El libro que se analizará es: “Choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial”, los capítulos uno y dos, desde la página 19 hasta la página 143. Es escrito por Samuel P. Huntington. Editorial: Paidos.

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Parte dos: “El cambiante equilibrio de las civilizaciones.”

Al inicio de esta parte, se presenta el argumento de que el poder y la influencia occidental están desapareciendo. Se puede encontrar que hay puntos de vista contrastantes sobre el poder en espera de Occidente. Mientras que una parte sostiene que el Oeste tiene un monopolio que controla la investigación, el desarrollo tecnológico, la fuerza militar, la economía y el consumo, la otra argumenta que el poder es relativo y que la influencia de los países occidentales sobre el resto está disminuyendo, por lo que Huntington describe tres características de la decadencia de Occidente.

Conceptos Fundamentales:

- El actual declive occidental está siendo un proceso muy lento, por lo que no es una amenaza inmediata para potencias mundiales.

- La decadencia del poder no es una constante, ya que se puede revertir, acelerar pausar.

- El poder que tiene un estado es controlado e influenciado por el comportamiento y las decisiones de quienes están en el poder.

Huntington también afirma que la intervención, el papel y la importancia de la religión en la política mundial ha ido aumentando, esto se debe a que la religión es el factor social que ha llenado o reemplazado el vacío que se creó después de la pérdida de la ideología política. Las principales religiones del mundo tuvieron aumentos repentinos en el compromiso, la pertinencia y la práctica por parte de los creyentes. Huntington continúa con que la sustitución de la política por la religión es también un resultado de que exista una mayor comunicación entre las sociedades y culturas. Las personas empiezan a sentir que necesitan nuevas fuentes de identidad, comunidades estables, y de preceptos morales que les proporcionen un sentido de significado y propósito, lo que vendría siendo parte de su identidad. Todas estas necesidades la religión las satisface.

Huntington también discute sobre el aumento relativo del poder y la influencia que tienen los países no occidentales, centrándose específicamente en Japón, Hong Kong, Taiwán, Corea del Sur, Singapur, y China como los países que tuvieron más relevancia cultural gracias a los éxitos económicos. Menciona que las sociedades asiáticas se están volviendo cada vez menos sensibles a las demandas de Estados Unidos y los intereses, dando como consecuencia que sean cada vez más capaz de resistir la presión de los EE.UU. y otros países de occidente. La capacidad de los países asiáticos para modernizar, innovar y desarrollarse económicamente sin que adopten los valores occidentales ha sido todo un éxito además de ser compatible con la afirmación de Huntington de que el mundo es cada vez más modernizado, pero menos occidentalizado.

Las sociedades musulmanas, a diferencia de las sociedades asiáticas, han afirmado su identidad cultural gracias a la reafirmación y el resurgimiento de la religión. De acuerdo con Huntington, el que el Islam haya resurgido hace que la modernidad sea aceptada, se rechace a la cultura occidental, y se considere al Islam como la guía para la vida en el mundo moderno. Es la religión lo que más distingue a la política musulmana de las sociedades de otros países. Sostuvo también, que el Islam resurgió en la sociedad como consecuencia del fracaso de las economías estatales, la gran población joven, y el estilo autoritario que impone el gobierno.

Es entonces, esta la manera como el empieza a introducir y dar conocer sus teorías e hipótesis, defendiéndolas en base a los sucesos ocurridos antes de la Guerra Fría y los posteriores, de ahí que el haga deducciones sobre las índoles de los futuros conflictos mundiales, defendiendo que todos estos será consecuencia de las diferentes culturas que hay en el mundo.