LA VIDA COTIDIANA DE LOS ANTIGUOS ESTADOS MEXICANOS

...

La vida cotidiana no solo involucra comer, vestir y trabajar. Pues también se llevaron a cabo actividades como el matrimonio, con el motivo de reunión y renovación de vínculos y compromisos entre los aldeanos, un nacimiento de un nuevo hijo, la construcción de una casa, o la muerte, eran también eventos con el mismo motivo ya mencionado.

Dentro de estos eventos también existían rituales.

Otro tema fundamental en las aldeas era el de la muerte, los entierros generalmente se hacían lo más cercano posible al lugar donde vivía el individuo, el último acompañante del difunto era algún objeto que le haya sido útil en su vida, uno o varios, algunos de estos objetos que mucho tiempo después fueron encontrados por arqueólogos nos hablan de la sociedad a la que pertenecía y su forma de pensamiento.

A medida que creció la población y se multiplicaron las aldeas, los centros regionales y ceremoniales, la organización social de sus habitantes fue cambiando.

Se formó un orden más exigente dentro de los individuos, y una de las ciudades más importantes fue Teotihuacán, donde se concentró una población de 25,000 habitantes en su momento más glorioso. Gracias a esta enorme población se dieron a la tarea de construir sistemas de drenaje, también se asentaron otros más de distintas partes del país y no de partes cercanas, como Oaxaca, áreas del Pacífico y el Bajío, entre otras.

Una de las bases para la actividad agrícola una vez establecidos, fue la chinampa. Del náhuatl chinamitl, seto o cerca de cañas, es un método mesoamericano antiguo de agricultura y expansión territorial que, a través de una especie de balsas cubiertas con tierra, sirvieron para cultivar flores y verduras, así como para ampliar el territorio en la superficie de lagos y lagunas del Valle de México; haciendo a México-Tenochtitlan una ciudad flotante. Las utilizaban para la agricultura y adueñarse de los otros terrenos. Afortunadamente, el hermoso Xochimilco fue uno de los antiguos lagos junto con Chalco en las zonas más extensas, típicas y probablemente antigua de chinampas.

Si envolvemos en una frase todo lo anterior podríamos decir que “…la naturaleza determinó la vida del hombre prehispánico’’ en todos los ámbitos: religioso, social, económico, alimenticio, etc. Y así seguirá siendo, porque la naturaleza es nuestro hogar, es la madre de la cual obtenemos la materia, es la que nos determina y nos pone límites, y somos nosotros mismos en ella.

Hay que mirar históricamente a la tradición, a la repetición de rutinas y su significación en términos sociales. Otro elemento que subyace a través de todos los textos es el de la identidad. Incluso en casos excepcionales de opresión y subyugación militar se intentaba establecer un modo cotidiano de convivir. La cotidianidad entraña el sentimiento de pertenencia a un grupo y por ello puede definir la identidad. Las historias de la delincuencia, la enfermedad, las minorías étnicas, las ocupaciones militares, las sectas religiosas, las innovaciones del arte, la liturgia o de las normas de urbanidad tienen aquí su lugar.

Es querer poder mirar aquello que normalmente no vemos; es encontrar el significado de los acontecimientos que normalmente pasan desapercibidos por repetitivos y ordinarios. El esfuerzo que aquí se presenta es el de hacer consciente lo que es inconsciente por naturaleza y, de esta manera, reencontrarnos, redescubrirnos y, ¿por qué no?, entendernos mejor.

Fuentes de información:

- http://www.fondodeculturaeconomica.com/subdirectorios_site/lecturas/lec-003548ra.pdf

- Lectura