LA MONOTONÍA COTIDIANA “El poeta y su oficio”

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La escuela no es solo un entorno físico relativamente estable, sino que además ofrece un contexto social bastante constante, la composición social de la clase es estable, sí que está distribuida con bastante regularidad. En las escuelas se da una intimidad social que no tienen punto de comparación con otros medios d nuestra sociedad, solo en las escuelas se pasan varias horas todos los días 30 personas literalmente una junta a la otra, pocas veces se nos exigen tana proximidad con otros fuera de ella. Un último aspecto d la uniformidad que experimenta los alumnos de las escuelas primarias no da el carácter ritualista y cíclico de las actividades que se realizan en clase, es un horario cotidiano, donde los niños saben claramente que va a suceder durante los primeros veinte minutos de clase, a pasar dela diversidad de los contenidos de las asignaturas, las formas de dar la clase no son numerosas, basta las etiquetas de trabajo; trabajo individual, trabajo en equipo, explicación del profesor, preguntas y respuestas, etc. Cada de estas actividades se realiza de acuerdo a las normas muy clara para los alumnos, deben aprender y obedecer, no habar en voz alta, no interrumpir, no mirar lo de otros mientras haces examen, levantar la mano. Cuando un niño entra a la escuela por la mañana penetra en un entorno con el que se ha familiarizado de manera increíble a través de su asistencia prolongada, un entorno bastante estable, en el que los objetos físicos, las relaciones sociales y las actividades principales son casi constantes día con día, semana tras semana, e incluso muchos aspectos año tras año; este mundo tiene características únicas.

Los alumnos de las escuelas elementales se ven obligados a esperar turnos y a retrasar sus acciones, esto es una consecuencia de vivir en un grupo, esperar puede ser o no malo, y a veces es beneficioso, cuando aquello que esperamos llega, pero como todos sabemos, a veces se espera en vano. A prender a vivir en la escuela implica aprender a renunciar a los propios deseos, así como esperar antes de que se cumplan.

Otro aspecto dela vida en clases, relacionado con los fenómenos de distracción y la interrupción, es la constante exigencia de que le alumno ignore a todos los que lo rodean, la recomendación en general es “haz tú trabajo y no te ocupes de los demás”, en cierto sentido se obliga a comportarse como si estuvieran aislados, deben a prender aislarse dentro de una masa (grupo) si quieren ser buenos estudiantes; los adultos en la vida social se encuentran en situaciones de aislamiento con tanta frecuencia, que suele para por alto la importancia que este echo tiene en la escuela primaria, ya estamos acostumbrados prescindir de los demás, con la diferencia que en el salón de clases no somos extraños, y en segundo lugar la asistencia a clase no es voluntaria, como suele suceder en otras situaciones, por eso la necesidad de comunicarse en clase es más fuerte que en otros logares.

Aquí enumeramos cuatro rasgos poco comentados de la vida en clase: espera, frustraciones, interrupciones y distracciones hacia el grupo, cada ello se debe a la condición masiva de la clase, cuando o veinte o treinta personas se ven obligadas a trabajar y a vivir en un espacio reducido durante cinco o seis horas estos rasgos son inevitables.

La quinta esencia de la virtud, en la mayoría de las instituciones se reduce a una sola palabra PACIENCIA, en todos los lugares como las fábricas, las oficinas, las prisiones, etc. se tiene que aprender a trabajar y esperar. Es una actitud moral, más que una estrategia de adaptación, un alumno de escuela elemental se encuentra colocado en un entorno social densamente poblado, y parte de su trabajo es aprender a vivir con esta situación.