Análisis Lazarillo de Tormes y Juguete Rabioso
Enviado por mondoro • 29 de Agosto de 2018 • 1.313 Palabras (6 Páginas) • 707 Visitas
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(más antagonistas que protagonistas) pertenecientes al sector menos pudiente de la sociedad; al sector excluido. Estos personajes se vuelcan a la profesión criminal y nos es narrada su odisea por el camino de la delincuencia. Una vez más, el recurso humorístico tratado puede hallarse en uno de los delitos cometidos por la banda, que decide entrar ilegalmente a una escuela y robar libros de la biblioteca. ¿Por qué unos adolescentes de clase baja, pudiendo tomar tantas cosas de forma ilícita escogieron un montón de libros para apropiarse?
“Altas estanterías barnizadas de rojo tocaban el cielo raso, y la cónica rueda de luz se movía en las oscuras librerías, iluminando estantes cargados de libros.
Majestuosas vitrinas añadían un decoro severo a lo sombrío, y tras de los cristales, en los lomos de cuero, de tela y de pasta, relucían las guardas arabescas y títulos dorados de los tejuelos. Irzubeta se aproximó a los cristales. (…) Al volver a mí sus ojos, dijo sonriendo:
—Sabés que hay buenos libros
—Sí, y de fácil venta.”
Buenos libros y de fácil venta. Buenos libros a los que ellos no parecen tener acceso. De fácil venta porque al parecer son pocos los que lo tienen. La descripción de Silvio (nuestro protagonista, también narrador) de la biblioteca nos la muestra como inmensa, lujosa aunque sombría, extraordinaria. Su cómplice se sonríe al poder apreciar todo aquello. Aquí subyace la ironía; no se trata de una mansión que alberga oro, joyas y diamantes, sino de una escuela, de una biblioteca.
Los contextos de las obras son diferentes; una se sitúa en la Buenos Aires próxima a las inmigraciones de los años 20 y la pobreza que estos acarrearon consigo, donde un chico, acompañado de su pandilla, en un intento de “dominar la ciudad” termina siendo el dominado. La otra ocurre en España por el siglo XVI, y nos muestra las injusticias que un niño era obligado a soportar en la sociedad del momento. Teniendo esto en cuenta, se puede rescatar otro aspecto que La vida del Lazarillo de Tormes y sus fortunas y adversidades comparte con Juguete rabioso. Aunque pueda pasar desapercibido y ser tachado de irrelevante para nuestro análisis, la edad es un factor influyente para lo que se busca generar en el lector. Claramente, no se lograría el mismo efecto si de un hombre (u hombres) entrado(s) en años se tratara. El hecho de que sean niños los que se enfrentan a la crudeza de la vida hace de la inocencia un recurso no risible que se vale de la ironía. No entienden la realidad que están viviendo, y la transitan con ingenuidad, no críticamente. La construcción de dicha apreciación queda en manos del receptor de la obra.
Los vicios de las marcadas clases sociales son evidenciados en estos textos literarios, como ya se dijo en repetidas ocasiones, de forma irónica. Ambos con carácter autobiográfico que aumentan el impacto de lo que las historias transmiten, nos llevan a apreciar el contraste entre el humor y la seriedad, juegan con la fina línea que separa lo trágico de lo cómico. “El humor es una crítica comprensiva y compasiva que se halla a medio camino entre la risa y el llanto”
La gran retórica del asunto se encuentra en la naturalización de la forma de vida marginada que adoptan los personajes, en la aceptación. En la ironía de saber que no son capaces de aspirar grandes cosas, de esperar un futuro mucho mejor, por lo que caen en el conformismo, y aun así, se espera una reflexión en la sociedad consumista de estos textos. Si tomamos a la literatura como un lenguaje artístico, y asimismo al arte como una forma de expresión, un agente de cambio, podemos ver cómo esta se vale de diferentes recursos para lograr una movilización. En este caso, los narradores se ponen en la posición de no saber, de no ver, de no sentir. Esto no significa que no sepan, que no vean y que no sientan, sólo significa que lo consienten.
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