Bienvenido bob.

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en el Bob que amaba la música, en el Bob que planeaba ennoblecer la vida de los hombres construyendo una ciudad de enceguecedora belleza para cinco millones de habitantes, a lo largo de la costa del río; el Bob que no podía mentir nunca; el Bob que proclamaba la lucha de los jóvenes contra los viejos, el Bob dueño del futuro y del mundo. Pensando minucioso y plácido en todo eso frente al hombre de dedos sucios de tabaco llamado Roberto, que lleva una vida grotesca, trabajando en cualquier hedionda oficina, el hombre que se pasa estos largos domingos hundido en el asiento del café, examinando diarios y jugando a las carreras por teléfono. Hablo con él, sonrío, fumo, tomo café. Todo el tiempo pensando en Bob, en su pureza, su fe, en la audacia de sus pasados sueños. Pensando en el Bob que amaba la música, en el Bob que planeaba ennoblecer la vida de los hombres construyendo una ciudad de enceguecedora belleza para cinco millones de habitantes, a lo largo de la costa del río; el Bob que no podía mentir nunca; el Bob que proclamaba la lucha de los jóvenes contra los viejos, el Bob dueño del futuro y del mundo. Pensando minucioso y plácido en todo eso frente al hombre de dedos sucios de tabaco llamado Roberto, que lleva una vida grotesca, trabajando en cualquier hedionda oficina, casado con una mujer a quien nombra “mi señora”; el hombre que se pasa estos largos domingos hundido en el asiento del café, examinando diarios y jugando a las carreras por teléfono”. Así lo expresa (Onetti, 2006, Pag.75)

Y finalmente la discriminación a la que se enfrenta al ser rechazados y excluidos en muchas situaciones por ser viejos. Bob explica el porqué de su negativa ante el deseo del narrador de casarse con su hermana Inés, es así que expresa que el narrador, al ser un hombre viejo que no va a ninguna parte, es decir no tiene sueños que perseguir, no tiene la oportunidad de casarse con Inés. Muchas personas mayores se sienten desmotivadas, no solo porque no tienen la energía para proponerse objetivos y cumplirlos, sino también porque muchas veces la sociedad ya no les brinda oportunidades de hacerlo. No es que este hombre a su edad fuese especialmente malo, es que la vejez degrada. Se muestra sentido perecedero de la vejez ante las personas. “Pero se puede decir en dos o tres palabras. Usted no se va a casar con ella porque usted es viejo y ella es joven. No sé si usted tiene treinta o cuarenta años, no importa. Pero usted es un hombre hecho, es decir deshecho, como todos los hombres a su edad cuando no son extraordinarios “Así lo expresa (Onetti, 2006, Pag.72).

Para finalizar, en conclusión, se puede decir que algunos adultos tienden a despreciar el trabajo de los jóvenes, ya sea por envidia o por el hecho de que pueden llegar a cumplir mejores metas que los adultos de ahora, lo que genera un resentimiento de adultos hacia jóvenes y desmerecimiento de los mismos, entonces, ¿será posible vivir en un mundo donde los adultos traten de que los jóvenes progresen más que ellos?

Oviedo J.M (Comp). (2006) Antología crítica del cuento hispanoamericano del siglo XX (1920-1980)2. La gran sintesis , Madirid: Alianza Editorial