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LA GLOBALIZACIÓN Y EL MUNDO DEL TRABAJO

Enviado por   •  25 de Agosto de 2017  •  5.454 Palabras (22 Páginas)  •  582 Visitas

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Benjamin Coriat habla también de esta época del maquinismo y la disciplina fabril cuando habla del comienzo de la trata moderna de la mano de obra asalariada. Una mano de obra que provenía del campo y acudía de forma masiva a las ciudades fabriles (ese gran ejército de reserva): “Una gigantesca masa de pobres diablos, recién expropiados de sus campos, sin especialización ni conocimiento del trabajo industrial y privados de asociaciones de defensa colectiva de su fuerza”.

- El taylorismo (Shop Management. The principles of scientific management) y el fordismo.

A medida que el sistema industrial se volvió más complejo y aumentó la necesidad de aumentar la productividad se vio también la necesidad de modificar los sistemas de producción. Surgieron así numerosos estudios que intentaron diseñar un nuevo paradigma de producción que cumpliera con esos dos objetivos. Así, Frederick Taylor (1856-1915) creó lo que se vino a denominar como la “Organización Científica del Trabajo”, o los “principios científicos” de la administración de la producción.

No obstante, no solamente estos estudios estaban dedicados a descubrir nuevas formas de aumentar la eficiencia en la producción, sino también a encontrar aquellos instrumentos metodológicos cuya aplicación lograra expropiar a los trabajadores de cualquier forma de control que pudieran tener sobre el proceso productivo. Así, uno de los objetivos del taylorismo fue acabar con el oficio, de forma que se acabara con cualquier control que los obreros tuvieran sobre los modos de operar y los tiempos de producción, un control que debía pasar directamente a pertenecer a la Dirección de la empresa. En palabras de Taylor: “Quien domina y dicta los modos operarios se hace también, dueño de tiempos de producción”.

Se trataba por lo tanto de sustituir cualquier poder obrero sobre el proceso de producción por las normas patronales, y esto se logró a través de la creación de unas formas de organizar el trabajo que permitieron sustituir al obrero especializado y sindicado por una fuerza laboral que no tenía ningún oficio y ningún tipo de pertenencia a una organización sindical.

Con todo esto el taylorismo siguió con ese proceso de aumento de la acumulación de capital a través del aumento de la productividad del trabajo que ya se había iniciado anteriormente con la introducción del sistema fabril, el maquinismo y la división del trabajo.

El sistema taylorista de organización científica del trabajo se basó en dos herramientas: el análisis y control de los tiempos de producción y los movimientos del trabajador. En palabras de Coriat, a través de estos dos instrumentos estaba asegurado “un formidable incremento de la productividad y, sobre todo, de la intensidad del trabajo, sin olvidarnos del aumento formidable de la tasa de explotación”.

- La racionalización del tiempo: El cronómetro.

Con la introducción de la organización científica del trabajo en el sistema industrial, comenzaron a medirse y a controlarse escrupulosamente los tiempos de producción. Esto se consiguió a través de la introducción del cronómetro en los talleres y la medición exhaustiva de dichos tiempos y la asignación de los mismos para cada tarea, de forma que “los tiempos asignados para cada tarea o grupo de tareas eran revisados, reevaluados y después fijados de manera estricta por el personal directivo. Todo el tiempo que el trabajador pasaba en la fábrica se empleaba de manera productiva en series de tareas muy precisas, cuya naturaleza y duración eran fijadas de manera despótica por el maquinismo y su movimiento” (Benjamin Coriat).

Esta obsesión por la racionalización y el aprovechamiento del tiempo ya había sido introducida por la ética calvinista, como señaló Max Webber en su momento. Una ética que acabó abarcando no solamente el ámbito de la producción y el trabajo, sino que se extendió a todos los demás ámbitos de la vida: el ocio, la cultura, el deporte, etc.

[Meter apuntes sobre taylorismo del año pasado]

- La cadena de montaje.

La otra herramienta con la que la organización científica del trabajo logró aumentar la productividad de la fuerza laboral fue la definición y el posterior control de los movimientos necesarios para la realización de cada tarea, una herramienta taylorista que posteriormente fue perfeccionada por Henry Ford a través de la introducción de la cadena de montaje en las fábricas.

[2ª Práctica → Comida S.A. (Food Inc.) → voz 5 → la taylorización de la industria agroalimentaria]

A través de la introducción de la cadena de montaje en las fábricas y talleres el capital consiguió eliminar aún más los tiempos muertos y facilitar así el flujo continuo de la producción. Así, a través de esta técnica se aseguró que no fuera el trabajador quien tuviera que desplazarse por el taller ya que era la propia pieza la que transitaba por todo el taller mientras que los trabajadores se quedaban quietos en su puesto de trabajo, de forma que “el órgano se encontraba completamente montado al final del transportador” (Bulletin Renault).

Actualmente estos métodos han sido importados desde el mundo del trabajo hasta el mundo del consumo. Así, la misma rutina suele ser utilizada para forzar a los consumidores a comprar cuando acuden a los centros comerciales. Un ejemplo de ello es el caso de Ikea, donde el consumo es encauzado por todo el establecimiento a través de recorridos marcados.

Como ventajas de la introducción de la cadena de montaje sucedió que el capital pudo economizar la mano de obra necesaria para producir y su manutención y además fue capaz de imponer una regulación autoritaria de los ritmos de trabajo. Así, esa cadencia del trabajo, que estaba en manos de los trabajadores, acabó exclusivamente dependiendo de la Dirección de las empresas. Así, la cadencia del trabajo quedó regulada mecánicamente, de manera totalmente exterior al obrero, por la velocidad dada al transportador.

- La especialización y el aumento de la productividad.

Otra de las innovaciones que introdujo Henry Ford en la organización taylorista del trabajo, fue la especialización. Esta especialización se dio a través de la creación de fábricas que solamente producían un tipo de pieza y que eran manejadas por obreros no cualificados que solamente ejecutaban un tipo de operación que podía ser aprendida en poco tiempo y sin ningún tipo de metodología técnica. De esta

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