Don Quijote de la Mancha redacción.

...

- Hola, buen día, ¿se acuerda de mi?

- Si como olvidarte, sos la que va a llevar a la gloria mi libro.

- Muchas gracias señor, pero no me dio ninguna clase de explicación acerca de su libro, siquiera tiene un título.

- ¿Cómo que no? Esas hojas se deben haber volado en la lucha que tuve con los malhechores que rodeaban ese fabuloso castillo de la educación; esas largas y finas cuchillas que me tendieron una trampa creyendo que iba a caer, dejándome un pequeño espacio para pasar y luego apuñalarme por la espalda, digno de traidor.

Yo estaba anonadada por su discurso y ya estaba empezando a recriminarme porque me había dejado llevar por mi inquietud. Y le respondí, tratando de llevarle la corriente:

- Si no es usted al único a quien quieren atacar.

- Pero no pudieron contra mi genio.

- Estoy de acuerdo. ¿ha sido usted quién escribió este libro?

- Por supuesto que sí bella dama, me eh inspirado en un gran personaje El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, eh hecho lo posible por cambiar la forma de escribir sobre los libros de caballeros.

- ¿Y cómo me dijo que se llama?

- Yo soy el gran Miguel de Cervantes Saavedra, a su disposición.

Definitivamente ese hombre estaba loco; me invitó a su castillo a hablar sobre el libro y yo accedí a su invitación.

Dentro de él había muchísimos libros, y tenía una ambientación muy típica de la época de los caballeros. Nos sentamos y le hice unas cuantas preguntas:

- ¿Lee usted mucho verdad?

- Sí, porque leer es la forma que el hombre tiene para conectarse con otro planeta.

- Pero usted vive en este planeta, ¿no cree que debería empezar a ver la realidad?

Cervantes me respondió con un tono de enfado:

- Esta es mi realidad.

- Pero no la del resto, en esta era ya no existen los caballeros, ni los escuderos. Ya se extinguieron las armaduras, creo que usted ah leído demasiado y se ah creído todo lo que leyó.

- Le pido por favor que se retire de mi castillo, mi escudero lo acompaña hasta la puerta. Y no quiero que vuelva a pisar este lugar si no es para decirme que mi libro fue un éxito.

Me fui muy extrañada pero ya entendía la raíz de lo sucedido.

Le conté a mi profesora de Lengua todo lo que había pasado y las dos estuvimos de acuerdo con editar el libro y completarlo con los datos que nos faltaban. Así fue como el libro “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha” fue un éxito en todo el mundo, y traducido en más de 23 idiomas.

Luego de cinco meses volví a la posada donde vivía Cervantes, pero me llevé una grata sorpresa… el lugar estaba deshabitado, desolado. Rompí un vidrio de un piedrazo para ver que había adentro, parecía que la habían abandonado no hacía mucho. En la casa faltaban todos los libros, asique supuse que se habían ido en busca de otra aventura de caballeros.

Cada tanto pasaba por aquel castillo pero nunca veía nada. No obstante una tarde, cuando volvía de lo de una amiga vi en la puerta un papel pegado, me acerqué y decía: “Aca tenes la segunda parte del libro que cambió por completo la forma de escribir sobre caballeros” y justo antes de la puerta, en el piso, había un libro envuelto en celofán y un moño rojo.

Eugenia Bertolotto 5º2.

4/10/2010

Redacción Nº1