¿PARA QUÉ LA ARQUEOLOGÍA?

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La interpretación de los arqueólogos tienen mucha influencia en lo que la gente guarda y crea para sí, de ahí que sean tan importantes ya que influyen en lo que la gente puede empezar a considerar como parte de ellos, se empiecen a generar patrones de identidad, la arqueología nunca estando lejos de políticas sociales, jurídicas y demás, patrimonialización, musealización, terminan siendo medios más visible y duraderas que las interpretaciones de los arqueólogos (Taboada,2013), que viene también bajo su intención ayudándolos con la financiación, que en concordancia con el anterior autor aprovechan para su beneficio mediante la publicidad, como el caso de algunos bancos alrededor del mundo.

Taobada explica que el interés de los pueblos actuales por los hallazgos arqueológicos y en consecuencia los procesos de identidad, surgen como procesos de apropiación, muchos en referencia a su origen, como es el caso de encontrar indicios de comunidades ancestrales por las fuertes implicaciones que se tienen acerca de una apropiación del pasado y lo que los une (Taboada, 2013); por lo que estos procesos de identidad son algo propio de las comunidades. Aquí encontramos una primera diferencia con relación a las afirmaciones de Gonzalo Ruiz, aunque también una primera similitud, ya que en muchos casos las apropiaciones de un origen son tomadas como referentes de prestigio.

En el texto referido se ve la interpretación de una cultura del pasado no como algo estático e idealizado, sino una construcción identitaria a partir de esto de forma dinámica y plural, “gran parte de las relaciones que los grupos y sujetos actuales establecen con aquellos que identifica el arqueólogo son, en general, derivaciones que la propia sociedad y las personas realizan a partir de lo que la arqueología dice y hace” (Taboada 2013, 349), y generalmente, con más de un fin específico en la construcción de su cultura, en su relación con otras formas culturales e incluso en las relaciones de conformación de la comunidad.

No obstante, y a pesar de todo lo explicado anteriormente, y de que se ha intentado o se cree generar una identidad a través de los restos arqueológicos es algo que aún tiene muchas falencias, según la autora tratada afirma que las identidades étnicas suelen ser inalcanzables o inaprensibles para la arqueología, debido a las dificultades que se presentan como la lengua de un pueblo o en efecto su nombre histórico (Taboada, 2013).

Una de las razones de esto es que la relación de la arqueología con la formación de identidades presenta serias dificultades, por el mismo carácter dinámico de la identidad explicado anteriormente, que contrasta con las concepciones realizadas a partir de gran parte de los estudios arqueológicos (generalmente estáticos); y para la formación de múltiples identidades, que incluso en las identidades más plurales, en los aspectos cultural e histórico, “la continuidad inalterada hasta el presente resultaría también una construcción” (Taboada, 2013). Otra razón, según la autora, radica en que la forma en que se estudia una cultura en el pasado según la arqueología posee criterios distintos a los usados muchas veces en la etnografía de poblaciones actuales y del estudio histórico de las poblaciones, y que estos criterios muchas veces no logran conciliarse fácilmente.

La Arqueología como una manera de responder a la pregunta de quiénes somos

Se está de acuerdo en que la arqueología aporta una nueva perspectiva de cómo nos vemos a nosotros mismos en términos de identidad a partir de nuestra historia, con el estudio del uso de objetos cotidianos. La necesidad de saber quiénes somos ahora sabiendo quienes fuimos, y la necesidad también de reconstruir una parte de nuestra memoria son ya peticiones urgentes de la comunidad.

Lo que estas comunidades han buscado la mayor parte de las veces en la arqueología es algo que explique su origen, para apropiarse de él y relacionarlo con algunas de las características de estas comunidades en la actualidad. Hay muchos motivos para ello, pero es verdad que el más común es la preferencia a dar a ese origen una característica especial que la hace diferente (y por lo tanto más valiosa) a los demás orígenes; y, como en la actualidad, el aprecio por algo está determinado por su valor en el mercado, el valor o prestigio que se le da a una cultura específica le traerá beneficios a esta.

Ambos autores citados anteriormente están de acuerdo en que la organización y cultura de pueblos antiguos sufren continuos cambios, así como en sus interpretaciones por parte de los arqueólogos que los estudian, no obstante, el concepto general de una cultura anterior es estática, que se quedó estancada en un punto específico antes de desaparecer; con base a estos supuestos las comunidades también crean sus propias interpretaciones para construir su identidad, y no sólo una identidad sino varias, que al estar ya inmersas en una cultura también son constantemente cambiantes.

En este uso de la arqueología para la formación y transformación de identidades se encuentra entonces una difícil contradicción, y es que si bien a partir de los datos arqueológicos se pueden crear concepciones de las que parten las identidades actuales, no crean directamente identidades, pues estas identidades pueden resultar con conceptos muy distintos a los que se basa la arqueología por la subjetividad de las interpretaciones a partir de esos datos (por parte de los arqueólogos y las comunidades).

Primero debemos entender que en la actualidad, y en especial en un país como el nuestro, existen pluriculturalidades y de ahí muchas identidades locales ya establecidas (incluso a veces más importantes que su identidad colombiana), con su propio devenir histórico, a veces distinto al de sus antepasados, y con sus propias interpretaciones del presente, por lo que un solo dato arqueológico, aunque puede cambiar la percepción de muchos aspectos, no puede crear completamente una identidad ni transformarla completamente, por lo que hay que pensar en la arqueología como más bien un agente continuamente transformador de las identidades ?

CONCLUSIONES

La arqueología también ha sido un medio por el cual intentamos responder a la pregunta no sólo de quienes somos sino de dónde venimos y por ende para dónde vamos, nos apoyamos de hallazgos arqueológicos que tienen una posibilidad tácita de mostrarnos las cosas, frente a esto podemos darnos cuenta de que no buscamos solo una respuesta sólo al pasado sino también a nuestro presente.

Relaciones como las de crear vínculos con habitantes que ocuparon un territorio