RESEÑA PELICULA INVICTUS

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Así pues, podemos decir que Nelson Mandela desarrollo inicialmente un tipo de negociación razonada, se busca una solución de cuestiones de fondo más que la obtención de concesiones por la contraparte. Se asienta en la buena fe, abriendo la comunicación y la voluntad de arribar a un acuerdo aceptable para ambas partes, teniendo en cuenta los valores y los objetivos de cada una. Pese a que en este caso Mandela era el “enemigo” para la raza blanca, los mismos estaban a la expectativa de que él entrara en una posición de confrontación.

En su perfil negociador y líder, en primera instancia aunque le refutaron el hecho de que se centrara en una “minoría” como lo era el deporte en este caso el rugby, él sabía que esa “minoría” controlaba problemas políticos, económicos y demás. “UN EQUIPO UNA NACION” su campaña como presidente fue un claro ejemplo de su teoría.

Era un negociador abierto al cambio, buscaba siempre separar lo personal y así no dejarse por sus sentimientos y emociones al tomar una decisión. Mediante la inspiración, buscaba siempre exceder las expectativas, por ejemplo con la canción “Dios bendiga África” le aconseja al capitán del equipo de rugby que el equipo la cante y así sea fuente de inspiración para todos.

A pesar de que fue un negociador que tuvo que enfrentarse un negociador duro que no tenía ningún tipo de confianza hacia él y mantenían su posición, él logra inspirar a los demás y sorprenderos con cordura, compasión y generosidad.

Mandela: “Tenía que conocer a mi enemigo para poder prevalecer sobre él”

Fue una preparación completa la que hizo el presidente, él sabía que esta seria compleja, de alto valor y así mismo de alto riesgo, es esencial una preparación que considerara en profundidad cada uno de los siete elementos, en donde los intereses, comunicaciones, relaciones y compromiso jugaron un papel muy importante en su proceso actuando de forma muy preparada y teniendo claro cómo y en qué momento debía actuar.

“Cuando salí de la celda y me dirigí a la puerta por la que saldría a la libertad, sabía que, si no dejaba tras mí mi amargura y odio, seguiría dentro de la cárcel”

En conclusión, puede decirse que muchos admiran todo el proceso de su mandato, pero en mi opinión, no es el Mandela estadista el que admiro, sino al Mandela preso, el que soporta 27 años sumido de su libertad siendo tratado como cualquier otro criminal y, sin embargo, sale con su espíritu intacto, con una clara visión de una Sudáfrica tolerante, una nación liberada.

Mandela una combinación de genio político y sabiduría humana que caracteriza solo a los más grandes dirigentes.