Resumen crónica de una muerte anunciada.

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El espacio; las casas, las calles y el puerto de esta población costera, caribeña, desempeña un gran papel porque los movimientos de Nasar y el hecho de que se cruzase con unos o con otros, forman parte del cúmulo de coincidencias, que propician el crimen.

El narrador-cronista juega con varios planos en el tiempo interno: por un lado, las escasas veinticuatro horas que van desde el domingo de la boda hasta el lunes del crimen; por otro, el de sus pesquisas, más de veinte años después y el reencuentro de Ángela y Bayardo. En el desarrollo de los hechos del día del crimen se marcan con gran precisión los datos cronológicos. El tiempo fluye de forma circular, con numerosas analepsis, prolepsis y elipsis. En cuanto al tiempo externo, no hay referencias históricas expresas, salvo menciones a los buques de vapor y la alusión a un Ford T.

El lenguaje, aunque presenta rasgos propios de la crónica periodística (agilidad narrativa, precisión en los datos, inserción de declaraciones textuales de implicados...), prevalece el estilo literario, a veces casi lírico, con las peculiaridades propias de García Márquez: riqueza de adjetivación, tendencia a la hipérbole, uso de metáforas. En este sentido, el cronista-narrador presenta su visión subjetiva de los hechos. Por otra parte, son abundantes los americanismos léxicos.

En conclusión, estamos ante una pieza de precisión literaria, cuyo mérito estriba en mantener el interés a pesar de anticipar el desenlace: entonces ese interés se desplaza a las causas y el modo de producirse los hechos, y eso lleva a una reflexión sobre el honor y la fatalidad. Subyace una crítica hacia la rígida moral tradicional que hacía residir la honra del varón en la virginidad de la mujer.