Ensayo critico de Valores o Valores Economicos
Enviado por karlo • 15 de Mayo de 2018 • 3.676 Palabras (15 Páginas) • 946 Visitas
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Dentro de los diferentes roles en la sociedad de consumo a la que me he referido, hay que destacar que todas las perspectivas están marcadas por un hecho común: todos son seres humanos y, por tanto, están sujetos a diferentes comportamientos, algunos innatos, del individuo. Por esta razón, no existe una verdadera economía libre de mercado, o un mercado perfecto. Sencillamente, porque las personas tampoco lo son, según el economista y filosofo Adam Smith y el Dr. Martínez Cárdenas, R.: “El libre mercado o un mercado libre" en Contribuciones a la Economía.
Los empleados, los consumidores y los ciudadanos convergen invirtiendo conductas en función de los roles que desempeñan y este sentido, las conductas están por la conocida como sociedad de la información que, es realmente un acercamiento peligroso hacia una sociedad ignorante, influenciada altamente por la construcción de imágenes que alteran nuestros comportamientos frente al mercado, creándonos necesidades a partir del deseo, y que hacen que nos situemos dentro de un prototipo humano social, conocido como el homo videns y consumens.
La revolución de la imagen multimedia ha transformado a lo que conocía como homo sapiens. En este sentido son interesantes las teorías de Giovanni Sartori, en las que se establecen un evidente cambio del conocimiento a través del aprendizaje activo, hasta converger en una línea eliminación del anterior para situar a la imagen en el punto clave de esta información. He observado que en la actualidad la sociedad busca, quiere y prefiere la imagen, y que las palabras, los textos y las reglas explicaciones, se han vuelto obsoletas en la sociedad, en el que los multimedia son el ombligo de nuestra información.
Según el filósofo y sociólogo Gilles Lipovetsky, el denominado turboconsumidor. Se ha creado un comportamiento exagerado frente al consumo, que se basa en la creencia de que la felicidad se puede alcanzar satisfaciendo nuestros deseos individuales, donde no únicamente compran el producto, sino también, el significado simbólico de dicho producto. Cuando el consumidor no puede pagar por aquello que necesita poseer principalmente por la situación económica apoyada en su situación laboral atraído por el deseo construido por las imágenes, siente una mayor atracción por el mismo. De esta manera se ha constituido una sociedad marcada por los adeudos y por la construcción de una situación donde el trabajo se configura como un objeto de consumo más, que posibilita la satisfacción del deseo en donde se puede hacer referencia a esa valoración de que es lo realmente necesitamos que prime, si los valores o los valores económicos. Lo que está claro es, que como seres humanos contemporáneos, nos adecuamos a la situación y al contexto que vivimos. Sin embargo, desde mi punto de vista, los mercados, las imágenes y el ser humano, deberían reconstruirse bajo una limpieza moral. Como ser humano, originalmente sapiens, deberíamos establecer unos valores vitales que nos ayuden a lidiar con el deseo. Para ello, sería necesario que el mercado, valorara la situación ciudadana apoyándose en la situación de crisis que el propio deseo ha vitalizado. Es importante que el mercado siga creciendo principalmente para destruir la situación económica en la que nos encontramos sumergidos, pero también es importante que las personas que habitan en dicho mercado, sientan satisfacción en sus vidas sin caer en egoísmo y la avaricia.
Por ejemplo Según el informe de Intermon Oxfam que cita el autor Ismael, la crisis financiera, que además es económica, social y política, es especialmente perniciosa en España, la causa radica en la corrupción generalizada y la dinámica económica basadas en los recortes y el incremento de los impuestos económicos. Por lo tanto la desigualdad económica está creciendo aceleradamente en la mayor parte de los países y que la desigualdad resultante supone un grave riesgo para el progreso de la humanidad. Este informe sostiene que además que España es uno de los países con mayor desigualdad social.
LA CRISIS SOCIAL
Según el autor Ismael Quintanilla, dice que las explicaciones económicas son fundamentales, pero también hay razones psicológicas y sociales. Unas y otras están relacionadas entre sí. Difícilmente se puede explicar lo económico sin la lógica de los valores, y estos, sin considerar sus dimensiones psicológicas. Los ciudadanos no solo necesitan trabajo y dinero. En los intercambios económicos también hay emociones, creencias, dudas, expectativas, poder y numerosas influencias psicosociales.
Las preguntas esenciales de este libro y que, en cierta medida refleja en su título: ¿hasta qué punto y como se puede sobre vivir en una sociedad del consumidores sin trabajo? ¿Cuáles son las consecuencias? ¿Qué queremos conseguir con ello? ¿Caminar hacia un mundo mejor o, sencillamente, aguantar para que nada cambie?
La respuesta del autor acerca de estas cuestiones dice que es un problema psicosocial, ante este panorama, la reflexión, el debate y las respuestas que propone son sociales, filosóficas y psicosociales, manteniendo en común la insistencia en nuestro sistema de valores.
Según Albert Einstein que cita el profesor Ismael Quintanilla dice: la crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progreso.
Según Honore de Balzac, la resignación es un suicidio cotidiano, el cambio es inevitable.
En conclusión el autor Ismael Quintanilla y otros autores citados en el libro se han concentrado analizar y proponer soluciones posibles teniendo la esperanza en los jóvenes para cambiar la situación de nuestra sociedad desde una perspectiva psicosocial.
En mi opinión, comparto la idea con el autor Ismael Quintanilla y de los autores citados en este libro acerca de los análisis de la crisis social en la cual nos informa y sirve de ayuda para evaluar, reflexionar en nuestra vida para caminar hacia el futuro de manera consiente.
Pero algo muy importante que yo he observado es que los psicólogos, economistas, sociólogos, etc. sus planteamientos trascienden los viejos postulados revolucionarios que solo aspiran a cambiar la estructura de gobierno, así como los individualistas, ya sean materialistas o espirituales, que se basan exclusivamente en el cambio personal; por el contrario, abogan por actuar simultáneamente tanto en el nivel de las estructuras sociales como en el de los individuos.
Así como dice Albert Einstein que la crisis trae progreso. Si, quizás trae progreso para el estado, pero también, trae pobreza y sufrimiento más que nada para la gente inocente
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