María Gracia Mayorga Soria

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Mi abuela Francisca vivía por el Coca más o menos, así que tuve que bajar en lancha y llegue por la noche a su casa. Un lugar donde nadie me conoce y peor aún iban a enterarse del hecho sucedido. Ese pueblito donde vivía mi abuela era apartado de la tecnología, aun existían comunidades que usaban taparrabos es por eso que casi nunca iba a visitarle. No tenía acceso ni a Facebook peor WhatsApp para conversar con mis panas. [pic 4]

Antes de llegar a la casa de la abuela voté mi celular y tenía que llegar con una excusa.

Mariita como así vienes a estas horas, ¿dónde está tu mamá? – dijo mi abuela

Abuelita es que hice algo horrible en la capital y tuve que salir corriendo para que mamá no me castigara, así que vine a tu casa a pasar unos días hasta que se le pase el enojo a mamá. Por favor no digas nada a nadie, estoy escondida y no quiero que los vecinos sepan que estoy aquí.

No te preocupes mijita tomate tus días, pero antes de irte debes decirme la verdad –dijo la abuela

Si si Francisca solo dame un cuarto al fondo de la casa para que nadie me vea. Mi abuela me llevó al cuarto que era de mi mamá durante su adolescencia y pude descansar hasta el día siguiente.

25 de enero del 2015

Pase todo el día rebuscando cosas viejas de mi mamá para matar el día y no aburrirme. No encontraba nada interesante solo viejas fotos y cuadernos de su adolescencia.

De repente observé al fondo de un cajón una caja muy vieja con un candadito pequeño, la curiosidad me mataba y como mi abuela salió de compras me di el lujo de rebuscar en su cuarto las llaves de aquel candadito.

Mi abuela tenía pocas cosas así que fue fácil encontrar esas llaves. Al abrir la caja encontré unas cartas viejas escritas por mi abuela hacia mi mamá.

CAPÍTULO 3

Las cartas decían:

Cuida bien de María, aquí su verdadera familia no la quiere y necesita de una madre que en verdad ame a esa pequeña criatura.

La segunda carta decía:

Tu secreto está a salvo, nadie en el pueblo sospecha y peor allá por la capital. No dudes en llamas si tienes algún problema.[pic 5]

Así encontré escritos impactantes que en pocas daban a conocer que fui adoptaba y que mamá Cleotilde no era en realidad mi madre biológica. Furiosa esperé que mi abuela regresara del mercado para que me explique sobre esa verdad.

La abuela Francisca llegó y un poco impactada y con lágrimas en los ojos empezó a contarme la verdadera historia.

DIA DE LA VERDAD

Mi abuela me empezó a contar que yo había nacido en una familia ricachona del Coca y que tenía una hermana melliza. Ambas nacimos el 12 de noviembre de 1998 pero lamentablemente yo era diferente a mi hermana. Como llegué al mundo en segundo lugar tuve un poco de sufrimiento fetal por lo que era más retraída, despistada y por así decir más tonta. Mi hermana de nombre Hanna era carismática, jovial y sobre todo mucho más bonita que yo. Ella tenía unos churos color dorado y unos ojos verdes mientras que yo era churona pero con ojos cafés y test morena. Además, ella desde pequeña mostró dotes de cantante y a futuro se le veía una carrera exitosa.

Mijita yo recuerdo varias ocasiones donde tu madre biológica las ponía siempre al espejo y a Hanna le decía: Que linda que eres, eres mi hija favorita mientras que a ti te decía: Uy porque no saldrías como tu hermana, eres fea y eso más no cantas. Cabe recalcar que tu familia eran cantantes de hace años, todos tenían una voz brillante.

Durante mucho tiempo siempre te hicieron de menos diciéndote cosas feas cuando en realidad eras una niñita hermosa.[pic 6]

- Pero abuela ¿cómo tú sabes todas esas cosas?

- Mi tesorito yo trabajaba de sirvienta en esa casa y veía todos los días como te trataban, hasta que ellos tomaron la decisión de abandonarte. Yo no lo iba a permitir y como sabrás mamá Cleotilde nunca más pudo darte hermanitos o hermanitas, cuando en realidad nunca pudo tener hijos por un problema hormonal decía el doctor.

En ese momento me puse a llorar como María Magdalena y entendí muchas cosas como aquel sueño que tuve hace tiempo atrás y sin poder hablar le conté a la abuela sobre lo sucedido en Quito y mi ataque a esa tal Shakira.

- Pero María que has hecho, siempre te criamos con buenos modales, aurita nos vamos donde el shamán a que te haga las limpias respectivas

Solo recuerdo haber permanecido dormida como 3 días después de visitar al shamán y al despertar vi la cara de mi madre enojadísima, y preocupada al mismo tiempo por mi estado de salud mental.

CAPÍTULO 4

Fui llevada a la penitenciaría o como se llame para menores de edad porque para mí buena suerte apenas ajustaba los 18 en noviembre y faltaba un chorro de tiempo para eso.[pic 7]

Desde las celdas de esta pocilga escribo estas líneas que resumen mi extraña vida, poco a poco dice el doctor que me voy recuperando con las pastillas que me dan,solo paso durmiendo y la mayor parte del tiempo conversando con gente y más gente media loca que según ellos son psicólogos.

No sé cuánto tiempo tenga que permanecer aquí, lo único que sé es que cuando salga me cercioraré de ver muerta a la tal Shakira por haberme robado la vida deseada que siempre quise ya que mamá cuenta que la desgraciada se salvó con las uñas de estirar la pata.

-Maríaaaaaaa tienes una visita – gritó el doctor

Continuará………………

[pic 8]