LA GUERRA SECRETA EN MÉXICO FRIEDRICH KATZ

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3. LOS ESTADOS UNIDOS, ALEMANIA Y LA CAIDA DE MADERO

La Decena Trágica

En enero de 1913 se organizó una nueva conspiración contra el gobierno de Madero, una conspiración en la cual los grupos conservadores rivales lograron unirse por primera vez y enterrar, sus diferencias. Sus representantes más prominentes era el general porfirista Mondragón junto con Félix Díaz y Bernardo Reyes quienes desde la cárcel tomaron parte de los preparativos, es importante resaltar que el general

Huerta también tendría una participación muy importante en tal conspiración. Los conspiradores habían establecido contactos con muchos oficiales de los ejércitos. Entraron en acción el 9 de febrero.

Huerta se reunió personalmente con Díaz, en estas negociaciones ambas partes llegaron a un acuerdo para derrocar al gobierno de Madero y decidieron que Huerta

escenificaría una “guerra falsa” con el fin de eliminar tanto tropas leales a Madero como fuera posible antes de intentar un golpe. El 18 de Febrero, Huerta, indujo a un grupo de senadores a que le pidieran a Madero que renunciara. Como este se negó a acceder a esta exigencia, Hurta lo hizo detener por sus tropas por a las 13.30 horas.

El golpe de Estado en México significaba una victoria para los Estados Unidos.

Se escogió a Huerta como presidente provisional, con la condición de que se comprometiera a organizar rápidamente elecciones y apoyar la candidatura de Félix Díaz para presidente.

El primer problema con el que se encontraron los nuevos gobernantes fue el de la suerte de Madero. La renuncia de éste era necesaria para dar un viso legal al nuevo gobierno. Con este fin, a Madero, y a Pino Suárez su vicepresidente, se les prometió un salvoconducto para el extranjero si firmaba su renuncia. Confiado en esta promesa, ambos firmaron. Pero el nuevo gobierno de ninguna manera tenía la intención de cumplir. Ya que representaban un peligro demasiado grande habrían tenido la posibilidad de impugnar la legalidad del nuevo gobierno.

El 22 de Febrero Madero y Pino Suárez fueron sacados de sus celdas, diciéndoles que los iban a trasladar a otra prisión y se les asesinó en el camino. Se anunció oficialmente que el presidente y el vicepresidente habían muerto durante su traslado del Palacio Municipal durante un intento de sus partidarios para liberarlos. Como siempre las versiones oficiales no siempre son las que nos dicen realmente como sucedieron los hechos.

II. LA DICTADURA DE HUERTA Y LA CONFRONTACIÓN ENTRE EUROPA Y ESTADOS UNIDOS, 1913-1914

4. HUERTA Y SU POSICION INTERNA

La apreciación de Paul Von Hintze, el representante alemán en México, de que las clases gobernantes tradicionales de México estaban detrás del golpe de Estado de Huerta, se vio confirmada por la actitud que asumieron estas clases hacia el nuevo régimen. Huerta recibió un elogio entusiasta tanto de la prensa conservadora como de los diputados conservadores.

En la dictadura de Huerta reaparecieron algunas de las principales características del Porfiriato, intensificadas y exacerbadas.

Huerta no respetó el compromiso de convocar a elecciones, se quedó en el poder y pronto logró expulsar de su gobierno a los representantes de las demás camarillas. Félix Díaz fue enviado a Japón como embajador especializado.

Bajo Madero las elecciones fueron más limpias y libres que nunca. Durante el gobierno de Huerta la prensa ya no era libre, no había ninguna tolerancia hacia

grupos opositores. Los revolucionarios que eran considerados “radicales” fueron asesinados.

El movimiento zapatista

Tras de llegar al poder Huerta intentó ganarse a Zapata ofreciéndole el puesto de gobernador en Morelos, pero este rechazó todo entendimiento con un hombre al que detestaba por “su carácter contrastable con todo lo que significaba la ley, la justicia, el derecho y la moral, hasta el grado de reputársele mucho peor que a Madero.

Su fuerza radicaba en su unidad, su coherencia y su capacidad de supervivencia. La debilidad del movimiento consistía en dos características esenciales: la estrechez de sus intereses y la inmovilidad de su ejército

En síntesis, pues, el movimiento zapatista tendía a ser prácticamente invencible en su propio terreno pero virtualmente inefectivo fuera de sus límites geográficos. Era capaz de resistir con éxito todos los ataques con el apoyo de los campesinos, pero difícilmente podía librar una guerra ofensiva.

El movimiento carrancista

En su primera etapa la revolución está encabezada por miembros de la clase dominante que desean cambios políticos, pero no transformaciones socioeconómicas y esta es una de las razones por las cuales no llamaría “revolución”, que pondrían en peligro el poder de su clase.

Carranza como Madero, era u n hacendado coahuilense, aunque mucho menos rico que este. En general, había estado ligado al régimen porfirista más estrechamente que Madero. A diferencia de este había ocupado puestos importantes, aunque no de primera línea, durante el Porfiriato, por ejemplo fue senador sin haberse distinguido nunca por ningún tipo de oposición al régimen de Díaz, una gran diferencia que marca la forma de gobernar del presidente es precisamente la formación que tiene, es decir militar o administrativa por decirlo de alguna manera, ya que así, a mi punto de vista, sabe mejor dirigir al país y ver por todos los sectores o bien negociar con ellos.

Rara vez ha habido un movimiento revolucionario cuya dirección reflejara fielmente su base de apoyo, pero la elevada proporción de miembros de la clase media en la dirección civil y militar del movimiento carrancista es prueba de la extensa influencia de que aquellos gozaban en el movimiento, no siendo el menor de los motivos de tal situación el hecho de que la revolución encabezada por Carranza ofrecía a la clase media mexicana acceso a las posiciones políticas, militares y financieras más altas de la república, además el nacionalismo de Carranza reflejaba muy especialmente los temores abrigados por la clase media respecto a la creciente dominación extranjera.

La segunda etapa de la revolución mexicana, osea los años 1913-1914 duró mucho más que la fase inicial maderista, afectó a un número mucho mayor de personas y exigió recursos mucho más cuantiosos. Si