Comentario "Yo soy un hombre sincero"

...

Asimismo, queda claro que objeto lírico del hablante es su patria y su gente. Esto se ve enfatizado en el poema por el uso del término “hijo” para referirse al pueblo cubano, como se ejemplifica en el simbolismo “Y no es un suspiro, -es / Que mi hijo va a despertar”. El hablante siente tanto amor por su tierra y por su pueblo que lo compara con un hijo. En otras palabras, este despertar de su hijo alude a las nuevas generaciones que se han identificado con los ideales independentistas de la época que el propio hablante difunde, y que finalmente se despiertan y fortalecen con el valor para ganar su independencia y desterrar a los españoles de Cuba.

Habiendo mencionado todos los ejemplos previos, el hecho de que el hablante aluda a ideales de independencia con un genuino sentimiento patriótico por su tierra y por su gente permite asociarlo con el mismo José Martí, escritor de este poema, pudiéndose asumir que quien habla en el poema es el mismo Martí. Bajo esta idea, puede entenderse el motivo lírico del poema. El hablante señala en la primera estrofa que antes de morir desea expresar lo que siente en su alma, pues no quiere que todo lo que tiene por decir muera con él. Como fue mencionado, a lo largo del poema denota su preocupación por las condiciones de vida de su gente ante el dominio español y se enfoca en darles esperanza de que un día, las cosas mejorarán. De manera análoga, Martí fue un líder en el proceso de independencia de Cuba, y por su activa participación en combates con los españoles, era incierto el tiempo que acompañaría a su gente. En ese sentido, Martí expresa en su poema el deseo de que su gente reclame lo que es suyo y viva como una nación independiente, en una forma de llamado esperanzador a los cubanos de que las cosas siempre van a mejorar.

En síntesis, en el poema “Yo soy un hombre sincero…” José Martí crea un hablante cuyos ideales y sentimientos hacia la patria y el pueblo cubano permite asociarlo al mismo Martí. Con este hablante, Martí hace un llamado a sus compatriotas a tomar control de su situación y desterrar de Cuba el dominio colonial español, independizándose y viviendo sin abusos y sufrimiento. La esperanza en este llamado es clave, puesto que el hablante enfatiza que por más tristes y oscuras que se vean las cosas en aquel momento, siempre hay una luz al final del túnel.