Los cuatro acuerdos: Decisiones para vivir mejor

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En este sentido, Miguel Ruiz expone que cuando nos acostumbremos a no tomar nada personalmente, no necesitaremos depositar nuestra confianza en lo que hagan o digan los demás. Bastará con que confiemos en nosotros mismos para elegir con responsabilidad. Con esta decisión y confianza será muy difícil que los comentarios insensibles de los demás, o incluso sus actos, nos hieran.

En conclusión, si dejamos de tomar las cosas personalmente, podremos seguir a nuestro corazón con lo cual experimentaremos felicidad y paz interior.

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3. No hagas suposiciones.

Durante nuestra vida hemos adquirido la costumbre de juzgar y adoptar conclusiones sobre las situaciones, palabras y acciones de las personas, basados en escenarios que construimos en nuestra mente, los cuales generalmente se rigen por los mensajes implantados en nuestro sistema de creencias.

Esta costumbre constituye una fuente inagotable de conflictos y malentendidos, ya que aseguramos tener la razón, aun cuando ni siquiera estamos seguros de comprender a cabalidad los elementos principales de las actuaciones o mensajes de las demás personas. Nos negamos sistemáticamente la posibilidad de ver la Verdad y de construir relaciones basadas en la comunicación profunda.

Teniendo en cuenta lo anterior, Miguel Ruiz nos plantea que: "La manera de evitar las suposiciones es preguntar. Asegúrate de que las cosas te queden claras. Si no comprendes alguna, ten el valor de preguntar hasta clarificarlo todo lo posible, e incluso entonces, no supongas que lo sabes todo sobre esa situación en particular".

Adicionalmente, este acuerdo permite transformar nuestro sueño personal y con ello abrir la puerta para que la magia entre a nuestra vida, nuestra mente se atreva a contemplar nuevas posibilidades de conocimiento y nuestro espíritu se libere de inseguridades y prejuicios.

4. Haz siempre lo máximo que puedas.

El cuarto acuerdo nos brinda un elemento adicional para que los otros tres se conviertan en hábitos. Consiste en tomar la decisión de dar lo mejor de nosotros mismos en todas las facetas de nuestra vida y, en consecuencia, hacer el máximo esfuerzo posible.

En este punto, es importante tener en cuenta que si tomamos dicha decisión es porque nos complace y nos sentimos convencidos de ella, más no porque proyectamos recibir algún tipo de recompensa o queremos evitar ser juzgados por los demás o por nuestro juez interno.

En este sentido, Miguel Ruiz nos comparte varias estrategias con el objetivo de motivarnos a interiorizar los tres primeros acuerdos y hacerlos parte de nuestra manera de ser. Dentro de estos consejos se resaltan los siguientes:

- Si haces lo máximo que puedas, vivirás con gran intensidad. Serás productivo, y serás bueno contigo mismo porque te entregarás a tu familia, a tu comunidad, a todo. Pero la acción es lo que te hará inmensamente feliz. Siempre que haces lo máximo que puedes, actúas.

- No necesitamos saber ni probar nada. Ser, arriesgarnos a vivir y disfrutar de nuestra vida es lo único que importa. Di no cuando quieras decir que no, y di sí cuando quieras decir que sí. Tienes el derecho a ser tú mismo. Y solo puedes serlo cuando haces lo máximo que puedes.

- Verdaderamente, para triunfar en el cumplimiento de estos acuerdos necesitamos utilizar todo el poder que tenemos… De modo que, si te caes, no te juzgues. No le des a tu juez interior la satisfacción de convertirte en una víctima. Simplemente, empieza otra vez desde el principio.

Finalmente, el autor deja el compromiso en nuestras manos. Sólo con la práctica decidida de los cuatro acuerdos podremos romper con las viejas costumbres que nos destruyen, lograr que los hábitos propuestos por Miguel Ruiz formen parte de nuestra manera de ser, y con ello transformar nuestra vida y nuestro sueño de la realidad, con base en la plenitud, la apertura y la madurez.

Reseña elaborada por Diana Paola Ballesteros Riveros, sobre el libro de Miguel Ruiz, "Los