Los cuatro acuerdos.

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Al no tomarnos nada personal nos vuelve inmunes a cualquier tipo de comentarios (magia negra) es el don que nos da este acuerdo que es la INMUNIDAD.

Cuando nos acostumbramos a no tomar nada de forma personal, nada de lo que digan las personas podrá afectarte tu confianza esta plena en ti, solo bastara con que confíes en ti mismo para cualquier responsabilidad.

“Respecto a la opinión ajena, para bien o para mal, mejor no depender de ella. Esa es otra película”.

Tercer Acuerdo:

NO HACER SUPOSICIONES.

Al suponer, aceptamos actos o hechos no confiables y eso generalmente nos llega a desagradar o nos afecta a lo que sentimos y creemos, esto se debe a nuestra mente represora que se dedica asumir, suponer cosas malas o que nos molestan y nos causamos un gran dolor sin siquiera saber si es un hecho real.

Para nuestra mente es mejor explicarlo y comprenderlo para que estemos seguros, por esta razón hacemos suposiciones.

El detalle de hacer las suposiciones está en que lo que suponemos creemos que es cierto, hacemos suposiciones sobre lo que otros piensan y lo tomamos personalmente, los culpamos y tiramos magia negra sobre ellos, simplemente nos buscamos problemas.

La manera de evitar suposiciones es preguntar, asegurarnos que las cosas nos queden claras decir las dudas o inquietudes que tengamos en cualquier ámbito de nuestras vidas sea personal o profesional, solo ellos podrán aclarar esos malestares que nos generamos.

“siempre es mejor preguntar que hacer una suposición, porque las suposiciones crean sufrimiento.”

Cuarto Acuerdo:

Hacer siempre lo máximo que puedas.

Este último hace que los primero 3 acuerdos se queden arraigados como hábitos en nuestra vida diaria.

Siempre tenemos que hacer lo mejor y lo máximo que podemos bajo cualquier circunstancia así nunca podrás reprocharte a ti mismo de no haberlo intentado y por mucho que otros te juzguen tú sabrás que lo has intentado, diste lo máximo de ti y eso es lo único que en realidad cuenta.

Recordemos que la práctica hace al maestro, al realizar lo máximo te conviertes en un maestro, todo lo que sabemos en la vida ha sido mediante repetición, así aprendimos muchas de las acciones que hoy en día realizamos, la acción es la que importa.

También no debemos olvidar que si no damos todo de sí, podrás presentar culpas o reproches pero esto puede variar de un momento a otro, todo está en un constante cambio y en diversas ocasiones todo te podrá salir excelente y en otras no tan excelente.

Sin importar lo cansado que puedas estar, si uno siempre hace lo máximo jamás podrás juzgarte de algún modo al contrario siempre estarás alegre o satisfecho de lo que realices, las acciones que realices serán las que te propicien una gran felicidad.

Nos menciona que no es necesario adorar alguna imagen y si lo haces no es que este mal si a nosotros nos agrada y nos sentimos bien es bueno, pero nuestro propio cuerpo es una manifestación de Dios, debemos respetarlo, alimentarlo, amarlo y al honrar a tu cuerpo todo cambiara para ti.

“Verdaderamente, para triunfar en el cumplimiento de estos acuerdos necesitamos utilizar todo el poder que tenemos. De modo que, si te caes, no te juzgues. No le des a tu juez interior la satisfacción de convertirte en una víctima. Simplemente, empieza otra vez desde el principio”.

Romper con acuerdos y creencias que vamos adquiriendo con los años durante nuestra vida, es en base a repeticiones. No solo las emociones negativas de igual manera las emociones positivas serán eliminadas de nuestro sistema de creencias.

Durante nuestra vida nos encontraremos con infinidad de excusas que nos harán sufrir, pero que ninguna será válida porque la única razón por la que sufres es porque así lo queremos al igual que la única razón por la que eres feliz es porque nosotros decidimos ser felices, la felicidad es nuestra elección como también lo es el sufrimiento.

Con la práctica diaria de cada uno de los acuerdos, será más fácil realizarlos en el día a día, ellos formaran parte de nuestra forma de ser, de nuestra vida.