LA RIMA.
Enviado por Stella • 1 de Marzo de 2018 • 916 Palabras (4 Páginas) • 643 Visitas
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Luego expondrán lo trabajado.
Indicadores de Avance:
Que los alumnos sean capaces de:
- Identificar la rima.
- Comprender los tipos de rimas existentes.
Recursos:
- Láminas
- Fotocopias.
- Pizarrón.
- Tizas.
El Twist del Mono Liso (María Elena Walsh).
¿Saben saben lo que hizo
el famoso Mono Liso?
A la orilla de una zanja
cazó viva una naranja.
¡Qué coraje, qué valor!
Aunque se olvidó el cuchillo
en el dulce de membrillo
la cazó con tenedor.
La naranja se pasea
de la sala al comedor.
No me tires con cuchillo
tírame con tenedor.
A la hora de la cena
la naranja le dio pena,
fue tan bueno el Mono Liso
que de postre no la quiso.
El valiente cazador
ordenó a su comitiva
que se la guardaran viva
en el refrigerador.
La naranja se pasea
de la sala al comedor.
No me tires con cuchillo
tírame con tenedor.
Mono Liso en la cocina
con una paciencia china
la domaba día a día,
la naranja no aprendía.
Mono Liso con rigor
al fin la empujó un poquito
y dio su primer pasito
la naranja sin error.
La naranja, Mono Liso,
la mostraba por el piso,
otras veces, de visita,
la llevaba en su jaulita.
Pero un día entró un ladrón,
se imaginan lo que hizo,
el valiente Mono Liso dijo:
"Ay, qué papelón".
La naranja se pasea
de la sala al comedor.
No me tires con cuchillo
tírame con tenedor.
A la corte del Rey Momo
fue a quejarse por el robo,
mentiroso, el rey promete
que la tiene el gran bonete.
Porque sí, con frenesí
de repente dice el mono:
"Allí está detrás del trono
la naranja que perdí".
La naranja se pasea
de la sala al comedor.
No me tires con cuchillo
tírame con tenedor.
Y la reina sin permiso
del valiente Mono Liso
escondió en una sopera
la naranja paseandera
Mono Liso la salvó
pero a fuerza de tapioca
la naranja estaba loca
y este cuento se acabó.
La naranja se pasea
de la sala al comedor.
No me tires con cuchillo
tírame con tenedor.
La naranja se pasea
de la sala al comedor.
No me tires con cuchillo
tírame con tenedor.
La Reina Batata (María Elena Walsh).
Estaba la Reina Batata sentada en un plato de plata, el cocinero la miró y la reina se abatató.
La reina temblaba de miedo, el cocinero con el dedo, que no que sí, que sí que no... de malhumor la amenazó.
Pensaba
...