LA VEJEZ Y EL SISTEMA NERVIOSO
Enviado por monto2435 • 9 de Febrero de 2018 • 2.568 Palabras (11 Páginas) • 339 Visitas
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Otros elementos que ayudan y aceleran la actividad de las neuronas se denominan células gliales, de las cuales hay varios tipos. El número de células gliales con respecto a las neuronas es de 10:1.
CONEXIONES
Las neuronas envían señales entre sí por medio de sipnasis.Los transmisores químicos encontrados en la mayor parte de la sinapsis están relacionados con la función de la sinapsis: excitación o inhibición. Las vías o conexiones entre grupos de neuronas en el sistema nerviosos central se encuentran en haces (fascículos) o están distribuidas difusamente. Los conjuntos de fascículos como se observan en la medula espinal, se ubica en columnas (funículos) .Pueden descender, por ejemplo, desde el cerebro hasta el tallo encefálico o la medula espinal o pueden ascender en direcciones opuestas. Estas vías son conexiones verticales que su trayecto pueden cruzar (decusar) de lado a lado del sistema nervioso central. Las neuronas se denominan comisuras. Los primeros haces de fibra nerviosas aparecen aproximadamente en el segundo mes de vida fetal; las vías motora descendentes principales aparecen más o menos en el quinto mes. La mielinizacion (recubrimiento con mielina) de las fibras nerviosas de la medula espinal se inicia casi a la mitad de la vida fetal, algunos haces no están mielizados por completo sino hasta los 20 años. Aunque la organización estructural del encéfalo está bien establecido antes del función neural se inicie, hay pruebas de que la mayor parte de las conexiones futuras son predeterminado antes y un poco después del nacimiento. El encéfalo en desarrollo es susceptible de modificación s se aplica un estímulo apropiado o al impedir un estímulo durante un periodo crítico que puede durar algunos días o menos.
LA VEJEZ Y EL SISTEMA NERVIOSO
[pic 4]En el curso del envejecimiento ocurre una serie de cambios en el sistema nervioso. Un hallazgo común en cierto grado de atrofia cerebral que se refleja como una pérdida de volumen, peso, reducción de los componentes blancos y gris. Como consecuencia un incremento en el tamaño de los ventrículos. También se describen cambios microscópicos: perdida neuronal que varía según el área; hay depósitos de lipofuscina y amiloide en los vasos sanguíneos y la aparición de placas seniles.
Los cambios anatómicos en el sistema nervioso se acompañan de cambios en los neurotransmisores, particularmente el dopaminérgico, colinérgico, adrenérgico, sorotoninérgico, gabaérgico, sistema de aminoácidos excitadores, neuropéptidos y las hormonas liberadoras de corticotropina.
CAMBIOS EN LA VEJEZ
CAMBIOS EN EL ENCÉFALO
[pic 5]En las personas sin enfermedad neurológica, el rendimiento intelectual se suele conservar hasta al menos los 80 años. Sin embargo, es posible que las personas mayores tarden más tiempo en realizar las tareas, debido a cierta lentitud del procesamiento central. Las capacidades verbales se mantienen bien hasta los 70 años y más adelante algunos ancianos sanos desarrollan de forma gradual reducción del vocabulario, tendencias a cometer errores semánticos y prosodia anormal. Otros cambios mentales relacionados son sutiles, pero es posible detectarlos, como dificultad para el aprendizaje, sobre todo de idiomas, y olvidos en áreas no críticas. Sin embargo, esta mala memoria es distinta de la demencia, en cuanto a que no altera el recuerdo de eventos importantes ni afecta a la función.
Los ancianos, en particular los que presentan algún grado de enfermedad neurológica, son especialmente susceptibles a los efectos de los fármacos. Los hipnóticos, que pueden ser eficaces y seguros en la mayoría de las personas, pueden causar confusión o delirio en los ancianos. La sobrecarga causada por trastornos médicos o psicológicos puede empeorar incluso la enfermedad encefálica mínima. La depresión provoca con frecuencia un síndrome similar a la demencia (seudodemencia) en las personas mayores. La aparición de convulsiones nuevas es infrecuente en la vejez.
Perdida de células nerviosas: El número de células nerviosas del encéfalo disminuye con el envejecimiento normal. La pérdida celular es mínima en algunas áreas (p. ej., núcleos troncoencefálicos, núcleos supraópticos y paraventriculares), mientras que alcanza porcentajes de hasta entre 10-60% en otras p. ej., hipocampo). La pérdida varía también dentro de la corteza (p. ej., pérdida del 55% en la circunvolución temporal superior, pero sólo del 10-35% en la punta del lóbulo temporal).
Desde los 20-30 años hasta los 90, el peso del encéfalo disminuye alrededor del 10%, y el área de los ventrículos cerebrales en relación con el encéfalo completo (según se observa en el corte transversal de la proyección coronal) puede aumentar de 3-4 veces. Los efectos clínicos de estos cambios son difíciles de determinar, dado que el peso del encéfalo y el tamaño de los ventrículos pueden no guardar relación con la inteligencia; de hecho, se puede observar demencia intensa en personas con tamaño ventricular normal para su edad.
Cambios histológicos: Con el envejecimiento normal se depositan el pigmento lipofuscina en las células nerviosas, y amiloide en los vasos sanguíneos. Además, las placas seniles, y con menor frecuencia las marañas neurofibrilares, aparecen incluso en personas ancianas sin evidencia clínica de demencia (aunque el número de placas y marañas es mucho mayor en la enfermedad del Alzheimer).
Acumulación de radicales libres: Los radicales libres (átomos o moléculas con un electrón desemparejado), que son producidos durante el metabolismo normal, se acumulan con la edad y pueden ejercer efectos tóxicos sobre ciertas células nerviosas.
Disminución del flujo sanguíneo: Con el envejecimiento normal, el flujo sanguíneo cerebral disminuye alrededor del 20% como medida; la disminución es aún mayor con enfermedad cerebrovascular de vasos pequeños causada por diabetes e hipertensión. Aunque el flujo sanguíneo suele ser mayor en las mujeres que en los hombres hasta los 60 años de edad, la disminución es por lo general ligeramente más rápida a partir de ese momento, en las mujeres. El descenso es mayor en ciertas áreas del encéfalo (p. ej., región prefrontal) y más intenso en la sustacia gris que en la blanca.
Mecanismos compensadores: Ciertas propiedades del encéfalo pueden reducir los efectos clínicos de los cambios relacionados con la edad. La redundancia es una propiedad consistente en la existencia de un número de células nerviosas superior al necesario. Por ejemplo, la diabetes insípida
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