RESEÑA DEL PROYECTO NACIONAL Y LA FRANJA AMARILLA.

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Por otra parte, el régimen aristocrático clerical centralizado cuya constitución, promulgada en 1886, gobernó al país durante más de 100 años y convirtió a Colombia en uno de los países más conservadores del continente. Es por esto, que el sector popular del liberalismo emprendió una defensa con una enorme rebelión popular bajo la orientación de Jorge Eliecer Gaitán, quien pertenecía al partido liberal y comprendió, que Colombia necesitaba con urgencia grandes reformas sociales.

Tras la muerte del líder, se generó una contrarrevolución que marco de un modo trágico el destino de Colombia en los 50 años siguientes. Esta contrarrevolución tuvo tres etapas, la primera fue el asesinato del caudillo, la segunda fue la violencia de los años 50 y la tercera fue el pacto aristocrático del Frente Nacional. Entre 1945 y 1965, el país vivió una verdadera orgia de sangre que marco desalentadoramente su futuro, luego, la violencia de los años 50 surgió entre liberales pobres y conservadores pobres, y como consecuencia, se firmó un pacto, el llamado Frente Nacional y por el cual, los dos partidos irreconocibles se convertían en uno solo con dos colores y la misma ideología. Este repartió el poder entre liberales y conservadores y prohibió en el marco legal toda oposición política, solo permitió la iniciativa económica en el ámbito de las clases, familias y empresas tradicionalmente emparentadas con el poder, y cerró las posibilidades de acceso a la riqueza a las clases medias emprendedoras, persistiendo en la política de negar el crédito y la capitalización a las clases humildes. Además, no considero que el Estado tuviera deberes frente a los pobres.

Sería un avance que el Estado curara las tres gravísimas heridas que le infligió a la sociedad con el esquema del Frente Nacional: La prohibición de una oposición legal, la falta de democracia económica y la falta de un verdadero compromiso con las clases más pobres. Pero ningún país podrá construir jamás un orden social justo y equilibrado si no es capaz de reconocerse a sí mismo y de diseñar su proyecto económico, político y cultural a partir de esa conciencia de sus posibilidades y sus limitaciones. Es urgente decirle adiós en Colombia al doble partido liberal conservador, cuyas dos cabezas despreciaron todo lo grande que el país tenía para ofrecerle al mundo.

Todo eso solo requiere la apasionada y festiva construcción de vínculos sinceros y valerosos. Y hay una pregunta que nos está haciendo la historia: ahora que el rojo y el azul han dejado de ser un camino, ¿Dónde está la franja amarilla?

Finalmente, el autor trata el tema del texto con mucha propiedad ya que tiene bastante conocimiento sobre este, es novedoso al momento de tener en cuenta diferentes puntos de vista y al citar diferentes autores que le ayudan a complementar sus ideas para así, obtener un mejor planteamiento frente a su relato.