La moneda y el juego de las figurillas en El lobo estepario de Hermann Hesse.
Enviado por Ensa05 • 10 de Enero de 2018 • 1.144 Palabras (5 Páginas) • 700 Visitas
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“Pero las figuras ahora eran muy pequeñas, aproximadamente como figuras manejables de ajedrez, y el jugador, con sus dedos silenciosos y seguros, cogió una docena de ellas, y las puso en el suelo junto al tablero.”[7] ¿Es posible, entonces, ser nuestros propios títeres? ¿Es posible jugar con nuestros múltiples “yos” como si se tratara de una dictadura en la que yo soy mi propio esclavo? Al parecer era posible. No sólo considerando que se rompió la idea de ser dual, sino que ahora, como Harry Haller, sabemos que una sola persona posee una clase de personalidad múltiple a la cual puede disponer, como hizo el jugador con las figuras de Harry.
“Con los dedos inteligentes y silenciosos, cogió mis figuras, todos los ancianos, jóvenes, niños mujeres… las ordenó con suma rapidez sobre el tablero formando una combinación, en la que aquellas se reunían al punto en grupos y familias, en juegos y luchas, en amistades y en bandos enemigos…”[8] Entonces el propósito de reconocernos como seres multifacéticos, por así decirlo, es comprender que no somos seres cuadrados, con una definición exacta, con características que nos hagan iguales todo el tiempo, sino más que somos capaces de jugar con el conjunto de almas que viven dentro de nosotros para formar nuestro propio destino, tal como los ilustrados creían acerca del hombre, rompiendo con las ideas medievales basadas en el destino escrito por Dios, en el cual había desigualdad e injusticia entre los hombres. Ahora queda claro que el hombre que es infeliz, como Harry, es porque en algún momento toma la decisión de serlo, dejando sus figuras de ajedrez tiradas en el suelo, sin darles un uso, esperando a que el “azar” decida su día a día.
“-Esto es el arte de vivir- dijo doctoralmente -; usted mismo puede ya de aquí en adelante seguir conformando y animando, complicando y enriqueciendo a su capricho el juego de su vida.”[9] Harry Haller no era de naturaleza lobo estepario, ni éste estaba en eterno conflicto con su parte humana; Harry convirtió todas sus figurillas en dos enormes monstruos a los cuales él mismo hacía pelear una y otra vez, culpándolos de su propia desgracia. Pero en realidad no era su culpa, simplemente no sabía de qué forma había que jugar con las figuras. Nunca prestó atención a lo que sus experiencias querían enseñarle; repetía hora tras hora y año tras año el mismo juego con sus dos figuras enormes sobre un pequeño tablero, hasta que la vida le trajo a sí un espejo limpio en el cual pudo mirar su yo verdadero, sus verdaderas figuras, cuyo tamaño eran apropiadas para el tablero. “Alguna vez llegaría a saber jugar mejor el juego de las figurillas. Alguna vez aprendería a reír."[10]
Bibliografía.
HESSE, Hesse, El lobo estepario, México, Época.
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