El extranjero: La indiferencia y la insensibilidad

...

Los interrogatorios.

Luego de ser arrestado es interrogado varias veces y siempre demuestra poco interés. Por ejemplo, en una de las primeras oportunidades reconoce que no había elegido un abogado por el simple hecho de considerar que no era necesario tener uno, ya que todo era muy simple. Durante todos los interrogatorios que se desarrollan el considera que no tienen importancia alguna todo lo que se discute y lo que se le pregunta. Esto llega a su punto máximo cuando el juez de instrucción comienza a hablarle de Dios y él niega rotundamente su creencia y le dice que le aburría la conversación. Al repetirse durante once meses estos interrogatorios, Meursault se acostumbró a ese ambiente y a las preguntas, sin embargo su indiferencia y desinterés por el futuro se acrecentaba a medida que pasa el tiempo y es destacable que, incluso estando en juego su libertad, no tenga ganas de luchar por ella.

La cárcel.

Los deseos.

Una vez que es encerrado en la cárcel, Meursault comienza a tener pensamientos de hombre libre, es decir, tiene deseos de estar en una playa y de bajar hacia el mar, escuchar el ruido de las olas, sentir su entrada al agua, etc. Tiene deseos de estar con mujeres, a los cuales entiende como naturales por el hecho de ser joven. No piensa necesariamente en María, sino en varias mujeres, en todas las que había conocido. También desea fumar, ya que cuando llega a la cárcel es despojado de todas sus pertenencias, incluyendo los cigarrillos y luego no se le permite fumar. Sin embargo, se acostumbra a su situación y pierde estos deseos y comienza a desinteresarse por la libertad, por las mujeres y por los cigarrillos. Esto se puede ver cuando más adelante se le ofrece un cigarrillo y él lo rechaza. Pierde el interés por lo que antes hacía en la vida diaria y su principal problema consiste en cómo matar el tiempo. La indiferencia en su forma de vivir y la insensibilidad con la que afronta esta situación se destacan notoriamente.

El juicio.

Este momento representa un momento clave en el desarrollo del libro ya que se determina la inocencia o la culpabilidad de Meursault. Sin embargo, él no lo vive de esa manera. Al principio siente interés en atraer la atención de la gente y luego lo pierde. Siente mucha fatiga al estar ahí, no presta atención a lo que ocurre, se siente incómodo por el calor, quiere que todo termine rápido para poder volver a su celda y dormir, ni siquiera se preocupa por quienes lo defienden al sentirse abatido, no tiene la iniciativa de mirar a María y sólo lo hace en el final, etc. Una vez que se determina su sentencia no opina nada al respecto. Vuelve a quedar en manifiesto que la indiferencia por el destino de su vida era muy grande.

La creencia en Dios.

Una vez que Meursault recibe su condena rechaza varias veces la visita del capellán ya que no cree en Dios. El capellán intenta mantener una conversación con él pero la indiferencia que siente por Dios hace que la charla se torne muy densa y aburrida. Por momentos el protagonista no lo oye. La presencia del capellán le pesa y le molesta mucho. En un determinado momento le expresa lo que siente: “…y traté de explicarle por última vez que me quedaba poco tiempo. No quería perderlo con Dios…” Por lo tanto se manifiesta en esta parte la indiferencia del protagonista y la falta de sensibilidad del mismo ante la presencia de Dios.

Conclusión.

Definitivamente el protagonista, Meursault, tiene dos características que lo representan y que están relacionadas: La indiferencia antes las cosas básicas que se presentan en la vida como ser el amor, la amistad, el futuro, etc. y la insensibilidad ante los sucesos de la vida cotidiana como, por ejemplo, la muerte de un familiar, una declaración de amor, etc. El hecho de saber que morirá en la guillotina le provoca mucho miedo. No por ser decapitado, sino por el hecho de morir, ya que esta vez el fin de su vida es inminente. Empieza a reflexionar sobre lo que le iba a ocurrir. Se da cuenta de la importancia de darle posibilidades a los condenados, le tocaba vivirlo en carne propia. Es como de alguna manera reacciona y se da cuenta de que lo que esta pasando va más allá de su indiferencia. No tiene escapatoria. Al principio espera que todo concluya bien, que no lo maten o que pueda escapar. Luego cambia su punto de vista, comprende que su forma de vivir era de una determinada manera y que no podía hacer nada contra ello. Decide no anhelar una situación distinta, ya que ese era el papel que debía cumplir en esta vida. Había sido feliz viviendo de esa manera y lo seguiría siendo.

Personalmente, creo que este libro tiene como objetivo hacernos valorar determinados aspectos de la vida que a veces no tomamos en cuenta y que luego, cuando faltan, se hacen notar. Se nos muestra hasta que punto se puede llegar con una dosis potente de indiferencia, y nos invita, de cierta manera, a replantearnos que tan indiferentes somos y hasta que punto llega nuestra falta de sentimientos, nuestra insensibilidad. Por otra parte creo que otro de los objetivos que tiene es mostrarnos que la vida puede tener muchos aspectos negativos y poco gratos, pero que en definitiva hay que superarlos, y para ello es necesario tener una aceptación de la vida y saber valorarla. Valorarse a uno mismo y valorar a los demás.