Ensayo sobre la novela policíaca
Enviado por Christopher • 30 de Abril de 2018 • 1.779 Palabras (8 Páginas) • 493 Visitas
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Éste es el método del que se vale el autor, según Austin Freeman en su ensayo El arte de la novela policíaca de 1924, para escribir la trama, el casi crimen perfecto que siempre vislumbra y de donde parte para la exposición de teorías y deducciones con las que incita al lector a tratar de descubrir el enigma. Según Freeman, la construcción pasa por cuatro fases:
- El enunciado del problema.
- La presentación de los datos esenciales para descubrir la solución.
- El desarrollo de la investigación y la presentación de la solución.
- La discusión de los indicios y la demostración.
En resumen, la novela policíaca es una verdadera investigación en la que el final debe surgir de forma natural demostrando al lector que no existe otra forma para solucionar el enigma.
Jaque al Rey
Modernos vs. Arcaicos
“Para ir de lo conocido a lo desconocido, para encontrar
algo nuevo, es necesario razonar y no someterse al instinto”
Thomas Narcejac
A la postre del siglo XIX, el desencadenamiento de lo que serían los movimientos de vanguardia rompía totalmente con la tradición realista y naturalista imperante en la primera mitad del siglo; esa revolución tan radical –efímera pero exitosa—producto de la unidad intelectual tanto política, filosófica y literaria, no fue acogida con buenos ojos por una sociedad burguesa acostumbrada a los viejos modelos literarios. Esa querella siempre latente entre modernos y arcaicos fue la que impulsó a estos últimos a innovar en el estilo, aunque apelando más a la razón que al instinto, como manifiesta no sin algo de aspereza Marjorie Nicholson[5]:
Nos rebelamos contra la literatura subjetiva y damos la bienvenida a una literatura objetiva; huimos ante los abusos de la emoción para escuchar el llamado de la inteligencia; queremos escapar de una literatura que muestra sin cesar hombres y mujeres víctimas de sus glándulas, para ir hacia una literatura que sugiere que los hombres y las mujeres pueden urdir sus planes conscientemente (…) queremos renunciar a lo informe para volvernos hacia lo que es una forma (…) hacia un universo gobernado por las leyes de las causas y de los efectos (…). Todo lo cual se encuentra en la novela policíaca.[6]
[Texto escrito en la Universidad de Columbia, en Nueva York (1929).]
Más fuerte es la crítica de Freeman que tacha al arte moderno como el mal mismo y presenta a la novela policíaca como el “antídoto perfecto de ese veneno que es el culto uniforme”.
Tenemos entonces que la novela policíaca busca supeditar al arte al principio del determinismo universal que rige matemáticamente los mundos, los seres y hasta los pensamientos. Es de ahí que Poe, creador del género –influencia de Mallarmé y Valéry, y estimado por Baudelaire—, sugiere y circula la idea de que “la literatura puede ser el resultado de la fabricación y no de ninguna actividad de naturaleza misteriosa e indebidamente privilegiada”, como nos lo parafrasea Narcejac.
Por otra parte, en contra del entusiasmo de los adeptos a la “literatura científica”—aunque yo diría más a favor, y lo explico más adelante--, ¿realmente se ha alcanzado lo concreto en la novela policíaca? Thomas Narcejac lo duda en cuanto a que “sólo hay ciencia de lo general” o, en otras palabras, no existe ciencia de lo singular; esto que sería realmente un problema para Freeman, es precisamente la esencia que tiene de novela este género que, ahora aunado con el avance en el psicoanálisis y la sociología, nos presenta un agradable reto en el que podemos sumergirnos en la creación de nuevos y enrevesados vericuetos narrativos, pero eso sí: ¡muy lógicos!
Jaque Mate
Apéndice
“Elemental mi querido Watson”[7]
La relación entre ciencia y arte, así como se encuentra en la novela policíaca, y como se ha visto sugerido a lo largo de este breve ensayo, también se encuentra en el ajedrez, demasiado sensible para ser ciencia pero lo bastante lógico como para ser arte –y no deporte como torpemente lo han llamado en la actualidad.
Fascinante y lleno de intriga, el ajedrez ha maravillado a diversos artistas plásticos como Marcel Duchamp y Matisse, cineastas como Ingmar Bergman y – ¡cómo no!—escritores científicos, que se han valido del juego para montar apasionantes novelas.
Grandiosos ejemplos de esta muy lógica combinación son las obras El loco del ajedrez (1929), de Van Dine; Gambito de Caballo (1951) de Faulkner; Una pieza para morir (1967) de Ellery Queen; Los cuatro grandes (1967) de Agatha Christie y la famosa obra de Arturo Pérez-Reverte –llevada a la pantalla grande en 1992 por Jim McBride—La tabla de Flandes(1993).
Ya para concluir, y con la esperanza de que hallas disfrutado de este ensayo, te dejo esta frase de Siegbert Tarrash[8] en la que queda más que patente la tan buscada conjunción arte-ciencia: “El ajedrez, lo mismo que el amor y la música, tiene la capacidad de hacer felices a los hombres”.
Bibliografía
- NARCEJAC, Thomas. Una máquina de leer: la novela policíaca. Ed. Fondo de Cultura Económica, 1986.
- BIOY Casares, Adolfo y otros. Los mejores cuentos policiales. Vol. I y II (compilación). Emecé editores. 1990-1991.
- VARGAS Llosa, Mario. ¿Quién mató a Palomino Molero? Ed. Seix Barral. 1986.
- MICHELI, Mario. Las vanguardias artísticas del siglo XX. Alianza Editorial. 2000
- YBERT, Édith y otros. Larousse del ajedrez. Larousse Editorial. 2000.
- ALONSO Cortés, Carolina Dafne. Agatha Christie, la reina del crimen. Knssos. 2006.
- PÉREZ-REVERTE, Arturo. La tabla de Flandes. Ed. Alfaguara. 2002.
- SEBEOK, Thomas A. y otros. Sherlock Colmes y Charles Peirce. El método de la investigación (1979). Edición electrónica de www.philosophia.cl. Escuela de Filosofía. Universidad ARCIS.
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