HISTORIA DE MÉXICO I Y II
Enviado por Ledesma • 5 de Enero de 2018 • 65.099 Palabras (261 Páginas) • 461 Visitas
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El gobierno constitucional triunfante pronto se vio enfrentando a la intervención francesa que estableció un nuevo imperio, solicitado y apoyado por los conservadores, pero que aplicó una política liberal; México recuperó su independencia en una guerra de cinco años, que consolidó la identificación de su pueblo como nación.
La etapa siguiente fue el Porfiriato, se significó por la industrialización, la construcción de una amplia red ferroviaria y la división, más tajante que nunca antes, de la población entre una mayoría desposeída y un pequeño sector propietario de grandes riquezas; el poder se concentró en manos del presidente y de un reducido sector de funcionarios, lo que provocó protestas alimentadas también por las violaciones a la Constitución y a los principios de la Reforma, por lo que las luchas campesinas y obreras no se hicieron esperar.
Por lo que en 1910 estalló la revolución donde un sector estuvo dirigido por miembros de las capas medias, empresarios nacionales, hacendados y rancheros deseosos de acabar con los privilegios de los allegados al presidente y los extranjeros; por otra parte se integraron fuertes ejércitos dirigidos por campesinos provenientes de clases explotadas, cuyas aspiraciones consistían en el reparto de tierras y lograr mejores condiciones de vida, en esta primera etapa ambas fuerzas estuvieron unidas en la lucha contra Porfirio Díaz.
Caído Porfirio Díaz se enfrentaron los dos grupos en una cruenta guerra civil, los ejércitos dirigidos por Francisco Villa y Emiliano Zapata , que pugnaban por los cambios más radicales, fueron derrotados pero varias de sus demandas, sostenidas por amplios sectores populares, encontraron una expresión parcial en la Constitución de 1917 y que sigue en vigor actualmente.
En el periodo siguiente se consolidó el Estado, dirigido por los caudillos provenientes del carrancismo que había triunfado y promovido la elaboración de la Constitución de 1917; en una primera fase buscaba someter a su dominio a los movimientos obreros y campesinos, algunos de ellos sumamente combativos, otorgándoles las concesiones indispensables para mantener el poder, al mismo tiempo que defendía, en ocasiones con poco éxito, la soberanía nacional frente a las pretensiones del extranjero, principalmente de Estados Unidos.
El gobierno de Lázaro Cárdenas, en cambio, hizo suyas y encabezó muchas de las demandas del movimiento popular, entregó a los campesinos gran parte de las tierras más productivas y nacionalizó la principal fuente de energéticos, el petróleo.
Posteriormente crecieron con mayor rapidez los sectores empresariales, en medio de una pugna que enfrentaba el capital privado, nacional y extranjero, contra el Estado, cuyas inversiones desempeñaban una importante función para el crecimiento de la industria y de los servicios sociales.
A partir de los ochenta llegaron a imponerse los sectores interesados en vincular estrechamente el país a la economía internacional y se sucedieron varias crisis económicas violentas, por su parte, las organizaciones obreras y campesinas ligadas al régimen perdieron casi totalmente su fuerza anterior.
Muchos sectores exigieron y lograron parcialmente una reforma de los sistemas electorales, abriendo mayores espacios a la acción política y a la presencia de partidos de oposición en los órganos de gobierno, aunque sin alterar la estructura y organización del país; al mismo tiempo se presentaron nuevos movimientos de rebeldía, moderados unos y radicales otros, levantando reivindicaciones apoyadas por una parte de la sociedad y rechazadas por el gobierno, los sectores empresariales, otras fuerzas sociales y por los organismos financieros internacionales.
El problema al que se enfrenta México en esta etapa histórica consiste en lograr una estructura que le permita superar sus dificultades, y en hacerlo en forma pacifica; la acción consciente y sostenida del pueblo podrá lograr la transformación requerida, como lo ha hecho en situaciones anteriores.
- EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO DE LA HISTORIA.
Desde que el hombre transformó su pensamiento irracional e instintivo, en una sutil máquina de razonamientos y abstracciones, éste intentó conocer y entender su propio pasado. Para lograrlo recurrió a múltiples interpretaciones, tan variadas como cada pensamiento humano. La comprensión del proceso histórico reflejó, por lo mismo, distintas maneras para entender esta área del conocimiento.
1.1 A. DEFINICIÓN DE HISTORIA.
LA HISTORIA ESTUDIA Y ANALIZA A LA SOCIEDAD HUMANA, CENTRANDO SU ESTUDIO EN EL PROPIO PASADO HUMANO.
Para definir la Historia lo primero que se requiere es determinar el significado más preciso de la misma.
A esto se han dedicado, desde los griegos hasta la actualidad, los diferentes estudiosos de la Historia quienes han procurado, según su propia interpretación, definir lo más exacto posible a esta materia de conocimiento.
La palabra Historia, en su origen etimológico, significa simplemente "indagar”.
Herodoto (484-425 a.C.), según Cicerón el "Padre de la Historia", fue quien inició el relato del pasado humano, dejando testimonios de su existencia y de su forma de vivir. Le siguieron Tucídides (460-400 a.C.), "Padre de la Historia Científica". Él fue el primero en observar el hecho humano con una perspectiva diferente y Jenofonte (430-355 a. C.) Él utilizó a la Historia para narrar las Gestas Heroicas de las guerras en las que participó. Su obra más famosa fue llamada: “ANÁBASIS” o
“La Retirada de Los 10,000” y en ella narra la retirada de los mercenarios griegos, por un país desconocido, las vicisitudes que los soldados vivieron al encontrarse sin provisiones, en terrenos hostiles y luchando contra enemigos salvajes. Algunas otras de sus obras fueron: “CIROPEA”, una biografía de CIRO II “El Grande”; “LAS HELÉNICAS”, donde narra la continuación de Las Guerras del Peloponeso de Tucídides y “Acontecimientos Memorables”, en la que habla de los recuerdos de su Maestro Sócrates.
Entre los romanos tenemos a Polibio (203-120 a. C.), Tito Livio (59-17 a.C.) y Plubio Cornelio Tácito (55-120 d. C.), el acontecer histórico debería de entenderse como “una simple crónica de los hechos heroicos o como narraciones de las glorias de los gobernantes”.
COMO UNA PRIMERA CONCLUSIÓN SE PUEDE ESTABLECER QUE FUERON LAS CLASES DOMINANTES QUIENES EMPEZARON
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