Excluidos – los mendigos, los bandidos, el mundo picaresco

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Caracteristicas de la novela picaresca:

- Estructura de falsa autobiografía. La novela de humor está narrada en primera persona como si el protagonista, un pecador arrepentido y antihéroe, fuera el autor y narrara sus propias aventuras con la intención de moralizar, empezando por su genealogía, antagónica a lo que se supone es la estirpe de un caballero.

- El protagonista es un pícaro, de muy bajo rango social o estamento y descendiente de padres sin honor o abiertamente marginales o delincuentes.

- Realismo, incluso naturalismo al describir algunos de los aspectos más desagradables de la realidad, que nunca se presentará como idealizada sino como burla o desengaño.

- Ideología moralizante y pesimista. Cada novela picaresca está narrada desde una perspectiva final de desengaño; vendría a ser un gran «ejemplo» de conducta aberrante que, sistemáticamente, resulta castigada.

- Intención satírica y estructura itinerante. La sociedad es criticada en todas sus capas, a través de las cuales deambula el protagonista en una estructura itinerante en la que se pone al servicio cada vez de un elemento representativo de cada una.

3. El entorno picaresco y sus variantes: mendigos, impostores, asesinos, prostitutas

Los bajos fondos en la Espana del siglo XVI

- Mendigos

Las personas que no tenían ninguna ocupación, ni posibilidades de tenerla, se dedicaban a la mendicidad. La ley los distinguía de los "vagos", que se negaban a realizar ningún tipo de trabajo. La mendicidad fue una constante de una sociedad en la cual el trabajo manual no gozaba de total aceptación y en la cual el mendigo no era un ser indeseable.

La caridad estaba institucionalizada de tal forma que la sociedad asumía perfectamente la carga que suponía el mantenimiento de los pobres mediante una amplia gama de procedimientos. Aquellos que no podían trabajar por razones de enfermedad, edad o mutilación tenían el derecho de pedir limosna, constituyendo una clase de mendicidad reconocida y socialmente bien vista, que contaba con el beneplácito del párroco local para pedir en la población y en seis leguas a la redonda. Los ciegos son un grupo especial, recibiendo el respeto social y acompañados generalmente de una guitarra. Abundaban también los falsos mendigos, el estadio más bajo de la práctica picaresca junto con los falsos peregrinos. Simulaban enfermedades o heridas y tanto más ganaban cuanta más pena podían dar. Su ámbito de actuación fundamental eran los paseos y las iglesias.

- Ladrones/bandidos

El robo y el bandolerismo eran los delitos más perseguidos después del asesinato y los sospechosos de varios robos eran ejecutados. El número de crímenes sexuales era muy alto, los más numerosos por sodomía - estos delitos eran denunciados más a menudo que las violaciones o el adulterio.

La vida cotidiana era entretejida de sobresaltos, desconfianzas y precauciones. Los robos estaban a la orden del dia y las penas que se aplicaban a los ladrones eran de una desproporción inhumana.

- Prostitución

Prostitución juega un papel importante en el mundo picaresco, para lo cual es un importante fuente de ingresos. Y ella también tiene su jerarquía.

La capa más baja son las mujeres que ocupan las mancebias, los lugares habituales de prostitución.

A estas mujeres no se podía prestar dinero, ya que esto significaria para ellas la relación vitalicia con la profesión. Cada semana tenian un examen médico. Las autoridades también determinaron el traje de las prostitutas. Para distinguirlas del resto de las mujeres tenian que ponerse los abrigos rojos corto. No se les permitía poner los zapatos de tacón o los vestidos largos. En la iglesia no podían arrodillarse sobre un almohadón.

Las autoridades también cuidaron de la vida moral de las mujeres mencionadas: se les prohibió ejercer su profesión durante la Semana Santa. Además, durante el Cuaresma los llamaron a hacer las prácticas penitenciales públicamente.

Cada ciudad grande en Espana en el Siglo de Oro tuvo por lo menos una puteria. Hay algunos mas famosos que otros, por ejemplo la casa publica en Valencia.

En Valencia el barrio de las prostitutas consistía en pequeñas casas rodeadas de los jardines, en las que fueron alojadas las damas de compañía.