Analisis del libro lagrimas.

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Es interesante cómo después de un duelo, podemos imaginar que el destino y la vida se a unido para recordar a la persona que ya no está con nosotros, “seudoalucinaciones” les llama Bucay, o el hecho cómo es que nosotros adoptamos manías o costumbres que la otra persona hacia cuando estaba con nosotros, planteaba el ejemplo de agarrarle el gusto a la cocina, cuando nunca en la vida nos habíamos interesado en esta y solo es así porque la persona que ya no está con nosotros, le gustaba.

Considero que elaborar un duelo es doloroso, estresante y puede desarrollar emociones de enojo y frustración por privarnos de su existencia y creo yo que es más frustrante cuanto antes de la partida ya existían planes de alguna forma con esa persona y no hablo solo de muerte, sino la ruptura de una relación, o un divorcio, el acostumbrarse tanto a una persona y de la nada de ya no está en tu vida puede desatar la tristeza, que a su vez es sana porque es la que nos ayuda a superar perdidas, pero que al momento no lo vemos así.

En el libro nos plantea los los diez sí, el primero de ellos es el permiso, y con esto se refiere a darnos el permiso de sentirnos mal, vulnérales, ya que como dice ningún camino se termina si antes no se comienza a recorrerlo, la confianza será uno de nuestros recursos para salir adelante, todos hemos oído la frase “cuando una puerta se cierra, otra se nos abre”, creo que es verdad porque cuando estamos en esta situación pareciera que no estamos dispuestos a buscarlas, pero aun así llegaremos a la aceptación, hablar de la perdida, visitar el cementerio, todo puede ayudar a ir sanando poco a poco la herida, y saber que la vida está llena de nuevas posibilidades, y que no hay nada malo en querer disfrutar, en querer ser feliz, y así agradecer a las personas que están con nosotros, por cada palabra, por su presencia y porque no por sus silencios, también están las tres D: mucho descanso, algo de disfrute y una pizca de diversión, que a su vez llena de aprendizaje, aprender a vivir sin esa persona, de otra forma, es necesario tener bien definido nuestra identidad sexual, nuestra posición filosófica , nuestra relación con los padres, nuestro proyecto de vida pero más importante aún, nuestra postura frente a la muerte y por lo último poder compartir lo aprendido y ayudar a alguien mas a poder enfrentar su duelo.

También menciona las etapas del duelo, que ejemplifica con una herida que sangra, está la incredulidad, la regresión, la furia, la culpa, desolación la fecundidad y por último la aceptación, y es impresionante y un poco doloroso saber que siempre que lloramos por una perdida, aun en el caso de un divorcio, lloramos por perder lo que, nos guste o no, ha sido determinante en que yo sea quien soy, todo lo que esa persona nos dio no se lo llevo con ella, nos damos cuenta de que podemos tener dentro de nosotros lo que es persona, es una manera de tener a la persona con nosotras, entonces se supera pero no se olvida, cuando se pasan por estas diez etapas, la heridas ya no duelen y con el tiempo ya no se notan aunque se sabe que están ahí.

Por ultimo abordare el poder ayudar a alguien que sufre un duelo, esto puede ser tan sencillo o tan fácil y todo dependerá de la persona si es que se deja ayudar, puede ser el simple hecho de escuchar