y atender otros asuntos. Veremos que poco a poco la mezcla se hace más espesa, uniforme y de aspecto cremoso. Cabe mencionar que este proceso debe ser rápido para evitar la saponificación del jabón antes de tiempo.

7. Se le agrega una cápsula de pigmento de espirulína a la mezclar para darle un color más intenso.

8. Una vez que tenga la consistencia requerida, se coloca en moldes de silicón y se deja a temperatura ambiente hasta que haga reacción y se endurezca.

Resultados y conclusiones.

El resultado de este experimento son jabones realizados con materiales orgánicos y libres de fosfatos, lo que llega a tener un efecto positivo en el medio ambiente principalmente en los cuerpos acuíferos ya que evita la acidificación, que se estimule el crecimiento de las algas en ríos y mares acabando con el oxígenos en estos cuerpos acuáticos principalmente los ríos de agua dulce tal y como es el caso del rio Aysén en Chile en donde se ha considerado ya como una plaga; consideramos este modelo se puede llevar a cabo extrayendo las algas de esta región para la fabricación de estos jabones siempre y cuando la composición de las algas sean favorables.Otra de las ventajas de nuestro producto es que se utiliza la espirulina como un pigmento natural el cual se degrada en el agua y no afecta al ambiente, además de ser la espirulina un alga cultivada en un laboratorio, por lo tanto no se perturba su habitat natural. El cultivo de la espirulina consiste en aislar en el microscopio un solo organismo para pasarlo a un eppendorf con medio de cultivo Jordan el cuál sirve como su alimento para que ésta pueda reproducirse y crecer, una vez que el crecimiento de esta alga se ve favorable, se pasa a un espacio mayor con más medio de cultivo para así no limitar su crecimiento y así hasta llegar a un tanque de 250 litros, en donde después se filtra y se recolectan los pigmentamos dejándolos secar por un par de días para después ser encapsulados.

Al realizar nuestra mezcla final, ésta tomo más de 40 minutos en tomar una consistencia un poco más espesa a la original pero no tuvo la esperada, de igual forma se llego a saponificar