Bitcoin en Colombia

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INTRODUCCIÓN

La globalización y el acelerado avance tecnológico de las comunicaciones, le han permitido al ser humano desarrollar distintas formas de relacionarse, siendo las actividades económicas de comercio e intercambio de bienes y servicios, uno de los sectores que mejor se han adaptado a la nueva era tecnológica. Un claro ejemplo de esto, es el acelerado desarrollo que ha tenido el comercio electrónico en las últimas décadas, donde la creación de portales comerciales, acompañado del uso constante de los mismos a razón de la amplia oferta y demanda, han dado cabida a la aparición de monedas virtuales o criptomonedas, tema que aún es desconocido para muchas personas. Considerando esto, es fundamental profundizar en este tema, por tanto, el presente documento tiene como fin realizar un estudio bibliográfico basado en un enfoque cualitativo y descriptivo que permita conocer las generalidades, características, uso, riesgos, reglamentación, regularización e implementación del Bitcoin (BTC) como medio de pago en Colombia y el mundo, puesto que es una moneda virtual que fue lanzada al mercado a nivel mundial en el año 2009 y como se mencionó anteriormente, aún es desconocida para muchas personas. El uso de estos medios de intercambio, ha crecido de manera vertiginosa, llegando a instancias inimaginables y contra todo pronóstico una vez fue creada, siendo un medio con características muy interesantes las cuales se abordarán en el presente texto. La descentralización e independencia han hecho de esta moneda virtual, un medio de pago que no es regulado por bancos centrales o agentes privados, ni controlado por ningún gobierno, hecho que le ha generado inconvenientes a lo largo de su existencia. Una clara muestra de esto, sucede con la obtención de insumos y materiales por parte de grupos terroristas a través de la Deep Web, donde delitos como la venta de drogas, y la venta de armas, son realizados por medio de transacciones comerciales por Bitcoin, generando dudas concernientes a la legalidad de esta criptomoneda, causando conflictos con los métodos comerciales y financieros tradicionales. (Yuste González, 2015). Por tanto, surgen dudas entre los gobiernos para controlar este tipo de situaciones con el uso del Bitcoin de por medio.

Establecidos los alcances que tiene esta criptomoneda, es necesario definir su estructura. Según Triviño Barreto & López Sánchez (2020):

El Bitcoin es un medio de pago digital cuyo atractivo fundamental resulta de la inclusión de la criptografía como aval de seguridad. Apareció por primera vez en 2009 como respuesta a la crisis financiera mundial iniciada en 2008, y como un nuevo sistema de pago efectivo, electrónico y descentralizado, ya que permite el registro de transacciones sin necesidad de intermediarios, usa la Internet como base para el intercambio de la información y no es regulado por ninguna entidad financiera. (p. 1)

Esto permite que sea una moneda digital basada además en un tipo de tecnología que evita la dependencia de entidades financieras como agentes terceros al momento de realizar cualquier transacción en la red. Sánchez & Martínez (2014) exponen que el tipo de tecnología que emplea el Bitcoin se denomina P2P o peer-to-peer y permite intercambiar archivos entre ordenadores, conectándolos directamente y evitando que exista un punto central que se encargue de toda la red, por tanto, el contacto es directo entre ordenadores, evitando la aparición de un tercero. Es así, como el Bitcoin presenta grandes beneficios en materia de seguridad y privacidad.

El uso del Bitcoin posee numerosos beneficios que dan crédito al masivo uso que recibe mundialmente. (Morales Cortés & Perea Mosquera, 2018) enuncian que el Bitcoin le permite al usuario realizar pagos globalizados de forma rápida, es decir, en todo el mundo, además de poseer ventajas de seguridad por medio de la criptografía quien es la que blinda cada una de las transacciones, además de las bajas o inexistentes comisiones de transferencia en cada movimiento de saldo que se realiza. Esta herramienta se ha convertido en una de las más empleadas en el comercio web, tomando fuerza en América Latina. En Colombia, las entidades estatales reguladoras del dinero se opusieron a la implementación del Bitcoin como método de cambio en la compra y venta tanto de bienes como de servicios, ratificando la imposición del peso como única divisa, donde además se considera al Bitcoin como una moneda inestable en el tiempo, situación que es advertida por parte de los entes financieros reguladores del país, por ello Rivas Herazo (2016) expone que la Superintendencia Financiera de Colombia le sugirió a cada comercio y/o entidad vigilada, a no usar el Bitcoin o las monedas virtuales como medio de pago, teniendo en cuenta que esta criptomoneda no esá sujeta a ningún tipo de vigilancia por parte de esta entidad, advirtiendo que al realizarse cualquier transacción con esta moneda virtual se pueden generar pérdidas si no se conoce del tema, advirtiendo de cuatro actividades de riesgo que se ejecutan con frecuencia con este criptoactivo, como lo es el riesgo de lavado de activos y financiación del terrorismo, riesgos operaivos, el riesgo del mercado y el riesgo de intercambio (Rivas Herazo, 2016). De este modo, es posible visualizar el panorama del Bitcoin en Colombia, situación que se produndizará en el desarrollo del documento.

En Colombia, la frecuencia de uso y el número de empresas que adoptan las criptomonedas como medio de pago, ha sido mayor en los últimos años, donde el sector comercial de hoteles, cafeterías y producciones audiovisuales son quienes más han aceptado y adoptado este medio de pago. Sarmiento Suárez & Garcés Bautista, 2016 por medio de una indagación hecha en el portal Coinmap, logró evidenciar que a fecha de agosto de 2015 se encontraban registrados 25 lugares comerciales en Colombia que recibían como medio de pago el Bitcoin, siendo Bogotá con 12 empresas la ciudad con mayor número de empresas, mientras que ciudades como Medellín, Cartagena, Cali, Cúcuta y Bucaramanga completaban el ranking, siendo el Bitcoin la criptomoneda más usada, seguida de otras criptodivisas como Ethereum y Litecoin. Lo anterior nos muestra nuevamente la gran acogida que ha tenido este medio de pago en el mercado colombiano a pesar de que entidades como la Superintendencia Financiera y el Banco de la República por medio de la publicación de cartas y comunicados, realicen especial énfasis en los riesgos que conlleva el uso de criptomonedas, en este caso el Bitcoin, expresando que estas criptomonedas realmente no ofrecen ventajas evidentes con respecto al dinero fiduciario, situación que aunada a su alta volatilidad, aún en muchos establecimientos comerciales no es visto como un método de pago seguro, puesto que el desconocimiento sobre su funcionamiento aún es muy grande, considerando que en Estados Unidos y Europa la situación es distinta.