Las 48 Leyes del Poder Ensayo

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Si quisiera analizar el texto de Greene desde un punto de vista descontextualizado, de primera mano podría asegurar que es uno de los libros más inmorales que he leído en mi vida, lo cual en estos tiempos me parecería escandaloso.

Sin embargo, no se puede analizar así, porque simplemente el uso y la aceptación del poder implica una interacción de dos o mas personas, y eso en estricto sentido involucra una relación social, es decir, el poder tiene su génesis en el origen mismo de la sociedad, por lo que no puede concebirse este sin aquella.

Sin tratar de hacer un estudio profundo, podemos asegurar que los usos y los mecanismos mismos del poder forman parte no solo de la sociedad, sino de la condición humana misma.

A lo mejor, lo escandaloso es verlos desmenuzados y escritos con gran desenfado.

La mayoría de las veces los entresijos no suelen ser tan agradables a la vista.

Pero ¿Cuál es el sentido administrativo o de que manera los gerentes pueden utilizar estas leyes para obtener beneficios (propios y comunes) dentro de las organizaciones que se desempeñan?

Me parece que hay varios. Citaré 3 que creo, son preponderantes:

Por un lado el conocimiento de la condición humana, y su predisposición hacia ciertos comportamientos. Si bien es cierto que muchas “recomendaciones” plasmadas en el libro tienen un carácter delicado (moral y éticamente hablando); conocerlas puede permitirnos desenvolvernos con cautela y aplicarlas en algunas situaciones con el fin de vernos favorecidos o en el mejor de los casos protegidos.

Es interesante el hecho de realizar un agudo análisis acerca de la condición humana, lo cual independiente a los fines del libro, constituye un enfoque aleccionador.

La disección de los comportamientos humanos bajo ciertas situaciones, las cuales debido a sus repeticiones se constituyen como patrones de la naturaleza humana, me parece una de los logros mas importantes del Sr. Greene.

La condición humana por si misma, presenta una extraordinaria complejidad, sin embargo, Grenne logra establecer mediante un análisis del contexto y sustentado en abundantes citas históricas, los posibles comportamientos humanos, incluyendo su excepción. Sin duda estos análisis son valiosísimos para el desenvolvimiento y la convivencia de cualquier grupo humano, sea empresa o no.

Una segunda lectura que me parece todavía más interesante y útil sería:

La aplicación de estos principios o “leyes” en el mundo de los negocios; lo cual considero no solo necesario sino vital para la supervivencia de cualquier empresa.

Analicemos algunas leyes equiparando al mundo de los negocios:

“Busque llamar la atención a cualquier precio” Cualquier libro elemental de mercadotecnia podría sustentar esta observación, sin tener que ahondar demasiado. Su utilidad salta a la vista.

“Haga que la gente dependa de usted” o lo que es lo mismo “haga que los clientes dependan de usted” La creación de fidelidad en los clientes y de valor en los productos, hoy en día, son dos de las principales estrategias para el sostenimiento de una empresa en el mercado.

“Sea cambiante en su forma” Una empresa que establece el status quo como forma de existencia, sin duda alguna esta condenada a morir. Hoy en día, en todos los ámbitos empresariales la innovación y la posibilidad de adaptarse al cambio forman parte medular de la subsistencia. Las posibilidades de éxito de una empresa en la actualidad, dependen en gran porcentaje de su capacidad de reorientar sus directrices en cualquier momento.

Las condiciones de hace treinta años, en donde los oferentes eran pocos y los demandantes muchos se ha revertido sustancialmente. Hoy el signo de nuestro tiempo es la posibilidad de adaptación al cambio.

Y si no que le pregunten a IBM

De esta forma podríamos encontrar para cada una de las leyes alguna aplicación práctica estratégica. El juego consiste en interpretarlas y detectar su ubicuidad en diferentes ámbitos.

Sin duda es un libro que tiene muchas lecturas.

Una tercera lectura que realmente nada tiene que ver con el tema del libro, pero que para mi ha sido maravillosa, y la considero un verdadero acierto del autor, es la cantidad de citas históricas que sirven como fundamento a la idea que Greene desea transmitir.

La fuerza, claridad y exactitud con que las describe, terminan por ser una parte central en el disfrute del libro. Independiente a su intención y concepción, las leyes de Greene constituyen un acierto desde el punto de vista de acervo cultural.

Por ultimo, me asalta una ultima consideración que me parece pertinente.

Hace unos días en alguna presentación de un compañero, escuche que una de sus respuestas a una pregunta fue “porque lo dice David” refiriéndose al autor. Nunca supe a ciencia cierta si la contestación fue una broma o en tono serio, cualquiera que ésta haya sido, me pareció de muy mal gusto.

Es claro que un libro, cualquiera que sea su tema, resulta de una visión y de un punto de vista particular de su autor. Así, en un libro escrito sobre el conflicto Árabe-Israelí, es probable que los puntos de vista difieran, dependiendo si el escritor es palestino o judío.

Pero el problema no radica en lo que escriba cada uno, el problema estriba en tomar posición tomando como sustento solo ese escrito, o peor aún, en simplemente decir “porque lo dice tal autor”, lo cual considero una actitud totalmente irresponsable.

Pensar de esta manera, puede constituir en nosotros una visión sesgada de la realidad, hecho que podría llevarnos al punto de poder esgrimir argumentos tan entupidos como “lo dice Mein Kampf”

Los efectos que debe producir una lectura no solo residen en lo estético, sino también en el desarrollo de un estricto sentido critico, fundamentado en la visión del mundo de múltiples autores; sin dejar de ver jamás que esos autores tuvieron una formación cultural, social, política y económica que pudo haber influido en su percepción del mundo, y obviamente, en la tendencia y calidad de sus escritos.

Otro aspecto a considerar es que no debemos olvidar que atrás de cada escritor, hay compañías editoriales, que en muchas ocasiones la difusión de la cultura no es su objetivo principal, vender libros también es un negocio.

Abundar,