Caperucita en Manhattan

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Vivian, la madre de Sara, es un personaje que nos enseña un estereotipo de la mujer tradicional. En mi opinión su vida es muy rutinaria. Está concentrada solamente en su trabajo y las cosas que concernen a su familia y su casa. Además, es una mujer miedosa y convencional. Siempre mira al mundo exterior con recelo y parece como una persona que quiere controlar todo el mundo. No hace nada para sí mismo y por eso no se siente feliz. La única cosa que le gusta hacer es prepar un pastel, que según su marido es mejor que los hechas por el rey de las tartas: Edgar Woolf. Cuando Vivian prepara su tarta de fresa siempre sabe que es una de pocas cosas que hace tan bien. Creo que gracias a esta tarta gana su libertad, que no dura mucho tiempo pero por lo menos tiene ocasión para sentirse bien y libre.

Samuel, tal y como su esposa, es una persona privada de la libertad. No aprecia su esposa, siempre tirando los sandwiches que prepara para él y comiendo algo en un chino. El único momento en que él me parece feliz y libre está cuando alaba a Vivian por hacer la tarta de fresa con motivo del cumpleaños de su hija. Pero por otro lado, pienso que dice tan buenas palabras sobre su tarta no porque está sincero, sino porque quiere mostrarse a todos como un marido ideal, que quiere y adora su mujer, que por supuesto no tiene nada que ver con la realidad. Por lo tanto puedo constatar sin rodeos que es un personaje privado de la libertad y que, detrás de eso, es una persona muy infeliz.

El personaje que es totalmente contrapuesto de los padres de Sara es su abuela, Rebecca Little, conocida como Gloria Star porque era una cantante. A pesar de que ya no está jóven, sigue se siente como una actriz que es eternamente atractiva y que le admiran los hombres. Su vida es un poco desordenada pero vive con mucha alegría y que lo más importante, con mucha libertad. Es muy libre porque es capaz de vivir sola en su casa y prepararse la comida. Además, disfruta su tiempo leyendo los libros, tocando el piano o dando paseos largos por el parque. Siempre hace lo que piensa, no le preocupe que para su hija y yerno está demasiado vieja para dar unos conciertos. Según su opinión es un poco loca porque teniendo este edad no se ve bien cuando alguien toca al bingo. Aquí podemos observar una lucha entra la libertad que tiene la abuela y el control que le gusta hacer su hija Vivian. Le impone a Sara el estilo de la vida que tiene su la mejor abuela. Gloria Star le enseña como disfrutar el tiempo presente, viviendo día a día sin preocuparse por las cosas. Dice a ella que siempre tiene que ser ella misma, sin ponerse una máscara a su cara o imitar a otra persona. Todo ello hace que Sara y su abuela tienen una conexión especial: son muy unidas, como las mejores amigas.

A partir del capítulo seis, que empieza la segunda parte del libro, conocemos el personaje más fantástico de la obra: Miss Lunatic. Es una mujer indigente que siempre pasea por las calles de Manhattan con su antiguo carrito, como carreola, cantando las canciones en el ritmo de balada o de nana o himnos heroicos. Este carrito está constantemente lleno de muchas cosas que cambia por un plato de sopa. Es una anciana que, según ella, tiene 75 años. Conoce muy bien la historia, especialmente de Francia y habla con un acento francés, así que podemos sospechar que proviene de una familia Francesa. A pesar de estar como una mendiga, está conocida por todos ciudadanos, gracias a su rareza, y tiene amigos del mundo tanto pobre como rico. Gracias a su sumamente positivo pensamiento y a esto que no habla como un descosido todos ven en ella una buena persona y la gente la quiere y le trata con respeto y cariño. Cuando pasa algo malo o alguien tiene problemas, siempre está al lado para ayudarle a resorverlos, no viendo en esta ayuda su propio interés. La única cosa que extraña a todos es que Miss Lunatic nunca quiere ninguna ayuda en forma de dinero. Siempre desenvuelve sin dinero y se siente muy feliz estando en esta situación. Es una mujer muy sabia y honesta pero en el mismo tiempo muy extraña. Vive para los demás y esto le produce una alegría enorme. Ya al principio nos enteramos que para Mis Lunatic las más importantes son libertad, paz e igualidad cuando defiende a algún negro en un bar. Como la abuela de Sara, es un personaje muy positivo. En el primer capítulo en que está presente leemos sobre su encuentro con el comisario de policia O´Connor quien le propone salario a cambio de estar su confidente. En este fragmento advertimos que Miss Lunatic es un personaje creada para enseñarnos la cosa muy importante: el dinero puede ser para nosotros como nuestro el más grande enemigo y que aceptando su oferta, perdiría lo que es lo más fundamental para todos los seres humanos para ser feliz, es decir, la nuestra libertad. El personaje de Miss Lunatic voy a analizar más profundamente en los siguientes pasos de mi trabajo porque su presencia es muy importante en esta obra, o mejor dicho, gracias a ella podemos conocer más exactamente el tema principal de Caperucita en Manhattan.

El siguiente personaje que aparece en el capítulo seis es un veterano comisario del distrito de Harlem, comisario O’Connor. Como ya he mencionado, lleva a cabo una conversación con Miss Lunatic. O’Connor intenta a explicar a Miss Lunatic que la vida sin dinero es muy dificil pero según ella todos que trabajan mucho y ganan dinero para vivir, en efecto olvidan como vivir. Miss Lunatic cuenta al comisario que para ella la sabiduría de como vivir es la única riqueza. Dice también que sólo la vida libre tiene valor y que el dinero no causa que estamos libres, sino nos quita la libertad. En mi opinión el comisario O´Conor es el siguiente personaje privado de la libertad pero al mismo tiempo es un personaje positivo porque quiere ayudar a la anciana y que en realidad queire tener la libertad. Creo que no la tiene porque siente miedo, a diferencia de su interlocutora que nunca sentía esta sensación.

En el siguiente capítulo conocemos otro personaje muy importante para este libro. Es Mister Woolf, un enormemente rico dueño de una grande y famosa pastelería, The Sweet Woolf. Todo el edificio de 40 pisos, donde está la pastelería y tres limusins son de él. Sus tartas son las mejores en todo el Manhattan y su pastelería siempre está llena de gente. A primera vista pensaba que Mister Woolf es una persona muy feliz y que tiene mucha suerte. Pero en la conversación con Miss Lunatic nos enteramos de su mal estado. Le conoció paseando solo por el parque y pensando sobre eso que está solo en este mundo y no tiene nadie. Dice a Miss Lunatic que está desesperado pero no sabe por qué y que nada le interesa y deleita, ni su vida. Reconoce que se preocupa por las tonterías. Además, según los ciudadanos, es una persona