La Economía Social y Solidaria (ESS) en una red denominada Tribu Libemor

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“La economía social y solidaria es un nuevo modo de hacer economía, o sea el establecimiento de una racionalidad económica especial, distinta, alternativa que da lugar: a nuevas formas de empresa basadas en solidaridad y trabajo; a nuevas formas de distribución que articulan relaciones de intercambio justas con relaciones de comensalidad, cooperación, reciprocidad y mutualismo (…)” (citado en Saénz Riquelme, 2016: 47)

Asimismo, la economía solidaria es un concepto ampliamente utilizado en varios continentes, diferente significado que giran en torno a la idea de solidaridad, en contraste con el individualismo utilitarista que caracteriza al comportamiento económico predominante en las sociedades de mercado.

Considerando esto podemos decir que en general la economía social y solidaria plantea una alternativa económica, pero como reflexión podríamos preguntar si las mismas propuestas de la economía social y solidaria no reproducen lógicas de colonialidad del poder, Desde una crítica a la Economía social desde la visión de la decoloniadad tal vez sea establezcan un dialogo teórico para conformar alternativas no sólo económica sino que englobe conocimientos y relaciones sociales.

Otro concepto que interesa a la investigación se refiere a la economía de la dádiva. Retomando el concepto de don/dádiva Alain Caillé define la dádiva como “toda la acción o prestación realizada sin espera, garantía o certeza de retribución, y comportando únicamente, por ese hecho una dimensión de ‘gratuidad” (citado en M. P. Lechat y Schiochet, 2004: 145). La dádiva tiene como finalidad la creación, mantenimiento o regeneración del vínculo social, pues se trata de un proceso donde la relación misma es más importante que la cosa dada. La economía de la dádiva es regida por tres obligaciones que se realizan en distintos momentos: dar, recibir, retribuir. De esta forma, no hay fijación de precios ni pago en dinero.

“Tampoco se trata de trueques inmediatos de objetos o servicios considerados como equivalentes por las partes. La dádiva es, al mismo tiempo, obligatoria y espontánea, gratuita e interesada, incondicional y condicional. La dádiva es una apuesta, una” (M. P. Lechat y Schiochet, 2004: 145) “apertura hacia la incertidumbre en cuanto al retorno que constituye la generosidad y la dádivainiciales” (citado en M. P. Lechat y Schiochet, 2004: 145).

En relación con la solidaridad su formación y permanencia presentan dos dimensiones:

- El acto asociativo: ¿cómo establecer vínculos sociales entre trabajadores(as), articular individualidades, superar conflictos?

- La acción económica: ¿cómo producir, distribuir o prestar servicios a costos adecuados, obtener y crear excedentes para distribuirlos?

El concepto de reciprocidad se vuelve importante para relacionar la economía y lo solidario donde la reciprocidad se refiere al acto asociativo y de sus relaciones con la acción económica. Entrar en asociación es, ante todo, una donación de sí mismo y de su tiempo.

A partir de una apuesta en la dádiva y en la confianza se crean redes, es decir, alianzas generalizadas que es de importancia para esta investigación. Según Caillé, “la red es el conjunto de personas en relación con las cuales el mantenimiento de las relaciones interpersonales, de amistad o de camaradería, permite conservar y esperar confianza y fidelidad. En todo caso, más que en relación con los que se encuentran fuera de la red” (citado en M. P. Lechat y Schiochet, 2004: 146).

El conjunto de estos elementos teóricos permitirá guiar el estudio de las prácticas que se presentan en la Tribu Libemor, pero a la vez sirven en función de ayudar a problematizar, reflexionar y ampliar los términos de la economía solidaria, y la teoría social y cultural, según el avance y la complejidad de la investigación.

Justificación

Abordar el tema de la Economía Social y Solidaria merece de gran atención por algunos puntos principales:

Primero, ante los múltiples problemas que favorece el actual sistema económico preeminente, como la exclusión social, el desempleo, la precariedad y los beneficios desiguales por mencionar algunos, ciertos grupos se han convertido en actores activos que procuran construir propuestas para enfrentar las limitantes que el sistema actual impone o para atender de mejor o diferente manera sus necesidades para subsistir. Dentro de este marco las experiencias llevadas a cabo pueden estar dentro de la Economía Social y Solidaria.

Por otra parte, existen grupos con posturas críticas al actual sistema mundo y que consideran ésta como la generadora de múltiples problemáticas inherentes. Este sector ven algunas prácticas como alternativas totales al capitalismo, otra economía que supere el actual sistema y que mejore las relaciones sociales. En ese contexto, muchas de las prácticas cuyo fin sea desplazar el sistema económico forman parte de la Economía Social y Solidaria.

Ambas partes mencionadas pueden integrarse a la Economía Social y Solidaria. No obstante la totalidad de experiencias hechas con diferentes intereses y motivaciones pueden corresponder a una diversidad de factores o contextos. En este sentido, tratar el tópico de la Economía Social y Solidaria permite situar la discusión y definir las variadas experiencias sin caer en la dispersión. Pero lo que interesa aquí es que el análisis de las experiencias y la confrontación teórica llevan a ampliar y a contribuir a la ESS por lo que no es sólo una problemática académica sino que además es una invitación para reforzar y replicar experiencias.

La problemática en este trabajo cubre temas de suma importancia para comprender, discutir e intervenir en los múltiples escenarios y los distintos componentes organizativos que abarca la economía social, en la totalidad de sus diferentes derivaciones (economía social, economía solidaria, economía popular, economía del trabajo socio economía alternativa, entre otras)

Trabajos de esta índole es un intento analítico para abordar la heterogeneidad del mundo de la economía social y solidaria, y a la vez, para la implementación. Su importancia radica en ser una propuesta por superar la sociedad actual y generar otras formas más justas, recíprocas y solidarias.

También abordar este tipo de temas es una iniciativa por comprender y asimilar las nuevas formas asociativas emergentes, claro sin dejar el análisis de todas las experiencias que complementen la discusión de la Economía