AMPLIAR Y FORTALECER LA PRESENCIA DE MÉXICO EN EL MUNDO

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En relación con lo de arriba, es preciso señalar que además del poder ejecutivo que se le otorga al presidente de la República en turno, también se le concede el monopolio de las relaciones con el exterior, fungiendo como diplomático el cual toma las decisiones y las ejecuta. Sin embargo, existen muchas veces en las que el mismo presidente no tiene los conocimientos necesarios para tomar las mejores decisiones por lo que es necesario que la política exterior esté en manos de profesionales tal como lo dice (Merle, 1978):

“La ejecución de la política exterior compete a un personal especializado compuesto por profesionales, mejor cualificados que los políticos y que los aficionados para tratar con las potencias extranjeras.”

Y siguiendo la misma línea de la distinción que debe existir entre los asuntos internos-Político- y los asuntos exteriores-Diplomático- del estado:

Si la política exterior es el arte de dirigir las relaciones de un Estado con los demás Estados, la diplomacia es el arte de asegurar la ejecución y, si es posible, la feliz aplicación del programa trazado, en aplicación metódica y cotidiana, por medio de negociaciones o, cuando menos, de conversaciones, ya entre diplomático, ya entre diplomáticos y ministros de Asuntos Exteriores. (Noel, 1959, pág. 99)

Como se ha dicho, es necesario contar con personal capacitado para cuestiones de política exterior, y por otra parte, es verdad que en su momento lo propuesto en los párrafos de arriba trajo un sinfín de problemas debido a los intereses individuales de los diplomáticos, siendo la principal cuestión por la que la diplomacia, se convierte en una nueva disciplina científica, sin embargo, con esto no quiero llegar a la intervención de un sinfín de diplomáticos, ya que sería una locura, pero con esto sí busco quitarle peso al Ejecutivo y darle capacidad de ejercer y ejecutar decisiones a quienes se encuentran detrás del Presidente, ya que por ello existen diferentes instituciones del gobierno para dicha labor, aunque su trabajo actualmente este limitado a ser consejeros, siendo responsabilidad del Presidente aplicar o no lo aconsejado por los profesionales en materia.

Siendo estas decisiones y relaciones las que me llevan al siguiente punto contrastándolas con respecto del informe presidencial.

En contraste con lo anterior, la forma de tomar decisiones, de relacionarse con otros Estados, no es algo sencillo desde ningún punto de vista, ya que todos ellos que establecen relaciones persiguen un fin individual en beneficio para quienes representan, por lo que se necesita esa capacidad de negociación y de persuasión para manejar de un buen modo los intereses del Estado y aún mayor la de los ciudadanos. Y es que la mayoría de las relaciones que ha establecido México en los últimos años es unilateral; es decir, tiene beneficio para un solo Estado, siendo México el que queda rezagado sin condiciones para su desarrollo, y de esta forma es como se beneficia el uno del otro, dando nuevas preocupaciones a la Nación, una de ellas y la más importante es el temor a perder la soberanía y se da a consecuencia del apoderamiento de un Estado a otro, cuando se supone que todos los Estados son soberanos y que otro no puede tomar decisiones que no le competen, por lo que este apoderamiento no va a ejercerse de una manera violenta, sino de una manera sutil, y esta se da principalmente por otros importantes actores en nuestro plano internacional; las OIG y las empresas transnacionales.

La primera es de las formas más sutiles de ejercer poder sobre otro estado, ya que buscan la participación de varios Estados para posteriormente no ser acusado de influir directamente en ese Estado a conveniencia propia o para frenar alguna acción que vaya en contra de sus intereses, para ejemplificar de una mejor forma esta la más importante de las organizaciones intergubernamentales, la ONU ésta busca la paz entre todos los Estados del mundo, y principalmente tener ese poder en los Estados que no vayan acorde a sus objetivos. Por otra parte la segunda forma sutil de impactar en la soberanía son las empresas transnacionales y son básicamente las que están controlando al Estado, estás operan de una forma supuestamente limitada, sin embargo, mediante las relaciones que se establecen antes de operar en territorio ajeno al suyo y con fin de mantener las relaciones con los estados o empresarios, se les brindan mayor facilidades, y además de esto éstas mismas al convertirse en la base económica de un Estado ajeno, tienen concesiones o voz para participar en las decisiones económicas de ese Estado, como lo apunta (Merle, 1978):

“Se da una situación de dependencia, de tipo colonial o neo-colonial, cuando una sola firma extranjera controla parte esencial de los recursos de un país.”