ENSAYO “EL ARTE DE LA GUERRA”

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Unos concejos son no atacar al enemigo cuando huyan de repente, no consumir alimentos que dejen tirados los adversarios, ya que estos pueden estar envenenados, no seguir a las tropas más expertas ya que esto podría ser una emboscada, todo esto servirá para conseguir buenos resultados analizando todo lo que afecta y lo que puede ayudar a la victoria.

CAPITULO 8: Sobre los nueve cambios

Los generales deben saber manejar cualquier tipo de terreno, saber cuándo pueden instalarse en un lugar y cuando no, este análisis ayuda a evitar peligros ya que la naturaleza es muy cambiante y también que en cualquier terreno no se pueden quedar ya que puede ser “una presa fácil de cazar”. Como hay rutas que no se deben tomar, también hay ciudades que no se deben atacar, terrenos en los que no se pueden pelear y hasta gobernantes a los que no se deben seguir órdenes. Así que un buen general, debe saber tanto del terreno que lo rodea y como aprovecharlo cuando se inicie la lucha armada, debe comprometerse hasta la muerte, no debe dejarse llevar por las emociones y cuando ven una buena oportunidad deben aprovecharla al máximo sino mejor encerrarse a esperar el momento exacto, todo esto es cuestión de estrategia.

CAPITULO 9: Sobre la distribución de los medios

Un buen ejército para lograr una victoria segura debe conocer diferentes señales que avisan sobre cómo está posicionado el enemigo, como quiere que las tropas se muevan, etc. Por eso las señales más comunes pueden ser el huir de los pájaros, esto significa que el enemigo está cerca, el temor de los animales, el movimiento de los árboles, los residuos de madera, humo, todo esto ayuda a saber que espera el enemigo, como se ubica, que tan fuertes están y hasta que tan preparados están sus soldados. Así que cuando se vean obstáculos en el camino, cosas extrañas que no deben ir en el lugar, hay que tomar otro rumbo, para no correr riesgo de trampas ni demás cosas que afecten los planes. También hay otras señales que demuestran debilidad del enemigo como el susurro de los soldados contrarios, cuando el enemigo actúa aisladamente, esto representa que carece de planes, y puede ser derrotado. En cuanto al susurro de los soldados enemigos, esto puede representar complot, división entre ellos, falta de organización y que pronto estos soldados van a abandonar al general porque simplemente no están convencidos de lo que hacen o no se les trata bien y eso muestra ineptitud y que no es un buen líder.

CAPITULO 10: Sobre la topología

Se sabe que algunos terrenos donde se quiere combatir son fáciles, otros difíciles y otros son neutros, para esto se debe saber que hacer en cada caso para no perder la batalla por desconocimiento. Si se es fácil acceder a un terreno, se debe llegar de primero, así se escogen los lugares más altos para poder proveer de suministros a las tropas. Si se va a combatir en un terreno difícil de salir, para esto se debe conocer en qué condiciones están los enemigo con eso se sabrá si se sigue o no el camino. Cuando el terreno es neutro, no hay que aprovecharse del enemigo, solo hay que mostrar que se va a retirar y cuando ellos empiecen a ir, entonces se ataca para aprovechar una situación favorable. También hay otras condiciones de terreno como lo son: estrecho, accidentado, abierto, aquí se debe saber ubicar, dependiendo si es el terreno estrecho, aquí se debe llegar y ubicarse en todo el lugar para no dejar espacios a los enemigos. Si es el terreno accidentado, se debe ocupar los puntos altos y soleados para estar pendiente de la llegada del contrario. El terreno abierto es el más difícil de encontrar ventajas ya que aquí se encuentran en igualdad de condiciones.

Por otra parte encontramos 6 maneras de ser derrotado las cuales son: La primera es no calibrar el número de fuerzas; la segunda, la ausencia de un sistema claro de recompensas y castigos; la tercera, la insuficiencia de entrenamiento; la cuarta es la pasión irracional; la quinta es la ineficacia de la ley del orden; y la sexta es el fallo de no seleccionar a los soldados fuertes y resueltos. Estos seis aspectos si no son entendidos y no se tratan de combatir pueden acabar con ejercito sin necesidad de que allá un enemigo. En conclusión se podría decir que para poder vencer hay conocerse uno mismo, para después conocer a los demás y así ganar, pero si esto no ocurre, empezaran a haber problemas y dificultades.

CAPITULO 11: Sobre las nueve clases de terreno

Las nueve clases de terreno que existen y que se deben saber sobre ellos son: terreno de dispersión, territorio ligero, terreno clave, terreno de lucha, terreno de comunicación, terreno de intersección, terreno difícil, terreno desfavorable, terreno cercado, terreno mortal. Si un batallón es capaz de sobrevivir a cualquiera de estos terrenos, ya es victorioso, pero no hay que quedarse en estos terreno ya que es perjudicial, en momentos difíciles hay que luchar, comunicarse, planear, sigue andando hasta encontrar el momento indicado para salir y para vencer.

Así que cuando el enemigo ofrezca oportunidades para atacar, hay que aprovecharlas, ya que estas son muy difíciles de darse. Para esto se debe saber que es lo que está planeando el enemigo y anticiparse a él para poderlo vencer, esto con disciplina y disposición de adaptarse se podrá lograr.

CAPITULO 12: Sobre el arte de atacar por el fuego

Con el fuego se puede atacar de varias formas como: quemar a las personas, quemar los suministros, quemar el equipo, quemar los almacenes y quemar las armas. La utilización del fuego representa claridad al momento de atacar pero el agua ayuda a incomunicar, pero no arrasa. En conclusión se puede decir que actuar con ira no es beneficioso, ya que la muerte no debe o no podría producir alegría. También se podría decir que un gobierno con metas claras, tiene en cuenta estos aspectos, esta es la manera de tener un gobierno estable.

CAPITULO 13: Sobre la concordia y la discordia

Para conocer la información del enemigo se deben utilizar espías, ya que estos ayudan a obtener información clave para conocer debilidades y fortalezas del contrincante. Existen cinco clases de espías: el espía nativo, el espía interno, el doble agente, el espía liquidable, y el espía flotante. Los nativos son habitantes de la nación enemiga; el espía interno está entre los funcionarios enemigo, esto quiere decir, se desarrolla en los altos mandos; los espías dobles son contratados de los espías que antes servían para el enemigo; los espías liquidables

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