PENA DE MUERTE Y SUICIDIO ASISTIDO

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El suicidio asistido es cuando se le proporciona al paciente los elementos necesarios para ponerle fin a su vida. La diferencia con Eutanasia es que en este el autor directo de ponerle fin a la vida del paciente es el profesional de la salud.

- OBJETIVOS

4.1. Objetivo General

Informar al lector sobre las características y los elementos fundamentales de una Pena de Muerte y un Suicidio Asistido, los diferentes procesos que se realizan y los actores involucrados tanto directa como indirectamente en este, con el fin de ampliar la perspectiva general que se tiene sobre este.

4.2. Objetivos Específicos

Dar al lector la oportunidad de tomar posición frente a las diferentes polémicas y controversias que presenta la bioética frente a los procedimientos realizados en el contexto de una sentencia a Pena de Muerte y un Suicidio Asistido, dando a conocer los diferentes planteamientos de esta de acuerdo a la situación específica que se presente.

Diferenciar el procedimiento de cómo se sentencia a muerte y se asiste un suicidio, resaltando el porqué de esto, indicando cuales son las principales legislaciones sobre esta pena y el suicidio asistido como cuáles son los principales países que tratan con estos temas.

- DESARROLLO DEL TEMA

5.1 Pena de Muerte

“La pena de muerte es la sanción jurídica capital, la más rigurosa de todas, consiste en quitar la vida a un condenado mediante los procedimientos y órganos de ejecución establecidos por el orden jurídico que la instituye”. (Di Martino, 2003).

Según Di Martino (2003) la pena de muerte por sus caracteres puede ser definida como: destructiva, porque se elimina de modo inmediato la existencia humana, no hay vuelta atrás; irreparable, en cuanto a su aplicación, en el supuesto de ser injusta; y rígida, porque no puede dividirse en grados (Ejemplo: pena de muerte de grado uno, pena de muerte de grado dos,…), ni puede ser condicionada.

La pena de muerte se basa en la siguiente justificación que presenta dos hipótesis: por una parte la pena tiene un fin específico, se aplica “quia peccatum est”; (a quien está pecando), y por otra parte se considera en forma casuística, como medio para alcanzar fines determinados, se aplica “en peccetur” (para que nadie peque).

5.1.1 Postulados de la Pena.

5.1.1.1 Teoría Absoluta de la Pena.

El castigo judicial no puede nunca ser usado como mero medio para promover otro bien, ya sea en favor del criminal mismo o de la sociedad civil, sino que debe en todos los casos imponérsele bajo el sustento de que se ha cometido un crimen.(Kant, Inmmanuel).

Esta teoría tiene como fin mostrar que la pena consta en la retribución de un daño ocasionado, con esto se busca la manera de reparar la lesión, puesto que la imposición de un castigo no se justifica en virtud de una utilidad que sea general, este no podría ser impuesto como un medio para alcanzar diferentes fines.

5.1.1.2 Teoría de la Prevención General.

La teoría de la prevención general persigue, mediante la amenaza, disuadir a la generalidad de obrar contrariando las normas legales. La verdadera posición de las teorías preventivas generales se dirige a la intimidación, ya sea la ejecución de la misma pena como ejemplo. En esta subyace la idea de que el derecho es una institución destinada a la protección de la sociedad, en este sentido, las reflexiones de la prevención general determinan la creación de los tipos penales, condicionando las conductas de los ciudadanos e inciden en la persecución del delito. (Di Martino, 2003)

Con esta teoría se busca manipular al hombre para que, sabiendo cuales son las consecuencias negativas que se le impondrán al incumplir una determinada ley u orden, se abstenga de incumplir lo dictado.

5.1.1.3 Teoría de la Prevención Especial.

Para la teoría de la prevención especial, la finalidad de subdivide en tres fines de la pena: intimidación, resocialización (corrección) y aseguramiento. Von Liszt afirmaba que solo la pena necesaria era justa. El castigo era necesario cuando impedía la residencia del autor en el delito. (Di Martino, 2003).

Con esta teoría se busca tratar estos efectos de la persona a la cual va dirigida la pena para evitar que la persona que haya cometido un acto ilícito vuelva a hacerlo en un futuro.

5.1.1.4 Teorías Mixtas.

Básicamente estas teorías están entre los dos últimos postulados anteriores y con esta se afirma que ninguna de estas dos, es capaz de establecer cual es limite y el objetivo final de una pena, entonces intenta crear una forma que une todos los efectos más positivos de cada una de las teorías anteriores.

5.1.2 Posición Eclesial (Desde la Antigüedad hasta Hoy)

En la Biblia, más exactamente en el Antiguo Testamento se encuentran diversas citas que hacen relación a penas que deben ser castigadas con la muerte:

El que maldiga a su padre o su madre será castigado con la muerte, el que cometa adulterio será castigado con la muerte, el hombre que se acuesta con la mujer de su padre será castigado con la muerte, si uno hace actos sexuales con un animal será castigado con la muerte, si uno toma por esposa a su hermana y tienen relaciones sexuales, los dos serán castigados con la muerte (…). (Santa Biblia, AT Lev 20,9-20).

“… Pero si te portas mal, échate a temblar, porque no en vano la autoridad lleva la espada y está al servicio de Dios para castigar al delincuente”. (Santa Biblia, NT, Rom. 13,4).

Santo Tomas de Aquino, en su obra máxima “La Summa Teológica” dice que todos los poderes correctivos y que tiene un fin sanatorio vienen de Dios, quien lo delega a la sociedad de hombres; por lo cual el poder público está facultado como un representante divino para imponer toda clase de sanciones jurídicas debidamente instituidas con el objeto de defender la salud de la sociedad. De la misma forma que es convincente y licito amputar un miembro putrefacto para salvar la salud del cuerpo, de la misma manera lo es también eliminar al criminal pervertido mediante la pena de muerte para salvar al resto de la sociedad. (Aquino, Santo Tomas de, 1975).

A pesar de lo dicho en el Antiguo y Nuevo Testamento sobre la Pena de Muerte, al Iglesia