NEANDERTALES, DENISOVANOS Y FLORESIENSIS

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La paleontología, que se encarga de estudiar la historia de los homínidos más antiguos, por el ADN y que se encuentra acompañado de las mitocondrias, se basa solo en los ancestros femeninos y es denominado la Eva mitocondrial. Según los estudios de esta, los homínidos salieron de África hace 100.000 años dirigidos hacia Europa, Asia, Oceanía y al luego América. Esta investigación dio una serie genética de 2,3 m.a.

Homo Floresiensis:

Las investigaciones realizadas a partir del año 2001, dirigidas por el arqueólogo neozelandés M. Morwood, en la cueva de Liang Bua en Flores, una de las islas de Indonesia, encontraron herramientas de piedras datadas de hace 10.000 años, fósiles de animales provenientes de la especie stegodon y en el 2003 se halló un esqueleto clasificado como LB1, de 1 metro de altura, que compartía una morfología ósea de homínidos antiguos y más modernos con huesos más primitivos; muelas de juicio; mandíbula pequeña pero reforzada; sin mentón; el cráneo de pequeño tamaño pero grueso y la cresta occipital muy bien desarrollada similar a la del H. Erectus; clavículas cortas; articulación del hombro en dirección delantera y piernas cortas semejante a la del Australopithecus; cerebro pequeño y cadera como la del H. Habilis; contenía refuerzos óseos internos parecidas a los homínidos de hace 2 m.a fue datado de 20.000 años. Morwood junto con el paleontólogo australiano, P. Brown lo denominaron Homo Floresiensis y también el Hobbit por su pequeño tamaño, al principio fue clasificado por un nuevo género llamado Sundanthropus Floresianos.

Con las herramientas de piedras de posibles antepasados de los H. Floresiensis, de hace 1 m.a, fragmento de una cadera ancha (clasificado como LB6) y otras piezas de extremidades óseas encontradas fuera de la cueva, los estudios paleontológicos y patológicos, llegaron a pensar que provenían del H. Erectus, pero sufrieron de enanismos por las condiciones de la isla o tuvieron un mal desarrollo. Morwood, por su parte dio la hipótesis de que su tamaño se debe a la falta de recursos y que su principal fuente de alimentación era la caza del stegodon.

Bibliografía

Cela, C & Ayala, F. (2013). Capitulo 17: Neandertales, pp. 541-568. En Evolución Humana: Camino hacia nuestra especie humana. Madrid: Alianza Editorial.

Rubio, J. (2013). Nuestros primos los Denisovanos. En Diario de Navarra, mayo 29, pp. 68-69. https://www.unav.es/cryf/dn20130529.pdf.

Stringer, C. (2014). Human Evolution: Small remains still pose big problems. En Nature. Vol. 514, pp. 427-424. https://www.nature.com/polopoly_fs/1.16170!/menu/main/topColumns/topLeftColumns/pdf/514427a.pdf.