Monografia taller de herramientas intelectuales
Enviado por klimbo3445 • 10 de Enero de 2019 • 8.971 Palabras (36 Páginas) • 438 Visitas
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La comunicación es un proceso mediante el cual se transmiten informaciones, sentimientos, pensamientos, y cualquier otra cosa que pueda ser transmitida. Estamos ante una situación comunicativa, cuando este proceso se completa sin problemas. Entonces, cuando se produce una situación comunicativa, es porque algo se ha transmitido.
La comunicación se lleva acabo de dos modos igualmente importantes; LA COMUNICACIÓN NO VERBAL es el espejo de nuestras emociones más ocultas, mientras que la COMUNICACIÓN VERBAL se manifiesta por la palabra, se transmite los mensajes de manera inequívoca. Si bien se sabe que la importancia de la comunicación no verbal es de un porcentaje del 93% sería de suma importancia el saber cómo lograrlo ya que constituye el mayor porcentaje que la comunicación verbal que sólo es del 7%. Entonces deberíamos aprender a comunicarnos de una manera que importe más que sólo sea hablando y diciendo palabras que tienen poca importancia si no tienen ningún sentido y no se logra comprender. Los ojos, el tono de voz, la expresión facial y gestual transmiten a veces los que nos rodean más información que las palabras pronunciadas.
Lo primero que hay que tener, para que pueda haber comunicación, es ese algo que se desea transmitir. Esto constituye el primer elemento de la comunicación, y se llama mensaje.
Por ejemplo, si alguien está perdido en una calle, y le pregunta a un carabinero: "Oiga, ¿puede decirme cómo llegar a la avenida principal? ", este fue el mensaje transmitido. Ahora bien, lo más probable es que el mensaje que se ha transmitido genere a su vez una respuesta. En ese caso, se produce un mensaje nuevo, que podría ser, por ejemplo: "Doble por la siguiente esquina”.
Otra condición de cualquier situación comunicativa es que deben existir dos partes interviniendo en ella. Una, es la que transmite el mensaje, y la otra, es a quien se le transmite. Los papeles de emisor y receptor pueden ser adoptados indistintamente por las personas, dependiendo de las circunstancias. O sea, cuando tenemos una conversación, somos alternadamente emisor y receptor.
Para que el desarrollo de una comunicación produzca resultados satisfactorios, se requieren ciertos elementos indispensables: precisión, autenticidad, respeto y comprensión empática. Si algo de esto falta está abocado al fracaso. Para que la comunicación se lleve a cabo en forma óptima, todos los elementos que participan en ella deben estar funcionando bien. Basta que uno falle, para que el proceso entero fracase.
Conocer bien los elementos esenciales de la comunicación interpersonal, nos permite comprender el modelo de comunicación circular y los complejos procesos que existen entre quienes se establece. Y aquí tenemos que, la primera intención es lo que el emisor quiere que el receptor sepa; el emisor es la persona que está comunicando algo; el código es la forma en que lo dice (palabras, gestos etc.); el mensaje es lo que dice; la descodificación es lo que el receptor entiende del mensaje; el receptor es quien está recibiendo el mensaje; y la intención es lo que finalmente entendió el receptor o el efecto que causo en éste.
La aplicación de técnicas aumenta las posibilidades de éxito. Al comunicar con personas, tenemos que saber que la línea recta no suele funcionar y que, para conseguir un resultado de la comunicación, tiene que haber primero una estrategia, es decir un camino, generalmente curvo y más largo, pero más efectivo.
Esto es lo que más cuesta de aprender a la mayoría de profesionales, ya sean líderes, vendedores o tengan otro rol (y también en nuestra vida personal). La comunicación efectiva (y por lo tanto influencia) entre personas, nunca funciona utilizando el camino más corto.
Cada vez que tengo una conversación relevante, desde el minuto cero estoy pensando en qué quiero obtener de la conversación, cuál será mi objetivo. Lo hago por varios motivos, uno de ellos es que me gusta ser efectivo con mi tiempo y el otro es que hay objetivos que me gustaría lograr. Esto me lleva a pensar en varias estrategias para conseguir mi objetivo, y generalmente nunca elijo la línea recta.
Uno de los principios más importantes y difíciles de todo el proceso comunicativo es el saber escuchar. La falta de comunicación que se sufre hoy día se debe en gran parte a que no se sabe escuchar a los demás. Se está más tiempo pendiente de las propias emisiones, y en esta necesidad propia de comunicar se pierde la esencia de la comunicación, es decir, poner en común, compartir con los demás. Existe la creencia errónea de que se escucha de forma automática, pero no es así. Escuchar requiere un esfuerzo superior al que se hace al hablar y también del que se ejerce al escuchar sin interpretar lo que se oye. Pero, ¿qué es realmente la escucha activa?.
La escucha activa significa escuchar y entender la comunicación desde el punto de vista del que habla. ¿Cuál es la diferencia entre el oír y el escuchar?. Existen grandes diferencias. El oír es simplemente percibir vibraciones de sonido. Mientras que escuchar es entender, comprender o dar sentido a lo que se oye. La escucha efectiva tiene que ser necesariamente activa por encima de lo pasivo. La escucha activa se refiere a la habilidad de escuchar no sólo lo que la persona está expresando directamente, sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está diciendo. Para llegar a entender a alguien se precisa asimismo cierta empatía, es decir, saber ponerse en el lugar de la otra persona.
Escuchar activamente las emociones de los demás es tratar de "meternos en su pellejo" y entender sus motivos. Es escuchar sus sentimientos y hacerle saber que "nos hacemos cargo", intentar entender lo que siente esa persona. No se trata de mostrar alegría, si siquiera de ser simpáticos. Simplemente, que somos capaces de ponernos en su lugar. Sin embargo, no significa aceptar ni estar de acuerdo con la posición del otro.
Ser específico, concreto, preciso, es una de las normas principales de la comunicación. Tras una comunicación específica, hay cambios; es una forma concreta de avanzar. Cuando se es inespecífico, rara vez se moviliza nada. Si por ejemplo, nos sentimos solos/as y deseamos más tiempo para estar con nuestra pareja, no le diga únicamente algo así: “No me haces caso”, “Me siento solo/a”, “Siempre estás ocupado/a”. Aunque tal formulación exprese un sentimiento, si no hacemos una propuesta específica, probablemente las cosas no cambiarán. Sería apropiado añadir algo más. Por ejemplo: “¿Qué te parece si ambos nos comprometemos a dejar todo lo que tenemos entre manos a las
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