Análisis literario de textos del Siglo de Oro

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y nadie sufre por eso. El escudero se encuentra con un niño llamado Lazarillo y le ofrece ser su amo, Lazarillo acepta. Lazarillo muy bien lo conocemos como un niño solitario en búsqueda de un techo y comida. Este niño, actúa de una manera diferente que con los otros amos que ha tenido en el pasado, ya que mientras los anteriores tenían comida, no la compartían. El escudero pasa hambre y es Lazarillo el que sale a mendigar por las calles y lo mantiene el tiempo que permanece con él.

“Sentéme al cabo del poyo, y porque no me tuviese por glotón, callé la merienda. Y comienzo a cenar y morder en mis tripas y pan, y, disimuladamente, miraba al desventurado señor mío, que no partía sus ojos de mis faldas, que aquella sazón servían de plato. Tanta lástima haya Dios de mí como yo había dél, porque sentí lo que sentía y muchas veces había por ello pasado y pasaba cada día. Pensaba si sería bien comedirme a convidalle; mas, por me haber dicho que había comido, temíame no aceptaría el convite. Finalmente, yo deseaba aquel pecador ayudase a su trabajo del mío, y se desayunase como el día antes hizo, pues había mejor aparejo, por ser mejor la vianda y menos mi hambre.” –el escudero

Aquí es cuando el escudero admite cuan hambriento esta, pero su orgullo lo impide hacer lo necesario. Es aquí, cuando el Lazarillo ya se convierte en un hombre, cuidando y luchando por su bien y el del escudero. El Lazarillo se convierte en un Lázaro.

​En fin, este ensayo me hizo pensar al más allá. Con el escudero, aprendí que uno nunca debe esconder quien es en realidad, si una persona no está satisfecha con lo que es o con lo que tiene, es cuestión de luchar e ir afuera y trabajar fuerte para mantenerse y conseguir lo que cree que es necesario. Pienso que el escudero es un conformista y su autoestima es bien bajo. El escudero no fue malo, solo porque no enseña ante la sociedad como en realidad es él, no significa que es una persona mala. El escudero es de estos tipos de personas que lo que piensen los demás es sumamente importante, es quien también ayuda a un niño, sin conocerlo, a darle un techo. A veces me he puesto a pensar si a mí verdaderamente me importa lo que las personas piensan de mí, y en un punto puedo entender al escudero. Yo disfrazo ese detalle de mí, de vez en cuando me importa lo que las personas piensan de mí, pero no lo enseño mucho. De Don Juan uno podría aprender que si uno miente y hace daño, al final uno paga lo que causa. Don Juan sin pena o dolor causaba dolor y sufrimiento, y por tanto orgullo no se arrepentía ni se disculpaba, pero su final mejor no pudo estar. Para todo hay consecuencias, tarde o temprano pagas tus engaños y daños.