ENSAYO SOBRE LA PENA DE MUERTE.

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arrepentimiento, y éste, si se hace presente, es en los últimos minutos antes de morir, como una forma de pedir piedad y no como un verdadero sentimiento. Además, se sabe que los “criminales de alta peligrosidad en potencia” calculan fríamente sus acciones, considerando cada ventaja y desventaja antes de actuar, y creen que saldrán exentos de las penas contra ellos. Es por eso que este punto, desde la legislación, ni siquiera se tiene en cuenta, dado el pensamiento que tiene el asesino sobre sí mismo: un omnipotente. Por otro lado, en los crímenes que se cometen por arrebatos, es decir, acciones que se hacen sin pensar, los asesinos no se ponen a pensar qué les podría pasar si cometen el crimen y en ese momento recuerdan el castigo de la pena capital, porque ni siquiera piensan que van a cometer el crimen.

Resarcir a los familiares de las víctimas suele ser un argumento más usado a favor de la pena de muerte, y estaría a favor de éste si supiera que realmente los familiares de las víctimas se sienten compensados una vez que los asesinos fueron ejecutados. Sin embargo son muy pocos los casos de familiares de asesinados que consideran que se sienten “mejor” luego de saber que los asesinos están muertos. Esto es porque se dan cuenta de que, una vez suscitada la ejecución, nada les va a devolver a sus seres queridos. Nada. Ni siquiera la muerte del asesino. Las personas somos únicas e irrepetibles, y nada puede traernos de la muerte, ni el resentimiento, ni la venganza, nada. Por lamentable que parezca este hecho, creo que debe ser considerado en profundidad antes de emitir juicios espontáneos e inoportunos que pueden ayudar a crear una creencia colectiva en la venganza. Porque creo que este argumento del “resarcimiento” no es más que una venganza encubierta. Y por esto es que vuelvo a la idea de unos párrafos atrás ¿Nada ha evolucionado nuestra sociedad desde que se aplicaba la ley del talión?

Hay decisiones que necesitan largas y profundas reflexiones y considero que una de esas decisiones es la de posicionarse frente a la pena de muerte. Considero que debe tomarse “en frío”, pensándola con calma. Tener una postura clara en un momento de calma ayuda a evitar juicios apresurados que no son los que uno adoptaría en un momento de racionalidad. Seguramente coincidiríamos en negar que robaríamos si fuésemos robados. Pero… ¿por qué entonces matar si nos han matado? Esencialmente creo que ese es el quid de la cuestión, no se puede defender un valor atacándolo a la vez. Creo que esto sucede en nuestra sociedad porque estamos viviendo un momento de relativismo, donde todo da lo mismo en tanto y en cuanto le sirva a alguien. Si para vos la pena de muerte está bien, entonces, todo bien. Considero que esto no es así. Los valores no se pueden relativizar, y este es el punto fundamental. Hay valores universales que hay que respetar por sobre todas las cosas. Y uno de esos valores universales es el de