La infección antigua para VEB se establece por la detección de anticuerpos IgG-VCA. La ausencia de anticuerpos heterófilos y de IgM-VCA, permite descartar razonablemente MI por VEB y obliga a plantear otra etiología.
Enviado por Christopher • 11 de Abril de 2018 • 1.008 Palabras (5 Páginas) • 343 Visitas
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La mononucleosis infecciosa aparece en la edad adulta, destaca la fiebre como síntoma habitual; la linfadenopatía y la faringitis aparecen sólo en el 50% de los casos. La ictericia, al igual que la hepatomegalia, aparecen con mayor frecuencia en pacientes adultos. El cuadro sintomático no siempre se presenta de forma completa. Pueden aparecer síntomas prodrómicos como febrícula, escalofríos, diaforesis, anorexia y malestar. La sintomatología que aparece tras el período prodrómico, empeora durante las 2-3 semanas que siguen a la aparición de los primeros síntomas; durante este período la infección es también más contagiosa.
La infección se resuelve después de 2-3 semanas. La capacidad de transmisión de la enfermedad se mantiene hasta 18 meses después de que el paciente haya sufrido la infección primaria, también existe la posibilidad de que el paciente pueda eliminar virus de forma intermitente durante toda su vida, siendo portador asintomático.
Diagnóstico
El diagnóstico de la MI debe ser clínico, hay sospecha si el paciente tiene faringitis con hipertrofia amigdalar y secreción pultácea, adenopatías cráneo cervicales o generalizadas y fiebre persistente. Deben realizarse diferentes pruebas de laboratorio para confirmar la causa o determinar el diagnóstico en aquellos casos en los que el cuadro se manifieste de forma atípica.
Una característica es la elevación de los leucocitos, alcanzan valores elevados como 10.000-20.000 células/μl en un período comprendido entre 2 y 4 semanas después de iniciarse la infección. También aparece más de un 10% de linfocitos atípicos, que se caracterizan por su mayor tamaño, abundante citoplasma, vacuolas e indentaciones de la membrana. La neutropenia y la trombocitopenia moderadas son habituales en el primer mes de enfermedad. Los indicadores de función hepática son anormales en el 90% de los pacientes, con valores elevados de transaminasas y fosfatasa alcalina.
La prueba de Paul-Bunnel detecta anticuerpos heterófilos, es el test serológico más específico y sensible para diagnosticar la infección por el virus de Epstein-Barr. Estos anticuerpos aparecen en el 65% de los pacientes en la primera semana de la enfermedad y 85% de los pacientes entre la 3 y 4 semana. La posibilidad de falsos positivos,se presenta en pacientes con leucemia, linfoma, hepatitis viral y enfermedad del suero, etc.
Aparecen falsos negativos ligados a la edad (niños muy pequeños) o a la extracción precoz de la muestra. Otras pruebas serológicas se basan en la detección de anticuerpos específicos frente a antígenos que produce el virus de Epstein-Barr, destacan los antígenos de la cápside viral (sugieren infección aguda), antígenos precoces (aparecen únicamente durante el período de enfermedad) y antígenos nucleares (persisten de por vida).
En lo que respecta al diagnóstico diferencial, éste debe establecerse frente a otros agentes capaces de generar una mononucleosis en la que las pruebas para detectar la infección por el virus de Epstein-Barr resulten negativas. Así pues, el diagnóstico diferencial debe hacerse frente a las siguientes condiciones o infecciones: toxoplasmosis, rubéola, neoplasias, adenovirus, virus de la inmunodeiciencia humana, hepatitis A y difteria.
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