PSICOLOGÍA MÉDICA “Crónica de una muerte anunciada”

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La servidumbre de Santiago es avisada de los planes de Pablo y Pedro Vicario, pero no le avisan al infortunado, el concejero familiar también intenta prevenirle pero es inútil. Esa mañana Santiago Nasar, estaba condenado a morir por las propias circunstancias y destiempos del destino. Cristo bedoya, su amigo, es informado de los hechos que se suscitaran y decide advertirle a su amigo, pero le pierde la pista ya que decide entrar a la casa de su novia, Flora Miguel.

Es recibido por ella de malos tratos, porque previamente la ponen al tanto de los hechos, el atónito por lo que ocurre no sabe qué hacer; el ruido que provoca tal disputa es el causante de que se despierte el padre de Flora Miguel a quien su hija le cuenta lo que planean los hermanos Vicario.

Él le comenta a Santiago Nasar lo que le va a ocurrir si sale de su casa, pero en una postura necia, decide hacer caso omiso a lo que le dicen, Santiago parte rumbo a su casa para cambiarse las ropas que traía para recibir al obispo, y ponerse otras para cumplir con el compromiso previo que había pactado de ir a almorzar.

A punto de llegar a su casa ve a los hermanos Vicario, y en vez de entrar por la puerta de atrás como de costumbre, decide hacerlo por la puerta de frente que generalmente permanecía con tranca. Su madre, Plácida Linero, se entera del complot para asesinar a su hijo por medio de su servidumbre; unos momentos después de esto observo que los hermanos Vicario corrían rumbo a su casa en dirección a la puerta delantera, pensó que venían persiguiendo a su hijo para matarlo dentro de su casa.

Salió para cerrar la puerta y ponerle la tranca, pero no contaba con que su hijo aun no atravesaba esa puerta para resguardarse, así que la muerte de Santiago Nasar fue inevitable, a pesar de todos los intentos fallidos para evitarla.