PRIMERA PARTE La literatura es art
Enviado por Helena • 14 de Diciembre de 2017 • 3.722 Palabras (15 Páginas) • 637 Visitas
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En los últimos años se ha insistido mucho en la idea de la lectura placentera, la autora Elena Lucchetti también insiste en este punto, de que leer es un placer o debería ser. Pero además la literatura siempre es una forma de conocimiento del mundo. Si un maestro coloca esta alternativa en el aula, está ayudando a construir un pensamiento personal que se va a revertir en el modo en que ese niño o niña que sale de la escuela y camina hacia su casa-sea cual fuera su casa- mire ese mundo. Porque la literatura alerta, sacude la modorra y la actitud rutinaria de mirar y no ver.
Pero pensemos en la escuela. Si la ocasión será que un niño lea diez libros, que sean diez que valgan la pena porque ¿Dónde y cuándo va a tener otra ocasión? La escuela tiene ciertas obligaciones, entre otras, hacerse cargo de que es la gran ocasión de lectura para la mayor parte de los niños.
Por eso como docentes debemos estar convencido de esos diez libros, no bajarlos de forma automática y ya está. Por genial que sea cualquier método, por puntillosa que sea la selección de libros que escojamos, por eficaz que sea la distribución, si no entramos al universo personal del maestro y el alumno, no va a ser suficiente.
La selección de textos literarios:
Para empezar debemos pararnos en la palabra “selección”. Palabra áspera, que despierta prejuicios. En general, porque se suele asimilar a la idea de descartar, eliminar, desvalorizar algunos textos.” Seleccionar no quiere decir restringir, sino todo lo contrario. Seleccionar en el sentido de valorizar”.
Para el caso de literatura, el problema de la selección de textos, se liga a cuestiones más complejas relacionadas con las tradiciones, y por ahí no tenemos en cuenta el abanico de posibilidades que hoy en día nos ofrecen las bibliotecas escolares.
El criterio de representatividad y el de adecuación de los lectores funcionan de manera simultánea y plantean al docente el desafío de tomar decisiones para elegir los textos que dará de leer en el aula.
En relación con los textos literarios, esta selección deberá tener en cuenta el hecho de que la literatura es una práctica artística que excede los límites de la escuela. Por fuera de la oferta del mercado escolar, la literatura infantil como la de adolescente está poniendo a disposición a docentes, profesores y alumnos una amplia gama de opciones. En este sentido, la escuela debe mostrar su permeabilidad para renovar constantemente el corpus de lecturas. y en este punto me quisiera detener, creo que sería muy interesante que los docentes conocieran esa variedad de libros que poseen en sus bibliotecas y que se puedan armar espacios para la literatura, muchos docentes no les dan importancia que merece la misma. Se podría armar jornadas de presentación de los libros y dividirlos por ciclos, e invitar a los padres, un día cada trimestre podría ser, hay que apostar a los desafíos, ya que he observado que hay alumnos que no conocen todo lo rico y abundante que está a su alcance, pero es el docente quien debe motivar para que esos libros lleguen a sus aulas.
Otra propuesta interesante podría ser el de armar revistas o folletos culturales, donde se haga la presentaciones de los libros y una pequeña introducción de lo que trata el texto, por supuesto no de todos pero seleccionar los que nos parecen importantes y también se les puede pedir a ellos mismos, porque no, que ayuden con la selección de los libros. En este sentido, la incorporación de nuevos textos se presentara como un desafío constante tanto desde el punto de vista cultural como el de la comprensión.
No todos los textos propuestos serán inmediatamente aceptados por los alumnos y es posible que el docente experimente a veces una sensación de fracaso, pero he ahí nuestro reto. Sin embargo se sabe que en la literatura la aprehensión y la comprensión no son inmediatas ni evaluables como otros saberes de la escuela, por lo que es, reconociendo esta distinción, la enseñanza debe apostar a desarrollar las estrategias necesarias para incorporar a los nuevos lectores al universo rico y complejo de la cultura literaria.
La selección y sus modos posibles de abordaje constituyen una cuestión central en la enseñanza de la lengua y la literatura pues seguramente estas lecturas serán fundantes para la futura relación de los alumnos con la cultura letrada.
Dice Susana Itzcovich al respecto:
“Nos hacemos cargo de que para muchos, la palabra “seleccionar” resulta irritativa y urticante. Cuando se publican nóminas de recomendados se las llama “listas blancas”. Cuando se publican nóminas de autores y libros prohibidos – lamentablemente historia que vivió nuestro país – se las denomina “listas negras”.
(…) Recomendar libros, ¿es sinónimo de censurar? Privilegiar los buenos libros para niños, ¿es prohibir? Cuando un director de colección selecciona textos y autores
Que incluirá en su colección, ¿no está recomendando, bajo su criterio, que ese texto es válido para sus lectores? Cuando las instituciones internacionales publican sus recomendaciones, anuncios y premios, a través de un jurado especializado, ¿no está seleccionando o valorizando unos textos por sobre otros?
Las editoriales suelen dividir por edades las colecciones que publican, orientándolas hacia la etapa a las que están dirigidas. Pero como no todas las empresas siguen el mismo criterio ni los lectores son homogéneos, habría que tomar los recaudos necesarios para que el libro que llegue a manos de los niños no sea solo el que impone determinada editorial.
A poco de andar en este asunto de la selección nos topamos, pues, con prejuicios que podríamos denominar ideológicos. Pero también hallamos otros problemas: si decimos que seleccionaremos libro de calidad, por ejemplo, seguramente no tendremos oposición. Cualquier persona bien pensante desea que los niños se pongan en contactos con expresiones artísticas de la mayor calidad posible. Pero no pareciera que todos hablamos de lo mismo cuando llegamos al plano de lo concreto.
A continuación se expondrá algunos criterios para pensar en esta cuestión, basándome en el autor Carlos Silveyra. Lo que no significa que sean las únicas.
El primer criterio será el estético, por lo que diremos más adelante. Porque la literatura es, ante todo, literatura.
El docente en los primeros años de escolaridad, está trabajando con chicos que, en su mayoría, todavía no leen en el sentido tradicional del término. Formulan hipótesis de lectura, leen imágenes,
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