El sin sabor de un país herido, Colombia

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Para nadie es un secreto que Colombia es un país lleno de conflictos, conflictos que más allá de ser idealistas y de tipo constructivo trajeron consigo oleadas de guerra e incertidumbre. Es necesario considerar que problemas como la violencia y corrupción son solo el desembocadero de factores mucho más influyentes como lo son la educación para crear una cultura decente y el sentido de pertenencia de los habitantes del país. Estos dos factores, para mí son la raíz de absolutamente todo. Personas bien educadas crean una buena cultura, personas con sentido de pertenencia hacia su país aman su país y lo cuidan porque se sabe que es ellos. Es decir, es el país donde nací y me crie ¿porque no quiero verlo bien y mejorando? Colombia es un país tan especial y tan maravilloso pero lastimosamente no todo colombiano se da cuenta de ello, este país tiene tanto potencial en muchos sentidos pero no es aprovechado inteligentemente. Colombia consiste en una sociedad la cual en la mayoría de casos, si no es en todos, se tiene una vida y unas metas para sobrevivir, sin dejarse comer por la sociedad pero no se vive para buscar la felicidad, los colombianos no miramos más allá de lo que nos muestran, nos sirven en un plato y en muchas ocasiones de las mentiras que nos dicen, pero no vemos que somos tan ricos en tantos sentidos, como que tenemos diversas regiones, diversos dialectos somos ricos en minerales, flora y fauna. Sin embargo, hay unos pocos que tienen la convicción de que mañana será un nuevo día y que como colombiano “verraco” se puede salir adelante frente a cualquier situación adversa, que no solo somos violencia y un país independiente de las decisiones de los altos mandos y de nuestros amigos las potencias, no solo hay una Colombia amarga históricamente, también hay una Colombia que cree que busca dar a conocer lo lindo y deleitable que es este país.

Se me hace imposible entender por qué cuesta tanto querer y mejorar al país propio, se hace tan fácil destruirlo en segundos con intenciones maliciosas y ambiciosas, para al final terminar arrepentidos por no valorar lo que se tuvo en el momento, para en un determinado momento desear haber hecho las cosas de una forma diferente. “Estos reportajes son el testimonio de este sabor amargo que me deja haber recorrido a Colombia semanalmente durante siete años” - Germán Castro Caycedo, “Fue un libro sobre un país que no conocíamos o habíamos olvidado” – Cerosetenta. Este libro diciendo tantas cosas y exponiendo tanto, no solo al país sino también a los colombianos puede tomarse como una reflexión de lo siguiente ¿en verdad existe el deseo de que mi país e incluso yo tengamos este tipo de reputación a quita ropa delante del resto del mundo? Es seguro que la respuesta de la mayoría sería un rotundo NO. Entonces es hora de que todos sepamos de donde vinimos y de que si no somos nosotros mimos los que impulsamos para que existan los cambios entonces nadie más lo hará por nosotros. También hay que deja de pensar que es ajeno, es hora de apropiarse del país que nos pertenece y así mismo apropiarse de sus problemas, de su historia, de sus cosas buenas y malas y de absolutamente todo lo que el país trae consigo. Es importante tener en cuenta su pasado y que no se puede repetir, no borrarlo sino hay que aprender de él y mejorar. Es nuestro deber enseñarle a los menos consientes también. Cumpliendo todo lo anterior veremos una Colombia distinta, mejorada y querida por todos.

Isabella Barrios Martínez

Humanidades

Grupo R

Bibliografía:

- Germán Castro Caycedo - Colombia Amarga /Alexander Peña Sáenz.

- Literatura Colombiana/Colombia Amarga Autor y Sus Obras.

- La idea de Colombia en el periodismo literario de Germán Castro Caycedo: una lectura sociológica/Juan David Gómez-Quintero.

- Colombia Amarga/Nathalia A. Archila.