Desde ese día no dejé de pensar en él. Fue algo instantáneo, su mirada y la mía se cruzaron. No me importo nunca su manera de vestir, esa ropa negra, sus pantalones rasgados. Solo me importaba él.

...

Al entrar, estaba él atado a una silla. Su cara esta llena de sangre al igual que sus piernas, brazos, todo. Yo no entendía nada, la chica me tiró al lado de él. Rompí en llanto, no quería verlo así.

En el piso había un cuchillo, lo agarré y me fui encima de ella. ¡Maldita, idiota! ¿Porque le haces esto?-enterré el cuchillo en su hombro. Ella sacó una navaja e intentaba cortarme. Yo me moví muy rápido, no sabía como estaba haciendo todo eso. Solo pensaba en salvarlo. Solo eso me importaba.

La chica se abalanzó sobre mi- ¿Crees que lo salvarás de mi? Me dijo, y enterró la navaja en mi pierna. Sentí que no podía más. La chica se dio la vuelta al verme tirada en el piso desangrándome.

¡Lo matará! ¡lo matará!-No me rendiré-Susurré.

No se de donde saqué fuerzas pero me levanté como pude y clavé el cuchillo en su espalda, cuando calló al piso la miré y le dije- Si lo salvaré de ti, perra. Y enterré con todas mis fuerzas el cuchillo en su pecho una y otra vez. La chica estaba muerta. Lo salvé. Tomé una camisa y la amarré en mi pierna. Y fui a buscarlo, lo liberé de esa maldita silla que le estaba haciendo daño. Me miró muy aliviado. Gracias, esa chica era una psicópata-Dijo. De nada, yo soy capaz de todo por ti, Fui una tonta al no ser sincera contigo y decirte lo que siento-le dije yo.

No te preocupes por eso, ahora estás aquí conmigo. Ya podemos ser felices juntos. Te amo-Dijo él. Y me besó.