Jorge Luis Borges - Biografía.
Enviado por Rimma • 11 de Enero de 2018 • 3.687 Palabras (15 Páginas) • 576 Visitas
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Otros factores que se ven involucrados por un autor a la hora de escribir su obra es la ideología que envuelve a la persona, ¿Por qué no se habla de Dios en una historia que relata sobre la muerte y el universo, siendo temas recurrentes a la figura omnipotente? Claramente podemos percibir el agnosticismo de Borges en este relato, en ningún momento recurre al nombre de Dios para explicar la muerte de Beatriz o la naturaleza del aleph, siendo un tema en el que un dios encaja perfectamente..
El estilo que ocupaba el argentino para escribir sus cuentos solían ser muy similares entre sí, uno de los temas más frecuentes era la aplicación de metafísica, es decir, situaciones que el ser humano es incapaz de percibir o de entender, como viajes en el tiempo, realidades paralelas, quinta dimensión, etc. Pasearse entre la realidad y la irrealidad era algo que a Borges hacía frecuentemente, con el fin de causar cierta turbación en el lector y que este se vea obligado a recurrir a herramientas externas a la lectura para entender sus historias, ya sea a través de un exhaustivo análisis o mediante una investigación de elementos que puedan influir en la obra. A este género se le conoce como hiperrealismo, mezclado en este caso con la metafísica literaria. “toda […] resurrección exacta de lo real [...] deja de ser real, y se vuelve hiperreal. Por lo tanto nunca posee un valor de reproducción (de la verdad), sino que de simulación. No de una verdad exacta, sino más bien de una verdad desbordada, es decir, que se encuentra del otro lado de la verdad”[5]. En el Aleph se nos presenta explícitamente una fantasía metafísica, luego de que el personaje Borges descubriera un objeto que manifiesta al universo entero, rompiendo con toda la lógica del mundo real y poniendo al ser humano en una situación que va más allá del límite de sus capacidades. Los poemas y relatos del argentino normalmente representaban al ultraísmo, a pesar de que el autor supuestamente había dejado esta corriente de lado, claramente se aprecian ciertas características en la historia por las que podemos suponer su utilización. Partiendo por el hecho de que Borges es el protagonista, podemos resaltar todo el egocentrismo y predominación del “yo” en las obras de dicha corriente, a partir de lo analizado en párrafos anteriores, vale decir que la obra está compuesta por una serie de elementos que giran en torno a la vida o a gustos personales del autor trasandino, aparte que como algunos dice, Borges escribe la mayoría de sus cuentos bajo su manera de ver el mundo y en base a sus conocimientos, no es de extrañarse que él sea el único que entienda del todo sus creaciones, ya sean cuentos o ya sean poemas. No está demás nombrar otros fundamentos que sirven para respaldar el ultraísmo en El Aleph, como el abundante uso de metáforas, las cuales la gran mayoría (o más bien las más importantes) hacen alusión a distintas obras literarias en las que Borges se basó para escribir El Aleph, o al menos asi lo piensan los que han estudiado este misterioso cuento. Sin embargo, aquí se presenta una interesante paradoja, ya que cuando Carlos Argentino Daneri le muestra sus poemas a Borges (que indudablemente son ultraístas), el personaje expresa su rechazo hacia los versos de este, realizando incluso una dura crítica a Daneri por su manera de escribir y pensar, a través de comentarios como: “Nada memorable había en ellas (versos de Daneri); ni siquiera las juzgué mucho peores que la anterior.”[6], “Tan ineptas me parecieron esas ideas (de Daneri)”[7] o “Su actividad mental es continua, apasionada, versátil y del todo insignificante. Abunda en inservibles analogías y en ociosos escrúpulos.[8]”. Con lo anterior podemos concluir que efectivamente Borges vuelve a hacer referencia a temas personales, ya que si bien el partió siendo un fanático del ultraísmo, terminó despreciando dicha corriente, publicando incluso motivos por los cuales ya no le interesaba. Es así como Jorge Luis escribe El Aleph con ciertos rasgos ultraístas (con intención de hacerlo o no, nadie sabe) y en el mismo relato, mediante el diálogo entre personajes, realiza una constante crítica desdeñando aquella corriente de la cual fue un gran seguidor alguna vez.
Una de las razones por la cual El Aleph es considerado un relato tan complejo, se debe a la capacidad que tuvo Jorge Luis Borges para aplicar una serie de relaciones intertextuales con grandes obras del género literario utilizadas con el fin de poder explicar o desarrollar de manera engorrosa los principales elementos del cuento (personajes, acciones, ambiente, etc.). La obra que más sirve para explicar lo que sucede en El Aleph es “La Divina Comedia” de Dante Alighieri. Para entender esta realción, primero hay que conocer la historia del famoso Dante, la cual trata sobre un hombre que, guiado primeramente por un personaje de nombre Virgilio, realiza una travesía por el Infierno y luego el Purgatorio, más tarde la guía queda en manos de Beatriz, quien lo acompaña en su viaje por el Paraíso. Dante admiraba a Virgilio ya que en él veía toda la sabiduría del hombre y a Beatrice la amaba y para él ella reflejaba todas las virtudes y divinidades. En El Aleph esta historia se puede relacionar cómodamente con lo que le sucedió a Borges, eso sí, de manera inversa a Dante. El protagonista podría decirse que es encontraba en el paraíso al inicio de todo, acompañado por su amada Beatriz Viterbo, al igual que Dante lo estaba con su Beatrice (de ahí el nombre). Luego “aquella candente mañana de febrero en que Beatriz Viterbo murió”[9], todo se torna gris y Borges se ve enfrentado a las puertas del infierno, donde Dante se encuentra unos escritos que en la obra son representadas por un nuevo aviso de cigarrillos rubios en la Plaza Constitución, el cual para el protagonista significaba el primer cambio de una serie infinita, la melancolía y la desesperanza, muy similar al mensaje que entrega el enunciado de las puertas del infierno. Aquí es cuando Dante conoce a Virgilio, o más bien, cuando Borges conoce a Carlos Argentino Daneri, quien va ser el que lo guiará por los caminos del infierno hasta lo más profundo: el sótano de su casa que representa lo más profundo del infierno, donde reside Lucifer, o en el otro caso, el aleph. La reacción de Borges y de Dante al encontrarse cara a cara con ambas figuras son muy similares, si bien el italiano casi desfallece, Borges sintió un vértigo y echó a llorar.
“Los estudios que la crítica ha dedicado a la presencia de Dante en Borges empiezan a ser numerosos, y sus logros han sido, en muchos casos, determinantes para entender la concepción que Borges tenía de la literatura.”[10]
Esta cita demuestra que no es primera vez que Borges recurre a Dante para inspirar sus relatos,
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