Impacto de la Politica Exterior de la Republica Popular China en las Relaciones Bilaterales con la Republica Federativa de Brasil, en materia de cooperacion, periodo 2010-2015.
Enviado por tolero • 13 de Marzo de 2018 • 20.846 Palabras (84 Páginas) • 580 Visitas
...
Dilucidar los elementos que catapultaron a China en sus conexiones de cooperación en materia comercial y económica con Brasil, cooperan en la identificación de las herramientas o mecanismos específicos, aplicados por el Estado chino para transformar un país que por siglos sufrió una degradación económica al grado tal, que produjo grandes consecuencias negativas en dicha sociedad asiática.
El presente trabajo pretende aportar a la comunidad educativa, estudiantes-docentes, así como a los profesionales o público general, interesados en profundizar respecto a las relaciones Bilaterales entre la República Popular China y Brasil, durante el periodo analizado, un estudio compuesto de informaciones directas y claras, que permita verificar especialmente, el impacto causado por China a Brasil, producto de sus intercambios de cooperación, y los resultados que producen las consecuencias de estas relaciones en los Estados latinoamericanos.
CAPÍTULO 2: Marco referencial
Marco de Antecedentes
2.1. El resurgimiento de China como un poder económico Global.
China, uno de los países con más antigua civilización del mundo, remontándose su historia a 6.000 años atrás, desde hace 2.100 años, se unificó como un país multinacional, colocándose durante largo tiempo en las primeras filas del ámbito global, con un alto desarrollo de la civilización, tanto material como espiritual. No obstante, en los años contemporáneos, sobre todo a partir de la Guerra de Opio chino-inglesa desatada en 1840, esta perdió su posición adelanta, convirtiéndose en una sociedad semifeudal y semicolonial, víctima de la agresión y opresión de las potencias imperialistas, en donde ante la amarga situación del territorio nacional repartido, la soberanía estatal violada y la falta de respeto a los derechos humanos, el pueblo chino nunca dejó de luchar durante más de un siglo por su libertad, democracia y derechos fundamentales, a fin de conquistar la independencia nacional y soberanía estatal, así como establecer una sociedad justa y razonable. Después de muchos años de tanteos en la oscuridad, en busca de un camino a la independencia y emancipación nacional, incluso, no faltaba gente que deseaba prosperar China con el sistema y los conceptos de valor del occidente, pero sin salir con la suya, el pueblo chino encontró la salida que le condujo a la victoria marcada por la fundación de la República Popular de China 1949, símbolo del inicio de una nueva era histórica, en el que el pueblo se ha convertido en dueño del país, y China en un miembro en pie de igualdad ante la Comunidad Internacional. Por lo tanto, el pueblo chino apreció mucho los frutos de su lucha y anheló, igual que los demás pueblos del mundo, el desarrollo y la prosperidad de su patria en medio de una atmósfera de paz internacional, persistiendo el gobierno chino, consecuentemente, en una política exterior de paz e independencia, partiendo de los intereses fundamentales del pueblo chino y de los pueblos del mundo (GUOXING, 1990, pág. 1).
El rápido crecimiento y apertura económica de China ha sido uno de los desarrollos más importantes de la economía global en el último cuarto de siglo, desde el principio del capitalismo en el siglo XV. Este resurgimiento data de la década de los 70, cuando Den Xiaoping inició un proceso de reforma en dicha área y el cual está siendo concebido alrededor del mundo en pleno siglo XXI, como El Siglo Asiático (Perkins & Peter, 2009, pág. 5).
Para dicho periodo, la motivación primaria a las reformas en China, la constituyó principalmente, la necesidad de aumentar el crecimiento económico de dicho país y de mejorar el modelo de vida que imperaba, después de casi veinticinco años de estancamiento, teniendo en cuenta el paso al mercado basado en la renta y en la determinación de las reformas, generando un gran conflicto con las instituciones heredadas del igualitarismo motivados por la retórica socialista (Benjamin & Brandt, 2005, pág. 1).
La reforma que inició Den Xiaoping en 1978, se ha distinguido de las anteriores, en el entendido de que por primera vez se antepusieron los intereses económicos, ante las cuestiones políticas, de dicho modo el gobierno apostó por el crecimiento económico como motor de la reforma, sin plantearse un proceso de liberación en lo político, es decir, sin abandonar el régimen comunista (Salvador, 2009). El comité central del Partido Comunista Chino (PCCH), que se fundamentaba en la política de las 'cuatro modernizaciones' creadas en 1964, por el entonces primer ministro Zhou Enlai, las que recaían sobre la agricultura, la industria, la tecnología y la defensa, dieron como resultado posteriormente, el desarrollo de las fuerzas productivas y, por consecuencia el de la economía. Desde entonces, la modernización económica se convirtió en prioridad, sustituyendo la planificación por el mercado, movilizando sus ingentes recursos laborales, abriéndose al mundo y convirtiéndose en la fábrica de este. El objetivo final de la reforma de la política de Den, era que China volviera a ser una potencia de primera línea mediante el crecimiento económico y el desarrollo tecnológico (Quiroga, 2009, págs. 465-466).
En 1979, el gobierno chino comenzó a incentivar la creación de empresas rurales y pequeñas empresas. En 1980 se introdujeron los primeros cambios en las empresas del Estado y se comenzó con la liberalización de algunos precios. Posteriormente, con el fin de fomentar la inversión extranjera, fueron creadas en 1982, las zonas económicas especiales en el área costera, las que se beneficiaron de garantías legales e incentivos fiscales sostenidos, que, junto al compromiso del Estado de construir infraestructura pública de alta calidad, generaron la confianza necesaria para atraer inversión extranjera directa, convirtiendo estas, en dinámicos centros de producción y desarrollo industrial, cooperando en la conversión de China en la más grande potencia manufacturera del mundo, particularmente en los sectores de electrodoméstico y textil, en virtud de la mano de obra barata ofertada.
En 1984 se introdujeron reformas adicionales en las empresas del Estado, implementándose una liberalización más generalizada de precios de bienes finales y de bienes intermedios, tipo de negocio que hasta finales de 1978 era ilegal en China. Hacia el final de la década de los 90, ya existían más de 26 millones de estos negocios privados individuales o familiares.
La reforma fue considerada un detonante para la aparición de la empresa privada en China, consolidándose para el 1987, fundamentalmente en la estructura
...