Legislación de la marihuana.

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De acuerdo con el Instituto Nacional de Abuso de Drogas de Estados Unidos, la cantidad de THC se ha triplicado en el cannabis en los últimos 15 años. Y esto se debe a la combinación del cannabis sativa con el cannabis indica, mejorando la semilla haciéndola más potente.

Así pues, la mariguana es una sustancia psicoactiva y alucinógena que llega a producir trastornos en la percepción de la realidad. Además, crea tolerancia, pues los adictos necesitan dosis mayores para percibir los efectos que antes disfrutaban.

La mariguana causa daños en el cerebro y alteraciones mentales, afecta la maduración normal del cerebro durante la adolescencia. Suprime el sistema inmunológico, afecta la memoria, provoca daños severos en el corazón, etc.

Hidalgo (2003) nos dice que la legislación pondría fin a la parte exageradamente lucrativa del negocio del narcotráfico al traer a la superficie el mercado negro existente. La prohibición de las drogas no detiene al mercado, simplemente lo ha sumergido bajo el manto de la ilegalidad. Legalizar las drogas acabaría con un foco de importante de corrupción. Los gobiernos dejarían de malgastar miles de millones de dólares en el combate a las drogas. La legislación conducirá a que la sociedad aprenda a convivir con las drogas, tal y como lo ha hecho con el alcohol y el tabaco.

Puesto que, el narcotráfico no solo negocia con mariguana, esta es solo un producto de los muchos con los que trafica. Al legalizar la mariguana el narco buscara otras fuentes de ingreso, además de las que ya controla: drogas ilegales, personas, órganos, piratería, etcétera. Por lo que esta razón es una utopía para pensar que el narcotráfico y la corrupción desaparecerán.

Por otra parte, Carmen (op. cit.) dice: la mariguana es útil pues retarda la eyaculación. Cura el asma bronquial y la esencia es que una de sus sustancias dilata los bronquios. Estimula el apetito y mejora la calidad de vida de los pacientes con cáncer y SIDA, etcétera.

Pero según estudios de la universidad de Copenhague de Dinamarca, la doctora Tina Kold Jensen los hombres que fuman esta sustancia tienen una disminución en el número de espermatozoides.

Por otra parte, Carmen (op, cit) nos dice que el hecho de que una planta con cerca de 400 componentes químicos, algunos con efectos desconocidos, tengan un principio activo que aislado purificado y modificado químicamente pueda tener una acción beneficiosa a la salud, no justifica que esa planta sea medicinal, por el costo beneficio que representaría tratar una dolencia con ella.

En su conjunto, la mariguana usada en su forma más habitual (fumada), puede provocar daños más severos que el consumo de cigarrillos, Fumar mariguana puede agravar el asma bronquial, más que curar. Stevens (op, cit) argumenta que se gasta demasiado dinero en el intento por controlar la producción, el tráfico y consumo de drogas ilegales con resultados nulos. Por su parte Hidalgo (op, cit), manifiesta que la legalización reduciría dramáticamente el precio de las drogas al acabar con los altísimos costos de producción e intermediación que implicaría la prohibición.

También Stevens (op, cit) argumenta que los recursos empleados en la prevención del consumo de drogas y la disminución de la oferta, son mínimos frente al costo del uso de sustancias, en cuanto a los resultados que se han obtenido, es falso que estos carezcan de efectividad y eficacia. Además, el 15 por ciento de los usuarios de drogas trabaja bajo los efectos de ellas, lo cual implica altos costos para los empleados y la sociedad por el decremento en la productividad, necesidades de salud, accidentes laborales y ausentismo.

Mientras que Hidalgo (op, cit) argumenta que la reducción en el costo de las drogas traería como consecuencia que el número de consumidores aumentara y, sobre todo, a edades más tempranas. Asimismo, los problemas de salud pública y violencia aumentarían considerablemente.

Finalmente, la invitación queda abierta para que ustedes reflexionen sobre los pros y los contras sobre la legislación de la mariguana, a partir de bases científicas, y no desde creencias u opiniones carentes de fundamentos, o de experiencias personales que nunca podrán ser generalizables para todos.

Para concluir, no está demás mencionar el expediente 237/2014, donde el fallo es a favor de los quejosos, quienes obtuvieron el amparo que consiste en la obligación de la secretaria de salud, expedir la autorización a la que hacen referencia los artículos 235, 247. De la Ley General de Salud, es evidente que los quejosos no podrán cometer los delitos en cuestión. Por qué el Alto Tribunal considero inconstitucionales los artículos impugnados, 235, último párrafo, 237,245 fracción I, 247 último párrafo y 248 todos de la Ley General de Salud.

Sin embargo, podrán consumirla, sembrar, poseer, únicamente la cantidad que les autorice la Secretaria de Salud y transportarla. No podrán consumirla frente a terceras personas, ni cuando se encuentren niños cerca.

La comercialización y el suministro está penado por la ley, ni siquiera los cuatro amparados podrán realizar estas actividades, incluso no pueden comprar semillas para la siembra, dado que en el proyecto del ministro no estaba contemplado este paso.

REFERENCIAS

Rafael Velazco Fernández, El consumo de drogas, edit. Prograf., 2011

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