.Juvencio amarrado a un horcón en el corral. Justino sentado a su lado.

...

Acto IV.

Escena 1.

Personajes: Juvencio Nava. Soldado 1. Soldado 2.

Palo de Venado al atardecer. Dos soldados están parados en la milpa, Juvencio entra en escena.

Juvencio: ¡La milpa, señores! Recién está comenzando a crecer. No me la pisen, por favor.

(Los soldados lo miran frunciendo el ceño)

Soldado 1: ¿Es usted Juvencio Nava?

Juvencio: El mismo.

Soldado 1: Acompáñenos.

Soldado 2 (dirigiéndose a su compañero): Este ya está a punto de morir. No podrá correr con ese cuerpo viejo.

Soldado1: Dejemos que vaya a nuestro lado, en silencio.

Soldado 2: ¡Ey, tú! Síguenos. Y no trates de escapar, que te llevamos directo a morir.

Escena 2.

Camino hacia el cuartel.

Personajes: Juvencio Nava. Soldado 1. Soldado 2.

(Después de un rato caminando)

Juvencio: Yo nunca le he hecho daño a nadie (baja la cabeza y los brazos desanimado)

Acto V

Escena 1.

Cuartel militar.

Personajes: Juvencio. Soldado 1. Soldado 2. Coronel.

Soldado 2 (tocando la puerta): Mi coronel, aquí está el hombre.

Coronel: ¿Cuál hombre?

Soldado 2: El de Palo de Venado, mi coronel. El que usted nos mandó a traer.

Coronel: Pregúntale que si ha vivido alguna vez en Alima.

Soldado 2: ¡Ey, tú! ¿Que si has habitado en Alima?

Juvencio (con sombrero en mano): Sí. Dile al coronel que de allá soy. Y que allí he vivido hasta hace poco.

Coronel: Pregúntale que si conoció a Guadalupe Terreros.

Soldado2: Que dizque si conociste a Guadalupe Terreros.

Juvencio: ¿A don Lupe? Sí. Dile que sí lo conocí. Ya murió.

Coronel (levemente molesto): Ya sé que murió. Él era mi padre. Cuando crecí y lo busqué me dijeron que estaba muerto. Es difícil crecer sabiendo que la persona en la cual podemos apoyarnos está muerta. Luego supe que lo habían matado a machetazos. Me contaron que cuando lo encontraron todavía agonizaba y pedía que le cuidaran a su familia. Esto, con el tiempo, parece olvidarse. Uno trata. Lo que no se olvida es saber que el que hizo aquello aún está vivo, alimentando su alma podrida. No puedo perdonar que ese siga viviendo. ¡No debió haber nacido nunca!

Coronel (con voz fuerte): ¡Llévenselo y amárrenlo un rato para que sufra y luego fusílenlo!

Juvencio: ¡Mírame, Coronel! Ya no valgo nada. No tardaré en morirme de viejo. ¡No me mates…!

Coronel: ¡Llévenselo!

Juvencio: Ya he pagado, coronel. Todo me lo quitaron. Me he pasado cuarenta años escondido, siempre con el miedo de que en cualquier momento me mataran. Deja que, al menos, el Señor me perdone. ¡No me mates! ¡Diles que no me maten! (Sacude su sombrero contra la tierra, gritando, desesperado)

Coronel: Amárrenlo y denle algo de beber hasta que se emborrache para que no le duelan los tiros.

Acto VI.

Escena 1.

Corral.

Personajes: Juvencio. Justino.

(Justino le pone un costal en la cabeza a su padre)

Justino (lamentándose): Tu nuera y los nietos te extrañarán. Te mirarán a la cara y creerán que no eres tú. Les parecerá que te comió el coyote, cuando te vean con esa cara llena de hoyos por tanto tiro de gracia que te