La politica exterior de México - Mario Ojeda

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Para 1970, México se ubicaba como un país en creciente respecto a los países en desarrollo, con un lugar relativamente superior. Con una capacidad de negociación internacional alta respecto a toda América Latina. Ello debido a que entre 1950 y 1970 se diera un crecimiento constante. A partir de 1960 es que se da un repunte de la inversión extranjera, y no hay que dejar de mencionar que también se asomaba el problema de la deuda pública externa.

Cuando el presidente Echeverría asume el cargo, asume también una grave situación generada por el modelo de “desarrollo estabilizador”, sumando los movimientos sociales de la década anterior y los acontecimientos internacionales, llevo al nuevo gobierno a reedificar su política exterior. El “estilo personal de gobernar” del presidente Echeverría, con sus viajes al extranjero y acercamientos bilaterales tuvieron como resultado una gran cantidad de convenios de todo tipo: comerciales, financieros, científicos, tecnológicos, entre otros, pero los resultados no fueron del todo los esperados. Más bien, concluye Mario Ojeda Gómez que aunque se basó en excesos y falta de congruencia, la nueva política exterior significo un cambio importante para el país, lo saco de su habitual aislamiento, aunque también eso acentúo la marcada dependencia de México hacia Estados Unidos. Pero también se devolvió la afirmación de la soberanía, como ejemplo, la política de asilo seguida por el presidente Echeverría.

Y de manera sencilla e ilustrativa, es como Mario Ojeda nos lleva a conocer un periodo crucial de la política exterior de México, donde se aprecia claramente la postura mexicana ante un mundo dividido en bloques, y donde por supuesto, se aprecia la independencia de México respecto al resto de América Latina. Se aprecia también, la conjugación de la política interna con la política externa y los valores que guían a ambas, y que representan internamente la estabilidad del país, y que viene siendo la corriente ideológica del nacionalismo. Por supuesto, aparece también al final, la cuestión de la soberanía respecto a los modelos económicos, mientras que se pasó de una “nacionalización” en un primero momento, a una “mexicanización” donde la inversión extranjera estaba sumamente controlada, tiempo después, la apertura de mercados y el mismo cambio internacional generó que poco a poco regresara la inversión extranjera y con ello, el cambio de modelo pero también la dependencia y pérdida de soberanía nacional.