“El choque de civilizaciones y la reconfiguraciòn del orden mundial” De Samuel Huntington
Enviado por tolero • 5 de Julio de 2018 • 6.682 Palabras (27 Páginas) • 466 Visitas
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Un punto muy importante respecto de las ideas, y como se mencionò ya en lineas superiores, es que la religiòn juega un papel interesante dentro de las sociedades. Lo anterior es dicho firmemente, pues son las religiones que existen las que de alguna manera implementan en las sociedades que rigen, las formas de vivir correctamente, a manera exterior. Y a manera interior, en el hombre, los valores con los que debe èste regir sus conductas.
Y son estas mismas ideas basadas en la religiòn las que, aplicadas de manera exesiva, llevan a la persona a comportarse de maneras que, en contravensiòn a lo establecido por la idea religiosa, son repudiadas por las demàs personas que conforman al grupo.
Mencionaremos un ejemplo de civilizaciòn, que se basa en la religiòn, y que ademàs tiene subcivilizaciones diferentes, aunque basadas en la misma las ideas no llegan a ser iguales: Civilizaciòn Islàmica; subcivilizaciones: Arabe, Turca, Persa o Malaya.
Un tema importante es el poder que tienen las civilizaciones respecto de las otras existentes, y es que, es inegable que mucho de este poder es debido a la fuerza y coacciòn que una civilizaciòn ejerce sobre otra, de manera que, puede llegar hasta incorporar una a la otra sus instituciones, ideas o comportamientos. Y asì va acrecentandose una de las dos civilizaciones e influyendo cada vez màs. Claro que para poder realizar este tipo de coacciòn es menester contar con diversas situaciones, una de ellas podrìa ser un buen ejercito, otra el tener un sustento econòmico para ejercer las debidas actuaciones, buenas politicas que lleven a la efectividad de las acciones.
Podrìamos pensar que, tal vez los motivos de conquistas se la extensiòn de las ideas, puetso que cada una de las civilizaciones considera que sus forma de vida es la correcta, pues es ese “yo” en contra de el “ellos”, y siempre se prefiere al “yo” y sus ideas. Es posible que esas ideas traten de justificar los movimientos de conquista, y de esta manera se acrecenta el poder de la civilizaciòn, se justifica. Un ejemplo de ello puede ser la religiòn, que en organizaciones fundamentalistas, tratan de conseguir a base de conquistas se exparsa y acrecente la ideologìa de su religiòn; pues se cree dentro del grupo que su forma es la correcta y debe ser exparsida, bajo la justificaciòn de su Dios, a cualquier costo. Ejemplo claro es el Islam y sus grupos yihadistas.
Existen diferentes tipos de civilizaciones, de la diferencia que hablaremos serà de la modernizaciòn. Con el paso del tiempo y las nuevas necesidades que surgen, las civilizaciones se ven obligadas a buscar una modernizaciòn, para no estar fuera de “competencia”. Pues bien, puede darse el caso en el que, una civilizaciòn no busque la modernizaciòn, por considerarla impropia a sus fines, o simplemente no necesaria. Y este es uno de los temas clave, pues si pensamos en una sociedad asì, hablamos de una sociedad arraigada, dificil de comprender. Pero tambièn puede darse el caso de que, aceptando la moderniaciòn, se utilicen los medios adquiridos, unicamente en la medida necesaria para hacer frente a sus problematicas y , ademàs, para difundir esa culqtura que quieren proteger de los cambios que pueda traer esa modernizaciòn; que es lo que, de manera total, evita la sociedad que no admite y rechaza la modernizaciòn.
En este orden de ideas podemos hablar de sociedades o civilizaciones puras, que sin necesidad de actualizaciones, modernizaciòn o adaptaciòn han permanecido constantes, sin dejar de hacer presencia. La cuestiòn es, què tanto puede hablarse de este tipo de civlizaciones, o si acaso es que aùn existen; y tambièn què tanto puede una sociedad deformarse por el hecho de modernizarse, aunque solamente sea poco, con los fines ya dichos.
SEGUNDA PARTE: EL CAMBIANTE EQUILIBRIO DE LAS CIVILIZACIONES.
Hablando de poder, mencionandonos en acuerdo con la idea, el autor cita a Joseph Nye, quien establece que existe una diferencia entre “poder fuerte” y “poder suave”.
El primero es el poder de mando que se apoya en la fuerza econòmica y militar. Mientras que el segundo es la capacidad con la que cuenta un Estado para conseguir que otros paìses quieran lo que èl quiere mediante el atractivo de su cultura e ideologìa.
Nos atrevemos a decir que, aun existiendo tal diferencia, ambos poderes estàn o se llevan de la mano, pues un poder suave necesitarà de un poder fuerte para poder expandir sus ideas, quizà de manera coactiva pero eficiente.
Podrìamos concluir con esto que, en la medida de las necesidades de las civilizaciones ajenas, una civilizaciòn puede ofrecer lo que aquellas necesitan, siempre que sea interno, pues en lo material no podrìa ser muy probable, y asì, difundir las ideas otorgando lo que ellas necesitan serìa relativamente sencillo, para que èstas se incorporen a la idea. En este supuesto podrìamos decir que, cuando el poder suave no es tan alto y sòlo influye en unas cuantas personas, la civilizaciòn no acrecenta en gran medida, mas no por ello no lo hace, y asì, el territorio de la civilizaciòn de que se trate no estarìa establecido en un lugar determinado, pues con personas en favor de esta civilizaciòn el territorio y la ideologìa se expande, dando lugar a una ideologìa siempre en movimiento, en constante expanciòn, aunque en diferentes lugares. De esta manera el poder suave de la civilizaciòn va aumentando, ya no sòlo en tterritorios cercanos sino en latitudes lejanas, que si se difunden de manera importante, podrìan dar liugar a una conquista importante en muchas personas, haciendo asì un poder fuerte, màs fuerte; tal es el caso de Estado Islàmico, que difunde sus ideas y acrecenta sus filas en tanto esas ideas se implementan en las personas de diferentes lugares del mundo, asì su poder fuerte aumenta a cada momento.
Uno de los puntos que menciona nuestro autor en esta partes, es el resurgimiento de la religion o, mejor dicho, religiones, que tuvo su auge en el siglo XX, a mediado de èste es cuando las necesidades de los hombres se van encontrando, y fuera de lo material o econòmico, necesitan una serie de satisfactores internos, morales, que precisamente es la religiòn adecuada la que puede satisfacerlas. La religiòn, cualquiera que esta sea, otorga al ser humano una respuesta al “quièn soy”, proporciona una identidad y direcciòn a la vida; que se vuelve la necesidad del ser humano para poder sentirse pleno. Aunado a lo anterior, en la religiòn las personas encuentran un espacio de paz, de suplica, de felicidad y de esperanza que, entre tanta desesperaciòn, desastre, guerra y conflictos, son necesarias para el espiritu.
Punto aparte es cuando las
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