Las cosas cambian. Los amigos se van. Y la vida no se detiene para nadie

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Aprendimos, aunque con muchos reniegos, que para lograr un buen aprendizaje se debe de estudiar siempre, y que la dedicación es esencial. Admitimos que las materias fueron un dolor de cabeza para algunos. Fue una aventura tediosa, y muchas veces el factor para decir si seguir estudiando era nuestro sueño; pero les agradecemos infinitamente su paciencia a nuestros maestros, a pesar de que hubo momentos en que la agotamos; su perseverancia y tolerancia hacia el grupo, porque sin eso, no creemos que todos lo hubiéramos logrado.

Pero aparte de los profesores y nuestros papás, no seríamos nada sin cada uno de los integrantes del grupo. Sabemos que no todos lograron llegar hasta aquí junto con nosotros, varios se fueron a la mitad del camino y otros estuvieron a punto de lograrlo, pero a pesar de todo los queremos mucho y no podemos despedirnos sin antes haberlos recordado como parte importante del grupo.

Así que debemos de considerarnos afortunados, porque ahora sabemos que no cualquiera puede llegar a pasar por estos momentos, porque la fortaleza debe ser grande y cada uno de nosotros aportó algo para ser lo que somos ahora.

Quiero citar una frase de Stephen Chbosky que dice que “Somos quienes somos por un montón de razones. Y quizá nunca conozcamos la mayoría de ellas. Pero aunque no tengamos el poder de elegir de dónde venimos, todavía podemos elegir adónde vamos […]”. Así que ahora les digo compañeros y amigos, que aquí no es el final de esta amistad, aquí no hay un punto final que separe la historia. Aunque debemos de ser fuertes, porque sí hay algo seguro en esto: no volveremos a estar juntos en un salón de clases, no volveremos a tener esas tardes para estudiar donde juntos éramos profesores y alumnos; quedarán en nuestra memoria las risas, las caídas, las peleas que a final de cuentas, nunca nos afectaron como tal, porque supimos evadirlas.

Queremos que nuestra amistad no termine, queremos que este día no acabe. Hoy es nuestro último día junto en esta clausura, este lugar donde compartimos un salón de clases en el cual sucedieron tantas cosas que marcaron nuestra amistad.

Y quiero decirles que aunque parezca que aquí termina el viaje, no es así. Todavía nos falta mucho por recorrer, muchas puertas que tocar para superarnos. El día de mañana pueda que nos volvamos a ver pero ya no seremos los mismos de ahora. Tal vez algunos ya tengan hijos, otros tengan el mejor trabajo, y otros sigan buscando y luchando por sus sueños. Y ese día nos daremos cuenta de que no podemos regresar, pero sí podemos volver a recordar nuestra historia. Amigos, les deseo mucho éxito en el futuro y que pase lo mejor para todos.